Lilia Arellano
*Saldo Lopezobradorista fúnebre, trágico, nefasto
*Pandemia repunta en 20 estados
*Prevalece incertidumbre para el resto del sexenio
Este 1 de diciembre se cumplen dos años del arranque del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, un tercio del periodo constitucional, y como puntualmente señala Porfirio Muñoz Ledo, la cuarta transformación del país no se ve por ningún lado. Lo visto hasta hoy es un bienio con un saldo fúnebre, trágico, nefasto y adverso para los mexicanos. El mal manejo de la pandemia dejará al final de este año 280 mil muertes; la desatención de la violencia convierte al territorio nacional en un cementerio clandestino, los asesinatos superan los 64 mil en esta gestión, números mayores a los registrados en los periodos de los malos, de los de antes, de los neoliberales. La crisis económica empujó a 12 millones de personas de la clase media a la pobreza y otra cantidad similar a la pobreza extrema; el Producto Interno Bruto (PIB) del país tendrá una contracción de alrededor del 10 por ciento; decenas de miles de empresas fueron dejadas a su suerte por la administración federal y quebraron, arrojando a la calle a millones de trabajadores sin medios de subsistencia, ni siquiera en el sector informal.
En los comicios de 2018, los mexicanos eligieron a un presidente, con obligaciones constitucionales y tenían la esperanza de haber seleccionado a un estadista, pero no. AMLO en la Presidencia se ha convertido en un personaje autoritario, mesiánico, ocurrente, cínico y mentiroso, centrado sólo en la ampliación y conservación de su poder, sin importarle el Estado de Derecho, al cual hace a un lado, ha roto con la división de poderes y los preceptos legales. Nada hay para celebrar al concluir el segundo año de gobierno Lopezobradorista. Se cumplen 730 días de promesas incumplidas, discursos estigmatizantes y criminalizantes, abandono absoluto de las víctimas y de la agenda de derechos humanos, así como la destrucción y cooptación de instituciones clave. Tal vez lo más significativo de su administración es el pésimo manejo de la pandemia por Covid-19, con lo cual enlutó a otros miles de hogares mexicanos. Muchas de las muertes por esta causa se pudieron evitar de no haber seguido el “modelo centinela”, implementado por Hugo López-Gatell, tal vez el funcionario más repudiado de este gobierno y quien ahora enfrenta sendas demandas penales por su irresponsabilidad, presentadas tanto por ciudadanos como por partidos políticos y legisladores federales.
Es inadmisible sea después de más de nueve meses del surgimiento de la pandemia nos encontremos cada día en una situación mucho peor en tanto el discurso presidencial, el oficial del sector salud, intenta convencer a la población de todo lo contrario. Hace una semana las alarmas se encendieron al registrarse 10 mil infectados en 24 horas, al día siguiente, 9 mil, el miércoles anterior 10 mil 934 y el viernes todas esas cifras se superaron llegándose a la infección de más de 12 mil mexicanos. El semáforo se maneja como les viene en gana y ni que decir de las aseveraciones sobre la compra de vacunas, con relación a los supuestos millones designados en la imaginaria o ilegalmente, porque en el PEF no hay un céntimo dedicado a estas adquisiciones.
Van 504 mañaneras 104 homilías dominicales, 80 discursos pronunciados en fin de semana y más de 30 mil mentiras. Los calificativos, las ofensas, las instrucciones al Poder Judicial, los ordenamientos para abrir o cerrar investigaciones, los perdones, los auto-desmentidos, las exigencias y agradecimientos al Poder Legislativo por el cumplimiento de los caprichos y el otorgamiento de “manos libres” al manejo de las arcas públicas, son incontables.
Ola de violencia
Respecto al manejo de la ola de violencia resentida en territorio nacional, este se ha dejado de lado completamente. Empezando por el incumplimiento de regresar a los militares a los cuarteles y la promesa de desmilitarizar al país. López Obrador ha optado por lo contrario: incrementar la militarización, la creación de una Guardia Nacional completamente a las órdenes de las jerarquías militares, el ex secretario de Seguridad, hoy aspirante al gobierno de Sonora, Alfonso Durazo, siempre fue un cero a la izquierda, y la nueva titular, Rosa Icela Rodríguez, no aparece aún y todo indica será también una figura de ornato. El combate a los cárteles del narcotráfico se ha dejado al garete y lo peor: el gobierno federal se ha doblado ante ellos. Está el caso de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán, quien en octubre del año pasado, en un operativo realizado en Sinaloa, fue capturado y, posteriormente, dejado libre, por instrucciones del tabasqueño, o al menos eso dice él. Durazo sobre el particular se enredó en contradicciones, de las cuales lo único claro que se sacó fue que el Cártel de Sinaloa dobló a AMLO.
Corrupción
El combate a la corrupción ha sido sólo una bandera política y un recurso discursivo de López Obrador, pero lo peor es la actitud del tabasqueño al caer en las mismas prácticas de sus antecesores al encubrir la corrupción en su propia casa. El caso emblemático es el de su hermano, Pío López Obrador, quien luego de difundirse videos en los cuales se le observa recibiendo dinero en efectivo, el gobierno de AMLO lo ha encubierto, aunque diga lo contrario en sus conferencias de prensa mañaneras. No hay investigación en contra de él y sólo se espera una indagatoria por parte del Instituto Nacional Electoral. Otros casos son los del director de la CFE, Manuel Bartlett, y su hijo, contratista, entre otros del IMSS, ambos exonerados; la titular de la SFP, Irma Eréndira Sandoval y su esposo, también exonerados; la multiplicación de los contratos de asignación directa, que potencian la corrupción en la administración federal, y el manejo electoral de los programas sociales por parte de los superdelegados, también perdonados, no investigados y ahora premiados con candidaturas a gobiernos estatales.
La corrupción sólo se combate en “la huerta de mi compadre”, es decir en los gobiernos anteriores, aunque esta sea imparcial e incompleta. La persecución de Emilio Lozoya se diluyó al convertirse en delator; lo mismo sucederá con Rosario Robles, quien pretenden implicar a Luis Videgaray, el poderoso secretario de Hacienda de Peña Nieto; y de la morralla poco se conoce en este combate sólo útil para crear escándalos mediáticos. Ante los procesos que enfrentan en prisión, tanto en México como en el extranjero, Rosario Robles, ex titular de la Sedesol y Sedatu; Emilio Lozoya, ex director de Pemex en el sexenio pasado; y Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México, López Obrador ha expresado que “no se le persigue a nadie”.
Profunda crisis
La recuperación de la profunda y amplia crisis económica en México, que ha arrojado a la pobreza y pobreza extrema a millones de mexicanos, será difícil y prolongada, consideró la Junta de Gobierno del Banco de México, quien advirtió podría extenderse hasta mediados de 2024. Además, la recuperación comenzará a desacelerarse una vez se disipen los efectos de la reapertura. Persiste un entorno de incertidumbre y riesgo a la baja para la actividad económica, destacando los riesgos de un rebrote de la pandemia, la cual repuntó en 20 entidades de la República, y bajó los ingresos del 73 por ciento de los hogares.
El impacto de la pandemia continúa afectando el financiamiento a las empresas, destaca el contenido de la minuta número 89 de la Reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México. Eso ha afectado a las pequeñas y medianas empresas. El crédito de éstas registró una contracción anual de -6.3 por ciento, y no hay señales claras de mejora. Los integrantes de la Junta externaron su preocupación por la situación de Pemex y advirtieron constituye un riesgo para la calificación soberana. Destacaron la posibilidad de que la empresa requiera de apoyos fiscales adicionales, lo cual podría afectar a las finanzas públicas.
La Junta de Gobierno de Banxico resaltó la actividad económica permanece por debajo de los niveles previos a la pandemia. En el periodo de enero-septiembre de 2020, el PIB fue casi 10 por ciento inferior al registrado en el mismo periodo de 2019, y disminuyó 8.6 por ciento a tasa anual en el tercer trimestre de 2020.
¿Cuál 4T?
Porfirio Muñoz Ledo aseguró: dos años después de que Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente de México, “la gente de abajo –que tiene muy buena voluntad y mucha fe- sigue creyendo en la cuarta transformación”, pero ésta simplemente no se ve, pues no se registran pasos contundentes había el fin del neoliberalismo. El ex diplomático y actual diputado federal de Morena, lamentó en el gobierno prevalezca la “arbitrariedad” al aplicar políticas públicas y sea la bancada de Morena en San Lázaro un “eco servil del Ejecutivo”. El legislador observa, en cambio, decisiones de políticas públicas en las que priva “la arbitrariedad” sobre la razón. Y pone como ejemplos la imposición de un “presupuesto recesivo” y la eliminación a rajatabla de 109 fideicomisos. En una entrevista realizada en su residencia en Lomas de Chapultepec, Muñoz Ledo lamenta Morena haya adoptado un pensamiento único.
Explica: un Estado más compacto, mejor organizado, menos clientelar, conlleva a una mayor inversión pública para equilibrar la economía del país, pero en cambio se ha optado por rigidizar el gasto público. La extinción de los fideicomisos fue una exhibición del autoritarismo del gobierno de López Obrador enfocado en concentrar recursos económicos para sus programas sociales y obras faraónicas, como también se exhibió en la conformación y aprobación del Presupuesto Federal 2021. De nada sirvieron las continuas protestas de investigadores, científicos, artistas, víctimas de la violencia, deportistas de élite, ante la decisión del tabasqueño, quien sin pruebas estableció la existencia de corrupción en el manejo de los fondos y los 109 fideicomisos.
Muñoz Ledo critica también el “dedazo”, visible en la selección de los candidatos a gobiernos estatales. También se dice extrañado de la guía ética difundida y mandada a hacer por el gobierno federal, toda vez que, asegura, Morena hace todo lo contrario a lo que ahí se señala, pues, dice, “es un ejemplo de corrupción y de podredumbre”.