Lilia Arellano
*Tercer año: cuesta arriba
*Medio millón de empresas cerrarán este año y será peor en 2021: CEPAL
*Urge cambio de política económica; PIB caerá hasta -9.3%
*La corrupción enraizó en la 4T: acumula 7 mil 979 denuncias
Siguen presentándose cierres de empresas y no se trata solamente de las nacionales, extranjeras como la norteamericana Best Buy, han decidido salir de México, dejar de operar las 49 sucursales montadas el próximo 31 de diciembre. Sus directivos se sienten satisfechos de haber logrado durante su permanencia de 13 años conformar un equipo en permanente capacitación, exitoso. Sin embargo y a raíz de la pandemia han señalado les es imposible sostener una plantilla de más de mil empleados, los cuales han sido liquidados en términos “más favorables a los establecidos por la ley”. Ahora bien, la partida de esta marca tiene otras características reproducidas suficientemente en el terreno empresarial: cero apoyo gubernamental y estímulos para empresas y la creación o conservación de empleos, rampante inseguridad, cambiante marco jurídico, un clima antiempresarial, un gobierno central antagónico y bélico, promoción de reglas económicas draconianas sin consenso de ningún tipo, centralismo, burocratismo extremo, discurso político divisivo y nada conciliador, cero respeto a las garantías individuales, un esquema fiscal de corte confiscatorio, instituciones debilitadas, caudillismo, impunidad para los bloqueos de trenes, los tomacasetas, los cierres de autopistas, es decir, tolerancia plena para quienes obstaculizan las actividades económicas y las vías federales de comunicación.
Ha resultado emblemático este cierre y vaticina claramente el tercer año de la actual administración federal será cuesta arriba para los mexicanos. La recuperación de la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus y la recesión económica, agravada por la deficiente estrategia del presidente López Obrador, será lenta y prolongada. Todo parece indicar se llevará el resto del sexenio para alcanzar en los sectores productivos los niveles registrados cuando el tabasqueño recibió al país. La estrategia en cuanto a la atención de la ola de violencia, la cual tiene entidades convertidas en verdaderos cementerios, deberá modificarse pues la actual gestión federal se encamina a ser la de los más altos índices de delitos de alto impacto en la historia. La elección federal intermedia de 2021 será todo un referéndum al gobierno de la autodenominada cuarta transformación, la cual ha deteriorado en grado superlativo el nivel de vida de los trabajadores y familias mexicanas. Veremos si las dádivas a la población beneficiada a través de los programas sociales implementados por el Ejecutivo federal será suficiente para mantener el control de la Cámara de Diputados, o ésta tendrá un cambio significativo con una oposición mayoritaria, para dar paso, realmente, a un contrapeso al autoritarismo, las ocurrencias y deficiencias del inquilino de Palacio Nacional.
Lo resentido en México, agravado por la pandemia del Covid-19, debe llevar a cambiar la estrategia económica concebida desde el 2018, antes de presentase la mayor crisis de los últimos 90 años. El saldo del primer tercio de la 4T es totalmente negativo: hay más pobres, más desempleo, más enfermos y más muertos, muchos más de los que se pudieron prever. Todo el aparato productivo tiene afectaciones diversas, excepto tal vez el que está ligado al acuerdo comercial con EU y Canadá. Nada tiene para presumir López Obrador, excepto tal vez la estabilidad macroeconómica heredada por sus antecesores y a cual aún no ha podido deteriorar. Pese a sus reiteradas promesas de campaña y de gobierno, le ha resultado imposible lograr estabilidad y crecimiento económico e inclusive detener la fuga de capitales y la salida de empresas extranjeras. La crisis sanitaria y las erróneas decisiones de política económica, profundizaron el mal desempeño de la economía observado en 2019.
Las fuentes de empleo, las empresas, han resentido un impacto brutal por la pandemia. De acuerdo con el Inegi, el 93.2% de las empresas de los sectores de la industria, comercio y servicios sufrieron afectaciones. De ese total, el 91.3% registró disminución de ingresos y el 72.6% baja demanda. La mayor pérdida de ingresos la registraron las microempresas (92%); le siguieron las medianas y pequeñas (87.8%) y luego las grandes empresas (35.9%). Sólo el 7.8% de las unidades productivas recibió apoyo del gobierno de AMLO, quien advirtió, una y otra vez, no rescataría a empresas y tendrían que rascarse con sus propias uñas. Al mes de junio, el IMSS había reportado el cierre de casi 10 mil (9,984) empresas formales. En promedio, 163 compañías al día, desaparecieron entre abril y mayo.
De acuerdo con los expertos la quiebra de empresas persistirá el próximo año. Los empresarios hacen hasta lo imposible por mantenerse ante la negativa gubernamental de implementar programas de apoyo. Algunos negocios sobrevivirán y saldrán adelante, con un regreso a la actividad razonablemente satisfactorio, mientras otros habrán de redefinir el rumbo de acuerdo con las nuevas circunstancias. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), calcula el cierre de medio millón de empresas durante este año. Y el próximo año será peor al propiciarse a causa del estancamiento la falta de pago a acreedores y proveedores, lo cual pegará también al gobierno pues el fisco se quedará sin la suficiente fuente de ingresos. El círculo vicioso tiende a cercar tanto a la población como a las empresas y al gobierno.
