Víctor M. Alvarado
Los ganaderos de la zona media de la sierra de Zihuatanejo se encuentran en plena preparación para enfrentar los meses de estiaje que se avecinan; con pocos días restantes de la temporada de cabañuelas y sin lluvias, algunos están tomando medidas como la construcción de pozos en los arroyos para conservar el agua, mientras que otros están adquiriendo tinacos para asegurar el vital líquido y llevarlo a los potreros, según lo explicó el productor Bulfrano Bravo Espino en una entrevista reciente.
A pesar de que en la zona costera se han experimentado días nublados desde el inicio de la semana, con pequeñas lloviznas en algunos puntos, no ha sido suficiente para recargar los mantos freáticos.
Los arroyos se están secando a un ritmo preocupante, lo que indica que la temporada de estiaje podría ser una de las más complicadas de los últimos años.
“La fecha límite para recibir lluvias durante las cabañuelas es el 15 de febrero, y hasta el momento solo se han observado días nublados”, destacó Bravo Espino.
En la parte media de la sierra, aún quedan algunas pozas o charcos en los arroyos, y los ganaderos están recurriendo a la construcción de jagüeyes o aguajes para conservar el agua. Estas estructuras, también conocidas como trampas o bordos, son depresiones en el terreno que permiten almacenarla proveniente de escurrimientos superficiales.
Esta estrategia les proporciona una reserva de agua para el ganado y permite que puedan beber en momentos de escasez; sin embargo, el problema es más en las comunidades de la parte baja, a nivel del mar, donde los ganaderos sin acceso a pozos artesianos deben transportar el agua en tinacos para mantener hidratados a sus animales.
Ante este panorama, los ganaderos están redoblando sus esfuerzos y adoptando medidas preventivas para enfrentar los desafíos que presenta la temporada de estiaje en la región y evitar la muerte de sus animales.
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