fbpx

Estado de los ESTADOS

Lilia Arellano

*AMLO, héroe de Pejelandia

*Descaradas mentiras en el octavo “informe”

*Sin avance en la solución de todas las crisis

*Siguen a galope corrupción e inseguridad: IP

Luego de 506 conferencias propagandísticas mañaneras –incluyendo la de hoy- , donde se expresaron más de 37 mil afirmaciones falsas, no debería  extrañarnos fuera en su octavo mensaje nacional, con motivo de la conclusión de su segundo año de gobierno, López Obrador construye a base de mentiras un país ficticio y de ensueño: Pejelandia, el cual nada tiene que ver con el México actual, en donde él es el héroe nacional por excelencia de la auto denominada cuarta transformación y todos los ciudadanos lo apoyan, lo aplauden, están felices y viven en mejores condiciones a las registradas en los regímenes neoliberales. El tabasqueño se ha esforzado a lo largo de todos estos meses por ser considerado un líder histórico, mesiánico, moral, y ha dejado de lado las simples responsabilidades constitucionales para las que fue electo.

No hubo ni hay en su discurso ni en sus actitudes la mínima reflexión de autocrítica, ahogado en su auto exaltación a basadas en farsas: “la economía mexicana viene saliendo del hoyo” -tras el golpe financiero arrastrado desde el 2019 y recrudecido por la pandemia; “no nos hemos visto rebasados por el Covid-19” –y los reflectores internacionales los de la OMS pidiendo seriedad-; “hemos ahorrado un billón 300 mil millones de pesos en dos años”, -por cierto nadie sabe dónde están-; o “la mayoría de los mexicanos está respaldando nuestro gobierno”-resultado de encuestas muy caras debidamente pagadas-. También: “Ya no hay masacres”; “no se tolera la corrupción”; “no se han violado derechos humanos”; o “se auspicia la igualdad de género”. Estas cuatro afirmaciones, desmentidas con los datos duros respaldados en reportes oficiales.

México vive una tragicomedia con un solo actor: López Obrador, quien sigue su estrategia de dividir al país haciendo una diferenciación con el pasado y reprochando a la oposición “conservadora”, a la cual por cierto ha logrado unificar en su contra. No hay duda, la reversa también es cambio y este lo resiente la mayoría de la población. En su mensaje desde el patio central de Palacio Nacional, donde se le rindieron honores por ser un “inmenso estadista”, sostuvo: “Es un timbre de orgullo el que, a pesar de la crisis sanitaria y económica –siempre olvida la de seguridad pública- que provocó la pandemia y con todo el sufrimiento causado, no dejamos de trabajar para consumar la cuarta transformación de la vida pública de México. Se ha logrado transformar a México”. Aunque la terca realidad se empela en mostrar un plan nacional incumplido en su mayoría, como tampoco se ha enfrentado con la ley en la mano a la corrupción y su pareja, la impunidad. Los registros sobre actos ilícitos cometidos en el pasado y reproducidos en el presente no se presentan ante el Ministerio Público, todo es mediático y, obviamente, contrapuesto con la honestidad y su reciente publicación, la guía de ética, así con minúsculas.

La afirmación de existir bases de la transformación respaldadas en el respeto a la Constitución tiene también sus “asegunes. “hay legalidad y democracia –¿cuantas miles de palabras deberían utilizarse para exhibir las violaciones a la ley llevadas a cabo durante estos dos años? ¿puede hablarse de democracia cuando se instruye al Tribunal Electoral a darle registro como partido político a 3 organizaciones desechadas por el INE ante los incumplimientos a la reglamentación actual?; “se garantizan las libertades y del derecho a disentir” –no son pocos los analistas, articulistas, columnistas, despedidos de sus medios de comunicación por ejercer tanto la libertad de expresión como su derecho a mostrarse inconformes con la forma de gobernar de López-; “hay transparencia plena y derecho a la información” -¿transparencia con el mas alto porcentaje registrado en la administración federal de asignaciones directas? ¿con el ocultamiento del destino final de muchos recursos, entre ellos los captados por la venta de boletos de la rifa del avión, o de los ahorros, o de lo captado en el instituto donde se roban lo recuperado para devolverle al pueblo lo robado o el destino de los decomisos?

