La comunidad universitaria sale a las calles de la capital a exigir que se respete la autonomía universitaria

Guillermo Arteaga González.

Como ya se ha comentado anteriormente en este espacio de opinión, es importante que la autonomía de las instituciones que están dotadas de ella por mandato constitucional, sean defendidas y respetadas, tanto de manera legal como de manera social. Es el caso de la Universidad Autónoma de Guerrero, la autonomía de la máxima casa de estudios del Estado de Guerrero se ha visto atacada por parte de agentes políticos ajenos a la comunidad universitaria, utilizando estrategias que es su mayoría están dotadas de mentiras y artimañas con la finalidad de confundir a la sociedad que funge como un espectador, ocupando un discurso más político y que representa oscuros intereses particulares por parte sus vociferadores.

La autonomía universitaria, garantizada por la Constitución de México, permite a las universidades tomar decisiones independientes en asuntos académicos, administrativos y financieros, y se entiende como un medio para proteger la libertad de pensamiento y expresión en la educación superior. Asegura que las universidades sean lugares de aprendizaje libres de presiones políticas o externas que podrían sesgar la enseñanza o la investigación, desafortunadamente es lo que hoy sufre la universidad con la intromisión de su proceso electoral, utilizando a títeres universitarios como escudo para la obtención del objetivo personal.

La marcha de los universitarios es una muestra legítima de defensa de sus derechos y la autonomía de su institución, las universidades autónomas poseen el derecho de manejar sus asuntos internos sin interferencia externa, siempre y cuando se adhieran a las leyes generales y los principios de justicia, y este derecho está respaldado por la Constitución de México.

En el caso de la Universidad Autónoma de Guerrero, los 5,000 universitarios que marcharon en defensa de la autonomía universitaria estaban protegiendo estos principios vitales de una sociedad justa y que aclama un bienestar, su preocupación está centrada en la intervención potencial de intereses foráneos y alejados de los intereses comunes, y al prosperidad colectiva universitaria, sosteniendo una perspectiva de análisis, es posible que los estudiantes estén experimentando una real amenaza a sus derechos autónomos, algo que puede ser preocupante, la autonomía universitaria es un pilar fundamental del sistema educativo superior en muchos países, entre ellos México, y cualquier peligro a ella podría ser vista como una amenaza a la libertad académica.

La posible intervención del Tribunal Electoral del Estado de Guerrero en el proceso electoral de la universidad es un tema delicado, si la intervención del Tribunal tiene como objetivo asegurar la transparencia y la justicia en el proceso electoral, eso podría ser visto como necesario y positivo, sin embargo, si la intervención se percibe como una injerencia injustificada en los asuntos internos de la universidad, eso podría ser visto como una violación de la autonomía universitaria y entonces si conocerán de lo que es capaz una comunidad universitaria que hasta el momento ha sido respetuosa, pero que también se debe tener en mente que está llena de luchadores sociales que no se verán atemorizados si se tiene salir a defender la autonomía de su alma mater por los medios que sean necesarios.

Al igual que se le exigió al Congreso del Estado de Guerrero que garantice el cumplimiento de las leyes que ellos mismos en su momento aprobaron, siendo atendidos por el Diputado Héctor Apreza Patrón, quien se pronunció consciente de la situación y a favor de los manifestantes y el respeto de la autonomía de la Universidad Estatal, así mismo, la marcha hizo estación en las instalaciones del Tribunal Electoral del Estado de Guerrero, en donde se dejó en claro que con la autonomía de la universidad no se juega, y que se haría lo que fuera necesario para que se respetara y se salvaguardara, los Magistrados del Tribunal se dijeron consientes del escenario y manifestaron que se mantendrían respetuosos de las leyes vigentes por lo que sus resoluciones deberían estar apegadas a estricto derecho y con respeto a la autonomía de esta institución educativa.

Esta situación destaca la necesidad de equilibrio y respeto hacia las universidades autónomas y las autoridades estatales las leyes y normas que rigen a las universidades autónomas deben ser respetadas, pero al mismo tiempo, las universidades también deben garantizar la transparencia y la equidad en sus procesos internos, incluidos los electorales, tal y como se hizo valer por las instituciones internas de la Universidad autónoma de Guerrero, háblese del H. Consejo Universitario, fungiendo como la máxima autoridad dentro de la universidad y del Tribunal Universitario, quien es el encargado de dirimir y resolver los conflictos que se presenten dentro de la comunidad universitaria, distíngase también los presentados dentro de los procesos electorales internos.

Es así como podemos concluir una vez más que cuando se habla de autonomía universitaria se habla de algo que no puede ser violentado de ninguna manera y en ninguna circunstancia, las instituciones deben respetar lo que el legislador manifestó en su momento. La comunidad universitaria actuó de la manera correcta al salir a las calles a exigir que se respete lo que hace mucho tiempo costo lucha social y en algunos casos vidas universitarias, dejando en claro que están al pendiente y son un poder real con el cual no se debe jugar.

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