fbpx

Garantizar el Derecho a la Salud, un Apartado en el cual el Gobierno Federal está Fracasando

Guillermo Arteaga González

En los últimos meses, México ha experimentado un notable incremento en los casos de dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti, que ha ido expandiendo su territorio y afectando a más personas, según cifras de la Secretaría de Salud Federal, se han confirmado 12,270 casos en el país en lo que va del año 2023, una cifra que no solo es alarmante, sino también un grito de atención para la acción colectiva e inmediata.

El dengue no es nuevo en México ni en otras naciones tropicales y subtropicales, su crecimiento exponencial genera preocupación, no solo por la enfermedad en sí, que puede ser grave e incluso mortal, sino también por la evidente fragilidad de nuestros sistemas de salud y de prevención para contenerla, el dengue presenta síntomas que incluyen fiebre elevada, dolores musculares, de cabeza y articulaciones, náuseas y, en algunos casos, puede progresar a una forma más grave conocida como dengue hemorrágico, que puede ser fatal si no se trata adecuadamente, además, no existe un tratamiento específico para la enfermedad, y las estrategias de manejo se centran en el alivio de los síntomas y en la prevención de complicaciones.

La batalla contra el dengue es especialmente complicada debido a diversos factores como el cambio climático, la urbanización no planificada y la movilidad humana, el cambio climático facilita que los mosquitos vectores se reproduzcan en áreas que antes eran inhóspitas para ellos, aumentando así la población en riesgo de contagio, la urbanización no planificada, por otro lado, genera espacios propicios para la reproducción del mosquito, como el estancamiento de agua en envases descartados o áreas mal drenadas, finalmente, la constante movilidad de las personas facilita la diseminación del virus a diferentes regiones y países.

Es imperativo que las estrategias para mitigar la propagación del dengue no se centren únicamente en la respuesta médica, sino también en la prevención y control del vector, la educación de la población acerca de las medidas de prevención, como el uso de repelentes, mosquiteros y la eliminación de criaderos de mosquitos, debe ser una prioridad, de igual forma, es fundamental que los gobiernos locales e instituciones trabajen de manera conjunta para implementar medidas de control del mosquito, tales como la fumigación y la gestión adecuada de residuos para evitar la acumulación de agua estancada.

El artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que toda persona tiene derecho a la protección de la salud, La situación se agrava al percatarnos de la aparente inacción del Gobierno Federal, que pese a los crecientes números, no ha materializado estrategias de fumigación ni campañas educativas eficaces para mitigar la expansión del mosquito vector de esta enfermedad.

La falta de campañas de fumigación proactivas y eficientes, y la ausencia de estrategias educativas para concienciar a la ciudadanía sobre cómo prevenir la propagación del mosquito y qué hacer en caso de contagio, son fallas que se traducen en un déficit directo de la garantía del derecho humano fundamental a la salud, resulta dominante cuestionar al gobierno federal la falta de acciones concretas y eficaces que colaboren con la mitigación de esta creciente enfermedad, para la indolencia gubernamental no solo propicia la proliferación del dengue, sino que también perpetúa una crisis sanitaria que, en el peor de los escenarios, podría conjugar su peligro con otras enfermedades preexistentes, generando una situación más crítica.

Si bien el Gobierno Federal tiene el deber inalienable de salvaguardar y promover la salud pública, la sociedad también tiene un rol crucial en demandar transparencia, acción y soluciones, la exigencia ciudadana de planes y acciones concretas, que vayan desde la fumigación de áreas críticas hasta campañas masivas de información sobre el dengue, debe resonar en los corredores del poder, impulsando un cambio en la postura gubernamental ante esta crisis.

Los casos confirmados de dengue en México no son solo un número, son personas, familias, que se ven amenazados por una enfermedad que, con las estrategias adecuadas, puede ser controlada y mitigada, la inacción gubernamental no solo es un desafío para la salud pública, sino también un reflejo de las prioridades y compromisos de quienes dirigen los destinos de la nación, es exigente que el Gobierno Federal rectifique su rumbo, materializando estrategias y acciones que, más allá de las palabras, se traduzcan en una defensa real y efectiva del derecho a la salud de todos los mexicanos, el dengue no espera, y cada día de inacción es un paso más hacia una crisis de magnitudes incalculables.

Así es como se está quedando muy atrás el Gobierno Federal en el control y mitigación de esta creciente en casos de dengue, la OMS advirtió la necesidad de contar con vacunas para contrarrestar esta enfermedad, por primera vez desde su aparición, esto nos dice mucho más de lo que parece es necesario encender las alarmas y no confiar en el mal manejo de esta administración ya nos dejó un claro ejemplo con el mal manejo de la pandemia del Sars-Cov-2 en años pasados.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *