Francisco Rodríguez
Ayotzinapa, Cienfuegos y las vacunas… montajes de la 4T
Aunque es difícil de creer, el montaje fallido perfecto de un gobierno es posible. Se integra con un presupuesto desfondado, sin programas de inversión, sin gabinete válido, sin expectativas económicas ni políticas, sin idea del Estado, con todos los indicadores reales de la condición del país como para salir corriendo.
Los grandes anuncios y las promesas se están diluyendo o apagando. Los fuegos fatuos, como el Tren Maya, Santa Lucía, Dos Bocas, hasta el aumento salarial imposible –que en todo caso sólo podría funcionar como percutor del encarecimiento mayor–, la inflación descontrolada y la devaluación, ingresan por derecho propio a lo fallido.
El manipulador que mueve los hilos tras bastidores resulta siempre un simple y locuaz manipulado. ¿Quién puede combatir la miseria con austeridad, quién puede obligar a su pueblo a resignarse franciscanamente a vivir en la mediocridad y en la frustración?
El león de la selva tropical se convirtió en un pobre gatito. El tantas veces prometido Leviatán de la justicia, aquél que iba a separar el poder económico del político, el que prometió piso parejo para potentados y miserables, el que arremetía desde los templetes contra los que habían empobrecido al pueblo, terminó siendo comparsa del fracaso.
En 2018 elegimos a los incapaces. Les volvimos a entregar el poder
La Cuarta Corrupción es la cobija idónea para que la miseria se eternice, el horror se vuelva cotidiano, las grandes fortunas se tornen incomprensibles, el mazo de la justicia selectiva y ventajosa caiga como una lápida sobre los hombros y los cadáveres de los indefensos, el Estado siga dejando en los huesitos a los causantes cautivos.
El chirrión se volteó por el palito. Todas las predicciones de bienestar se fueron al caño. Amenaza la falta de productos básicos y de consumo popular, triunfa el desempleo, no hay moneda circulante, el país enfrenta la mayor de sus desgracias en medio de un discurso engañoso, de la manipulación demagógica, de un populismo de derecha pura y dura.
Elegimos a los incapaces, a los que jamás pensamos que volveríamos a entregar el poder inmenso e incontrolable del Estado, hoy reducido a una mínima expresión burocrática, repleta de farsantes, atiborrada de impostores.
A un catálogo de ineptos que juegan con la tranquilidad de la población necesitada y contagiada, dinamitan con responsos y oraciones falaces la pradera, de por sí seca y alborotada. Son los rabanitos de siempre, los que amenazan con la izquierda y cobran sus moches con la derecha, o con la ayuda de los comandos del narcotráfico. Los que no saben ni entienden de qué se trata esto.
Las proclamas populares son el montaje infame de lo prometido
Se han cebado sobre los más débiles, aquellos que juraron luchar por los pobres, los que prometieron el credo de la honestidad valiente, los que iban a defender los principios de no robar, no mentir, no traicionar. Hasta que la culebra se mordió la cola, hasta que enseñaron los colmillos, hasta que han llegado al límite de la criminalidad, el genocidio.
Las proclamas populares son el montaje infame de lo prometido. Están sin salida, sin dinero y sin fichas para intentar siquiera una nueva apuesta que permitiera prometer el regreso al pasado reciente. Las insensateces son irreversibles, como todo error mayúsculo que se respete.
La corrupción y el crimen en la 4T no son la excepción, sino la regla
En todo el mundo se sabe que la Cuarta Engañifa se quedó sin base social, sin apoyadores de calado, que el país está en medio de la vorágine comercial, de la desconfianza empresarial y de la deserción de sus propios fundadores. Ante la exigencia de cuentas de su mayor socio comercial se quedó como pollo sin cabeza.
La Cuarta Transformación, ésa que iba a ser la tormenta dirigida desde el Olimpo por los pontífices de la justicia mayoritaria para arrasar con la miseria y con las profundas desigualdades entre los mexicanos, contra la impunidad y el descaro, contra el Estado complaciente y sumiso con los poderosos, reventó desde sus bases.
La llamada mafia del poder, la que capturaba al Estado, ésa que tampoco se ha ido, ahora se ha convertido en la cleptocracia, el gobierno de los ladrones, la que se ha vuelto el Estado mismo. La corrupción y el crimen en la cleptocracia no son la excepción, sino la regla, y no es una práctica ajena a la institucionalidad, sino lo que explica su funcionamiento.
La cleptocracia es la doctrina de hoy, la que hermana al grupo de indeseables que detenta el poder burlado. Es la agonía de un sistema político al servicio de las bandas de delincuentes del trasiego. Pero el cartel de Palacio Nacional sigue siendo el más poderoso, pues es el que reparte indulgencias y supervisa los permisos.
No tiene derecho a tratar a su pueblo como discapacitados mentales
La línea de acabar con la miseria moral que tenemos en el aparato público pasa por la misma que se necesita para luchar contra la violencia generalizada y la delincuencia organizada. Forma parte de un montaje fallido que encubre a los criminales, que les ordena azuzar y exterminar a los adversarios, sin que se sepa. Hay quien deja limpiecitas las escenas del crimen, usted sabe. Para hacerlo, nadie mejor que los cómplices.
Nadie tiene derecho a tratar a su pueblo como un hato de discapacitados mentales. Nadie tiene derecho a hacer propaganda insulsa desde los púlpitos de los tiempos pagados por los causantes. Es una infamia, parte de un simulacro que ya en estos momentos no tiene razón de ser. Como tampoco la tenía antes.
La sevicia es la consigna, la música de banda es la cultura, el sonsonete macabro de los ignorantes que parten el bacalao es la partitura. Estamos perdidos y nos resistimos a variar el rumbo. Una crisis múltiple, incentivada desde el poder ha sido el resultado de esta desgracia.
¿Tiene Herrera 4 mil millones de dólares para comprar las vacunas?
Porque ya aparecieron las pistas de la masacre de Ayotzinapa. Coincidentemente, se trata de revelar que los normalistas fueron torturados y amenazados en cuarteles por oficiales de Sedena y por los narcotraficantes. Que después de eso, simplemente desaparecieron de este mundo.
Aparecen también los testigos protegidos, ex miembros de las bandas delincuenciales que allá en EU están casi todos, explicando paso a paso el contenido de los expedientes sobre el general Cienfuegos, los que aquí enseñó borrados y alterados el perfumado Fiscal Gertz. Todo se sabe en este mundo matraca.
Y aunque el mentiroso Arturo Herrera, que hace y hará todo para ser candidato de Morena a gobernador de Hidalgo, diga que ahora sí tiene un guardadito de 4 mil millones de dólares para comprar las vacunas, ya nadie muerde ese trapo. Es la confirmación de que todo ha sido un montaje fallido, un simulacro genocida.
Como los perros del parque, no muerde; sólo enseña los dientes
El miércoles que tomó posesión de la Casa Blanca Joe Biden, el enemigo orgánico de la Cuarta Transformación, el que va a dedicar su cuatrienio a levantar el tiradero económico, político y criminal que dejó el gran amigo Trump, debe encargar la relación con México a la nueva Vicepresidenta Kamala Harris, la que no se tentara el corazón para meterle la lupa a todos los engaños de la cleptocracia huehuenche.
Desde ahora se sabe que esto será cicuta para los perversos. No se juega con fuego. Una especialista del diario The New York Times, dice que, en defensa, el mandarín del rancho grande sólo enseña, como los perros del parque, los dientes. No hay otro argumento, lo demás son faramallas para cubrir las incompetencias.
¡Pobre país! ¡Que Dios agarre confesados a los culpables!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Así lo informó el diario El País: México busca nuevas opciones ante la escasez de dosis de Pfizer. El plan es cubrir la demora de la farmacéutica estadounidense con la compra de vacunas de CanSino, de China, y la rusa Sputnik V. El Gobierno ha detallado que espera la llegada de casi 21,4 millones de dosis entre enero y marzo, para inmunizar a más de 14 millones de habitantes durante ese periodo con cuatro prototipos diferentes. Dos tercios vendrán de Rusia y China, mientras que el resto se completará cuando se regularice la producción de Pfizer y empiece la distribución de la vacuna de Oxford y AstraZeneca. “Ya falta poco”, ha insistido el presidente, Andrés Manuel López Obrador, mientras el país atraviesa el periodo más delicado desde la llegada de la pandemia. México ha registrado más de 10.000 casos diarios en 12 días de las últimas dos semanas y batió el récord para una sola jornada, al registrar 21.366 contagios el pasado viernes. El momento es álgido porque, mientras arrecia la epidemia de la Covid-19, el flujo de millones de vacunas que adquirió el Gobierno en los últimos meses ha llegado a cuentagotas… Eso si es que en realidad las adquirió.