Larga filas en Chilpancingo para aplicación de la prueba Covid-19

IRZA

CHILPANCINGO. Decenas de personas, adultos, jóvenes y niños se aglomeran desde hace una semana, día a día, en la alameda “Granados Maldonado” de esta ciudad para que personal médico les aplique la prueba COVID-19.

Una mujer de alrededor de 40 años gritó de dolor cuando una enfermera con su equipo de bioseguridad le introdujo en la nariz un hisopo para extraerle una muestra de flujo nasal.

A partir de este lunes, Guerrero regresó al semáforo epidemiológico color amarillo ante esta tercera ola de contagios de coronavirus.

Este martes, según el reporte de la Secretaría de Salud estatal, en las últimas 24 horas se registraron 437 casos de COVID-19 y hay 2 mil 449 en activo que pueden contagiar.

El número de camas ocupadas en los hospitales COVID-19, subió en un 44 por ciento.

Alberto Ramírez, de 26 años de edad, hace fila para que le hagan la prueba.

“La verdad si tengo mucho miedo de salir positivo porque en mi casa tengo a mis padres y hermanos y podría contagiarlos”, expresó el joven quien trabaja en una sucursal bancaria.

Indica que llegó desde las 8 de la mañana para pedir una ficha y que le tocó la número 77.

Eran las 12 del día y el personal médico apenas había aplicado 17 pruebas.

“Así con ese paso tan lento, seguramente vamos a estar aquí parados todo el día”, señaló Alberto Ramírez.

Desde antes de las diez de la mañana el personal de salud empezó a repartir las fichas para la gente que quería hacerse la prueba.

Este martes distribuyó más de 150 fichas.

Se observó que en la fila había niños, así como mujeres y hombres en su mayoría jóvenes.

Una trabajadora administrativa de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG) señaló que en su casa su mamá, sus hermanos e hijos se contagiaron de coronavirus.

“Mi hijo de 15 años ya salió de esta enfermedad, también mi mamá, pero yo tengo tos y gripa y de seguro ya tengo el COVID-19 y por eso me vengo hacer la prueba”, expresó.

La empleada dice que ella ya recibió la vacuna Casino, pero que de todas formas se puede enfermar.

“Tengo miedo de que tenga el COVID-19 ya que además soy una persona vulnerable porque padezco una enfermedad”, dijo.

Denunció la mala organización de las pruebas que se están aplicando ya que ella llegó desde las 7 de la mañana y eran las doce del día y no le tocaba su turno.

“Aquí estamos esperando a pleno rayo del sol, y eso no se vale”, comentó la mujer.

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