“No se censura” –un día sí y otro también se ejerce esta práctica contra los medios de comunicación en los cuales se lleva a cabo la práctica de investigación periodística, se califica a los editores y a sus colaboradores, se les agrede, se les acusa inclusive de la recepción de “moches”, llamados también “chayos”- –aunque todos los días arremete contra los medios de comunicación-;  “no se violan derechos humanos” –peros siguen acumulándose las denuncias, y quienes pelean por ellos sufren agresiones policiacas y detenciones-; “no se reprime al pueblo -¿y lo registrado en Chihuahua, por ejemplo?; “no se organizan fraudes electorales” –le faltó el “todavía” porque desde el templete presidencial mañanero realizado fuera de Palacio Nacional se escucharon expresiones advirtiendo se hará lo posible por evitar el regreso del PRI, del PAN o del PRD al gobierno ¿eso no es intervencionismo electoral y un delito? .

Resaltó cifras astronómicas de ahorro para el país gracias a la austeridad de su gobierno. “Hemos ahorrado en dos años un billón 300 mil millones de pesos en compras y contratos reduciendo al mínimo el robo de combustible, disminuyendo drásticamente la defraudación fiscal y otras malas prácticas dañinas que proliferaban en la Hacienda Pública en el antiguo régimen”.  Nadie sabe donde están esos recursos o dónde se invirtieron, aunque en lo referente al robo de combustible la información de la petrolera advierte éste se sigue llevando a cabo y ocasiona pérdidas por 100 millones de pesos diarios, estos datos surgen de los registros de Pemex y va en contra de la afirmación presidencial sobre la anulación del huachicoleo, éste se sigue practicando y el verdadero daño está en el realizado desde las mismísimas plantas, desde donde se cargan buques completos y en el control sobre la mayoría de tomas clandestinas debidamente administradas por el sindicato en manos del intocable Romero Deschamps.

Y el colmo, presumió la extinción de fideicomisos y fondos, porque -señaló aún sin presentar prueba alguna-, “se manejaban de manera discrecional y deshonesta; a consecuencia se han podido liberar recursos en beneficio del pueblo”. También olvido decir en dónde están esos recursos o en que se invertirán. Mientras, fueron totalmente desdeñados los beneficiarios de esos fondos y fideicomisos, entre ellos científicos, investigadores, deportistas de alto rendimiento, artistas, víctimas de la inseguridad, entre otros. Els egundo golpe, seguramente causante de una crisis del sector salud sin precedente, se dio con el decreto en el cual, a partir del primero de diciembre se cancela el pago de cuotas de recuperación en los hospitales de alta especialidad. Con ello, logrará el gobierno de López se evite la modernización, actualización, adquisición, mantenimiento de equipos modernos, con tecnologías nuevas, de alta generación. Un par de años y estos hospitales habrán de ver reducida la fama ganada durante décadas y aunado a ello se presentarán las renuncias de galenos impedidos de mantener su exitosa labor de salvar vidas, de otorgarle a los enfermos una mejor calidad de vida.

Sin estrategia ante

Ola de violencia

En materia de seguridad, en su intervención López Obrador reconoció que el homicidio doloso, el feminicidio y la extorsión son temas a los cuales  no ha podido hacer frente, y admitió aún falta mucho para pacificar al país. Reportó que el homicidio doloso aumentó 3.8%, el feminicidio 8.9% y la extorsión 21%. Es la primera vez que admite este hecho. A lo largo de esta administración, la violencia homicida se ha mantenido e incluso ha roto records. El país registra un promedio de 3 mil asesinatos por mes. A este ritmo se superan holgadamente las ejecuciones totales en los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Según el tabasqueño, disminuyó el robo a casa habitación, el robo en transporte público, el robo de vehículo, el robo a transportistas, el robo a negocios y el secuestro, aunque evitó señalar esta reducción se debe al confinamiento por la pandemia.

La Guardia Nacional no es más que una extensión de las Fuerzas Armadas, pues el grueso de su personal conserva plaza y salario de la Sedena y la Semar. Lo peor de todo es que la GN no fortalece el control del Estado sobre el territorio, pues está desplegada en gran media en zonas urbanas donde realiza funciones sustitutas de la policía. En suma no hay una nueva estrategia contra la violencia para lograr la pacificación del país: sigue utilizándose ampliamente al personal militar en tareas de seguridad pública; se mantiene el despliegue permanente de fuerzas federales en buena parte del país ; permanece la política de decapitar grupos criminales cuyas cabezas logran sustituir inmediatamente y se centran en una supuesta cooperación con agencias estadounidenses, cuando éstas son de cumplimiento de órdenes.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *