IRZA
* Desde Casa Guerrero, rindió su VI y último informe
CHILPANCINGO. El gobernador Héctor Astudillo Flores aseguró este jueves que entregará “una administración en marcha”, pero advirtió que la próxima “enfrentará una severa escasez de recursos y una demanda que no puede desatenderse”, como la del Covid-19 y que se deberá responder “con oportunidad a los problemas” porque la “realidad no admite simulaciones” y añadió que él ha “gobernado Guerrero con dignidad”.
“Los problemas se atienden de inmediato o se vuelven lumbre que termina por incendiar a todos”, señaló desde la residencia oficial Casa Guerrero donde rindió su sexto y último informe de labores.
La ceremonia del VI informe de Astudillo Flores estaba programada para llevarse a cabo este jueves en el salón de plenos del Congreso del estado, pero trabajadores basificados de ese Poder Legislativo tomaron los accesos a sus instalaciones desde la tarde del miércoles porque la administración de esa Cámara de Diputados no ha resuelto el pliego petitorio de los empleados., lo que imposibilitó que ahí se realizara el evento.
Acompañado por su esposa Mercedes Calvo y Víctor Manuel Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, en representación del presidente Andrés Manuel López Obrador, Astudillo aseguró, sin embargo, que el próximo gobierno “dispondrá de mayores capacidades de operación y acción política”.
Agregó que el gobernante debe velar por el interés general estableciendo las condiciones de paz social, lo cual no es producto de buenas intenciones, sino de gobernar para todos porque el gobierno, dijo, no es un partido político, facción ni patrimonio de caudillos.
“Debe buscar acuerdo en el desacuerdo, solución en el conflicto y diálogo con la disidencia. Gobernar es el oficio de la tolerancia y la inclusión”, expuso ante representantes de los poderes Legislativo y Judicial, así como mandos de las fuerzas armadas.
Astudillo agregó que se debe gobernar con decisión y firmeza pero sin arbitrariedad, porque el pueblo no cree en quienes dudan para cumplir con sus deberes. “Aspiro a que mi periodo de gobierno sea un sólido cimiente de la estabilidad política y la paz social de Guerrero”, agregó.
Los guerrerenses no podemos permitirnos empezar (de cero) cada seis años. Debemos aprender de nuestra historia. Hay que evitar el desbordamiento de las pasiones políticas, que han sido saltos hacia atrás. No podemos seguir reñidos con el futuro, reflexionó.
También advirtió que “no se llega a buen puerto agitando las aguas (y) buscando las tempestades”, porque si ya es difícil gobernar una entidad pobre, con disposición a la rebeldía y a veces, sin claridad en el futuro, será peor gobernarla “sin espíritu de concordia”.
Durante este mensaje, el gobernador recordó la crisis social y política que encontró en el 2015, tras el ataque que sufrieron en Iguala estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, en septiembre del 2014 en Iguala, cuyas protestas amenazaron la convivencia pacífica y dejaron la gobernabilidad en un hilo.
A casi seis años de administración, insistió, se recuperó la gobernabilidad, lo que se reflejó en elecciones pacíficas este año (6 de junio), la incidencia delictiva disminuyó y la economía, especialmente la del sector turístico, se fortaleció, hasta que la pandemia del Covid-19 alcanzó a Guerrero en marzo del 2020, ocasionando una drástica caída en la economía del país.
En este 2021, refirió, su gobierno ha tenido ajustes (recortes) en las participaciones federales por mil 292.3 millones de pesos y estimó que al cierre de este ejercicio asciendan a mil 811.9 millones de pesos en afectación al presupuesto del estado y sus 81 municipios.
“Para agravar la situación, en este año ya no contaremos con el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que compensaba esta disminución de participaciones federales”, advirtió y sugirió que lo deseable es que la próxima administración obtenga los apoyos federales necesarios para que, desde su inicio, ofrezca respuestas a las demandas de los guerrerenses.
Aun así, dijo, entregará un el gobierno menos endeudado al que recibió porque en seis años disminuyó la deuda pública estatal de más de 2 mil 300 millones de pesos a mil 348 millones, una reducción del 43 por ciento en comparación con su nivel inicial, “Guerrero es una de las tres entidades menos endeudadas de México”.
Esto, porque mantuvo una política de ingresos y egresos responsable, además de que modernizó la administración tributaria local para recaudar con mayor eficiencia. “No creamos nuevos impuestos, simplemente hicimos más con los mismos recursos”, indicó.
Astudillo resaltó que el Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021 se cumplió en un 94 por ciento, “en suma, con un gobierno que actuó con responsabilidad y transparencia, dejamos un estado con más infraestructura, más productivo, con más escuelas, mejores hospitales y unas finanzas públicas sanas”.
En ese sentido el gobernador reconoció y agradeció el apoyo del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con quien mantuvo, dijo, relaciones institucionales y de mutuo respeto, necesarias para el buen desarrollo del estado.
“Goberné Guerrero sin rencores, sin soberbia, sin frivolidades, buscando entendimientos y empatías. Ha sido práctica en mi vida, hacer a mis adversarios mis amigos, he gobernado Guerrero (…) con dignidad”, enfatizó. (www.agenciairza.com)