“UN DESAFÍO PARA LA CUARTA TRANSFORMACIÓN”
SEGUNDA PARTE
En la primera entrega de este tema puse de relieve, en síntesis, que la actual Coordinadora Técnica del Sistema Estatal del Registro Civil en Guerrero, la licenciada Silvia Rivera Carbajal, había sido formada con la doctrina priísta y que todas sus responsabilidades políticas y cargos en el sector público —hasta antes del encargo que ahora ostenta— estaban directamente relacionados con el Partido Revolucionario Institucional; que en el año de 2018 dio un viraje ideológico, abandonando las huestes del tricolor para vestirse de marrón; que en el mismo 2018 declinó su candidatura a la diputación local por el 18 distrito electoral que abarca una parte de la Región de la Tierra Caliente, argumentando problemas de inseguridad; y que a la llegada a su actual puesto no ha podido sustraerse a su pasado priísta, ya que empezó a cobijar y rescatar a personajes enquistados en la oficina estatal del registro civil que han servido fielmente al viejo régimen y que tienen serias máculas de corrupción.
Uno de esos personajes nefastos, sin escrúpulos, es el licenciado Joaquín Zúñiga Ramos, principal promotor de la corrupción en esa dependencia administrativa estatal, quien ha respondido a intereses del extinto René Juárez Cisneros (ex gobernador del Estado durante el sexenio 1999-2005), y que ahora se camufla, se desliza como si fuera un reptil y se pone de tapete ante su nuevo amo, y gracias a ello lo han premiado una vez más con el cargo de subcoordinador Operativo. Continuaré con mi relato de las tropelías cometidas por este individuo.
El 1 de octubre de 2015 fui nombrado por la otrora Coordinadora Técnica del Sistema Estatal del Registro Civil, la profesora Ma. Inés Huerta Pegueros, como supervisor Regional en la Costa Grande en materia de Registro Civil, me trasladé a la oficina ubicada en la ciudad de Técpan, municipio de Técpan de Galeana, para despachar e hice un diagnóstico del área de trabajo. La persona a la que relevé era sobrino de Joaquín Zúñiga y días antes habían realizado un campaña gratuita de rectificaciones y aclaraciones de actas del estado civil en ese municipio, pero resulta que a pesar de que eran “gratuitas” el pariente de Joaquín Zúñiga cobró de entre 1000 y 1800 pesos por cada trámite, y por si eso fuera poco, no arregló los detalles de los documentos. Durante los días venideros personas de diferentes comunidades acudieron a la oficina regional y preguntaban si su problema había quedado solucionado, yo consultaba la base de datos informática y el papel seguía con el error, entonces la gente empezó a molestarse y a decir que habían pagado por esos detalles y que no se les hacía justo que los hubieran estafado. Ante la situación, elaboré una relación nominal de los quejosos, especificando el tipo de error que tenía el acta, la cantidad económica que indebidamente habían pagado y la fecha del pago, firmándolo y entregándolo a la secretaria de la coordinadora y esperando a que la jefa me llamara para darle seguimiento al caso, pero, ¡oh, sorpresa!, la llamada me la hizo Joaquín Zúñiga para decirme que yo había hecho mal en denunciar a su sobrino ante la maestra, que primero debí hablar con él, y que le presentara mi renuncia a la brevedad… la deducción: “la cuerda siempre se rompe por lo más delgado”, es decir, la ex coordinadora nunca iba a preferirme por encima de su operador, de su segundo de a bordo, por lo que causé baja a escasos 30 días de haber asumido el cargo.
Recuerdo que en la segunda semana de aquel mes de octubre de 2015, Joaquín Zúñiga había viajado a La Unión y Zihuatanejo para revisar los módulos del Sistema de Impresión de Actas en Línea (SIDEA) y a su regreso pasaría a los módulos de Técpan y Atoyac. Antes de retornar de Zihuatanejo me llamó por teléfono y me dijo “Supervisor te encargo una caja de mango ataulfo de primera de los centros de acopio de El Llano y dos kilos de camarón de la comunidad de “El 20” (ambas comunidades pertenecientes al municipio de Técpan de Galeana) porque se los llevaré a los jefes de Chilpancingo”, yo le contesté que no tenía dinero y tampoco fondos para ese fin en la supervisión regional, entonces inmediatamente me cortó la llamada: estaba consciente de que era el primer choque entrambos. Lo que pasó con el tema su sobrino días después sólo representó la gota que derramó el vaso.
Joaquín Zúñiga continúa haciéndose cargo de las campañas gratuitas de registro de nacimiento y matrimonio, así como de rectificaciones, aclaraciones y nulidades de actas del estado civil, varios oficiales cobran fuertes cantidades de dinero a la ciudadanía por los trámites, él les pide solamente el costo de la tarifa y los ingresa a las campañas, y se reparten el botín: así ganan todos. Para cerrar la red tiene a su hijo Jonathan Zúñiga Zavala en el área de rectificaciones, quien aparece en las resoluciones como testigo de asistencia, tal como se evidencia en la resolución de fecha 3 de diciembre de 2021, recaída sobre un procedimiento de aclaración de acta de nacimiento, identificado con el expediente CTSERC/ACL/NAC/29845/2021.
Sabia virtud de conocer el tiempo.
César Antonio Aguirre Noyola
Investigador en materias política y electoral.