Urge cambio de
política económica
La modificación de la política económica debe realizarse dada la actual situación de la sociedad mexicana, de la economía, del entorno social, de la inseguridad, de la salud pública y de las nuevas relaciones internacionales del país, con un nuevo presidente de Estados Unidos como Joe Biden. López Obrador debe dejar de lado su conducta mesiánica y autoritaria y analizar con detenimiento los objetivos y prospectiva planteados en documentos oficiales como el Plan Nacional de Desarrollo, el cual no se ha cumplido sino en una mínima parte, o los Criterios Generales de Política Económica, donde se planteaba como objetivo fundamental el crecimiento del PIB del país entre 2% y 4%, lo cual no se cumplió. Al cierre de este 2020, el crecimiento económico real del país será de -4.5% y el próximo año es muy difícil sea mejor a un menos 2%. Los especialistas como José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, esperan que la primera mitad del sexenio termine con un crecimiento promedio negativo.
La recesión en México, con una contracción esperada de 9.3% del PIB este año, no es sólo consecuencia de la pandemia por el coronavirus, que impactó en la economía mundial, sino de la política económica aplicada por el gobierno de López Obrador. En su primer año de gobierno, la economía retrocedió -0.3% aunque la Secretaría de Hacienda ofreció un crecimiento de 2.5% en los Criterios Generales de Política Económica. Las fallas en las previsiones del gabinete económico de AMLO el año pasado y durante el presente, así como la política seguida ante la emergencia sanitaria, impactaron en un incremento de la pobreza laboral. De acuerdo con el Coneval, en el tercer trimestre de este año, “la proporción de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo” se ubicó en 44% del total. Desde la implementación de este indicador es la primera vez que da a conocer estos resultados. Por supuesto que la precarización de la población y la disminución del PIB nunca fueron considerados en la planeación del gobierno lopezobradorista.
López Obrador deberá analizar y revisar la relación de México con Estados Unidos, con el ascenso al poder de Joe Biden en la presidencia de la primera economía mundial. Esta relación es crucial para la economía mexicana y el poder político del hemisferio. La defensa a ultranza del ex secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, con la amenaza de revisar la política de cooperación bilateral en materia de combate al narcotráfico y expulsar a los agentes de la DEA, la CIA y otras agencias estadounidenses, no parece ser la mejor manera de empezar una relación con el vecino y su nuevo gobierno.
De los pasillos
Despertar expectativas, esperanzas, ilusiones, sigue siendo la estrategia de AMLO. En el 2019, a principios de ese año, presentó un gran proyecto de infraestructura económica, multimillonario, atractivo. En los inicios del 2020 repitió la misma escena y presentó a iguales actores. Pero no se ha levantado un muro, tampoco se han generado los empleos prometidos sino todo lo contrario. Se criticó suficientemente aparecieran los empresarios de siempre, los del neoliberalismo, los amafiados con el poder, a ellos entregaba un ambicioso paquete, uno de miles y miles de millones de pesos, pero todo quedó en la imaginaria. Ahora son otros 29 proyectos de infraestructura, donde dicen se invertirán 228 mil 532 millones de pesos. A estos 29 le suman otros 39 anunciados en octubre, aunque solamente ubican uno, el de la terminal de gas natural en Ensenada, Baja California. El presidente del CCE, celebró el anuncio de los dos paquetes, tal vez a la espera de formar parte de los invitados aunque, sin inversión inicial del gobierno, ya se vio, no hay nada…
A pesar de los discursos lópezobradoristas, la corrupción enraizó también en esta administración federal. Así lo confirman las denuncias por corrupción contra funcionarios presentadas ante la Secretaría de la Función Pública: son siete mil 979 expedientes abiertos, de los cuales apenas dos mil han sido sancionados. De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2019 se reportaron tres mil 227 denuncias, es decir, un 38.5 por ciento más que en el último año de gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto. En los dos años de la actual administración federal suman siete mil 979 denuncias y se han sancionado sólo a dos mil 261 de los involucrados, es decir, 30 por ciento de ellos. “El ciudadano está desilusionado con el tema de las denuncias porque no ve una reacción o un resultado rápido”, sostiene Jesús Flores, presidente de la Convención Nacional de Fiscales Anticorrupción….
Y hablando de corrupción en la 4T, en 2019 se adjudicaron en el Programa Sembrando Vida 3 contratos directos a una sola empresa por $628.4 millones, el 53% de todo lo erogado en ese año. Y el presupuesto aprobado para este año a este programa es de 28 mil 504 millones de pesos, y registra un “alto riesgo de corrupción”, opacidad, ambigüedad y manejos irregulares, lo mismo en la entrega de apoyos económicos a los campesinos beneficiado, sus padrones, objetivos, pero también en los procesos de adjudicación de la proveeduría, donde contratos millonarios se entregan de manera directa y a un solo proveedor, advierte el Laboratorio de Políticas Públicas…