LA FUNDACIÓN DEL MUNICIPIO DE ZIHUATANEJO DE AZUETA

César Antonio Aguirre Noyola

“UN MARAVILLOSO RINCONCITO DEL PACÍFICO GUERRERENSE”

CAPÍTULO PRIMERO

E) ÁMBITO LOCAL.

En 1951 llega a radicar al puerto el alemán Arent Von Rigen, quien se casó con doña Prisca Nogueda, nativa de Agua de Correa, habían comprado la casa de la familia Green Palacios ubicada frente a la playa Principal y, ya instalado, Don Arent (así le decían) trae las primeras lanchas de fibra de vidrio y con motor fuera de borda: La Meteoro y La Iduna, que se alquilaban para esquiar y para la pesca chica. En el año de 1953, don Carlos Barnard, dueño del hotel El Mirador en Acapulco, compra casa en Zihuatanejo y comparte tiempo entre aquel destino de playa y éste, hasta quedarse definitivamente aquí. Su yate El Cayuco, que daba la impresión de ser una embarcación de lujo, medía aproximadamente 40 pies (12.60 m) de eslora, estaba  diseñado especialmente para disfrutar de la navegación de placer y era impulsada por dos motores marinos diesel. Navegó poco, y para el Norte alcanzó a llegar hasta Puerto Vallarta y a Matanchén en Nayarit. La  tripulación  estaba  integrada  por  el  capitán Oliverio Maciel “Rey Neptuno”, don Román Lobato que era el encargado de las máquinas y el señor Olegario Maciel que cubría la plaza de marinero. Siempre lo fondeaba frente a Las Escalerillas.

De acuerdo con narraciones de personajes que sin lugar a dudas tienen voz autorizada para hablar del tema —porque nacieron y vivieron personalmente algunos acontecimientos— en el año de 1953 había un sencillo muelle de madera en lo que es la playa del Puerto. En ese mismo año se iniciaría la construcción del muelle de cabotaje de Zihuatanejo.

Pasaron algunos años —no se sabe exactamente cuántos— pero se podría considerar que fue a finales de los 30 cuando se construyó el segundo muelle; en esta ocasión su estructura estuvo constituida con pilotes de madera de bocote y la armazón y la plataforma a base de madera de parota, parece que su construcción la realizó el Gobierno federal a través de la Capitanía del Puerto de Acapulco. Cabe decir que era un pontón aún precario, pero más sólido, largo y alto que el anterior; se usaba igual para la pesca y para que los plebes (chamacos) se echaran clavados; estaba ubicado casi frente a una tiendita de abarrotes que hoy es el Restaurant Elvira; actualmente, en el temporal de oleaje fuerte, la resaca erosiona la playa y descubre los muros de piedra que conformaban la rampa de acceso al embarcadero. El referido muelle, sin los trabajos de mantenimiento, fue experimentando un deterioro, y en 1957 se procedió a desmantelarlo, aunado a que no se usaba y a que una parte del muelle de concreto armado ya estaba construida, pasando éste último a cubrir las necesidades de embarque y desembarque que existían en aquellos tiempos.

Entre 1950 y 1953 ya existía un faro que había sido construido en 1940 por el ingeniero Jesús Gómez y que empezó a funcionar desde aquel año. Durante el intervalo de tiempo 1948-1955 el guardafaro fue Luís Olascoaga Olivos, persona de avanzada edad, quien después de una odisea llega a Zihuatanejo procedente del faro Cabo Corrientes, localizado a la entrada (lado derecho) de la Bahía de Vallarta o Bahía de Banderas. Al entrar en operación el nuevo faro, que antes eran operados por la Secretaría de Marina, se le asigna el nombre oficial de “Señal Luminosa de Punta Garrobo”.

Cada faro se distingue por la forma en que destella el fanal, lo que permite que los navegantes lo identifiquen y conozcan la información básica del puerto donde se encuentra. Por la altura de 40 metros que tiene el fanal del faro, desde el nivel del mar, éste se alcanza a divisar desde una distancia de 25 millas (46.5 km), emitiendo tres destellos por una pausa. La fuente luminosa del faro, es decir el fanal, empezó consumiendo gas acetileno, envasado en cilindros, que surtían regularmente los buques de la Armada. El edificio donde se encuentra esta torre que sirve como guía nocturna de barcos y aviones es propiamente una casa habitación para el farero y su familia; es muy seguro, en razón de que está hecho de paredes de tabique, así como de una estructura y losa de concreto armado; tiene dos recámaras, cocina comedor y baño; adosado al edificio está el faro, propiamente dicho, que es una torre cuadrada de tres por tres metros y trece metros de altura a partir del piso…

Sabia virtud de conocer el tiempo.

César Antonio Aguirre Noyola

Investigador en materias política y electoral.

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