Cuauhtémoc Rea Salgado
TECPAN. La siembra y cosecha de tabaco llegó a ser una de las principales actividades económicas de los pobladores de la comunidad de Nuxco en las décadas de los años 50, 60 y 70. Sin embargo, hoy las hojas de tabaco sólo están en la memoria de la gente adulta de esa población.
Humberto Cisneros Serna, de 76 años, recordó que en ese pueblo un buen porcentaje de la población se dedicaba al cultivo de la hoja de tabaco de la que obtenían buenas ganancias durante la segunda mitad del siglo pasado.
Contó que después de la siembra de arroz, la de tabaco llegó a ser la segunda actividad económica en importancia para los pobladores que aprovechaban la humedad del suelo, en las zonas conocidas como bajiales, que son áreas cercanas al mar y que generalmente los agricultores las usan para el cultivo de arroz, frijol y tabaco.
Sin embargo, abundó que esa industria poco a poco se fue a la baja, hasta que desapareció casi totalmente, al grado de que actualmente son dos o tres mujeres las que ofrecen las hojas de tabaco en las calles.
Narró que en aquellos años la cosecha de la planta de tabaco se hacía cada tres meses, y el proceso que se efectuaba para obtener los diferentes productos como puros, cigarros u otros, era una actividad que integraba a todos los miembros de las familias, siendo una actividad integral.
Una vez cortada la hoja de tabaco se colocaba en recipientes con agua, en los que los menores de la casa brincaban sobre ellas; las mujeres se encargaban de plancharlas y ensartarlas en mecates. El padre se dedicaba al cultivo y finalmente a la venta del producto en los mercados locales y, de ser posible, los llevaban a las plazas de otros municipios de la región.
La gente compra las hojas y las usa en lo que quiere. Unas personas hacen puros, otros usan las hojas para hacer remedios caseros y hay gente que las usa para masticar, pues cuando se realiza una actividad o trabajo masticar tabaco estimula la salivación y eso previene la deshidratación, incluso, hay personas que las buscan porque entre sus bondades es eficaz para alejar a los chaneques, así como para contrarrestar los efectos de cuando “juegan” a una persona, relató.
En entrevista, indicó que desde que se industrializó y diversificó la producción de puros y cigarros, la actividad tabacalera en Nuxco se fue a la baja paulatinamente hasta casi desaparecer.
Consultada sobre los efectos para contrarrestar a los chaneques, Maura Venegas Casarrubias, la única que vende esas hojas en el mercado, aseguró que el tabaco es lo más eficiente que existe para ahuyentar a los chaneques; basta colocar, añadió, una hoja enrollada en la oreja. El humo del tabaco se usa para curar a la gente que fue jugada por esos seres. Mucha gente aún busca las hojas para efectuar ese tipo de trabajos, acotó la comerciante.