El pode del Presidente y la Suprema Corte de Justicia de la Nación  

Trinidad Zamacona López

“La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie. Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella. A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas. Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo, Montesquieu”

Las freses que Usted lee en el párrafo anterior son del “Filósofo y político francés nacido en enero de 1689. Su nombre completo es Charles-Louis de Secondat, barón de La Brêde et de Montesquieu”. Aquel que fue proveniente de una familia acomodada de la época, mejor conocido en el mundo jurídico como “Montesquieu”.

“La teoría de charles fue unos de los principales aportes a la democracia, en su teoría sobre los tipos de gobierno republicas, monarquías y despotismo, también sobre poderes del estado y la distribución jurídica de las funciones ejecutiva, legislativa y judicial, gracias a esos apartes tenemos un gobierno con democracia en el cual nos permite expresar nuestra opinión y que sea escuchada”. De lo contrario tendríamos a un dictador, autoritario, el que impone su ley no se puede decir un demócrata.

Esto lo decimos porque en los tiempos actuales en los que se vive una democracia de la que ya habíamos tenido experiencia de que no funciona, la concentración del poder en un solo hombre que, legisle, que sea el poder judicial, que diga quien es bueno y quien es malo, si ese que se arrepiente de proponer ministros que no saben interpretar a la cuarta trasformación; quizás la frase de que si no estás conmigo, estas en mi contra.

Si no se respetan la funciones y atribuciones de un poder a otro, es intromisión, si se le dice a un poder lo que tiene que hacer es autoritarismo, si no se escucha al pueblo y se hace la voluntad del soberano, es dictadura; los gobernantes deben de entender que se les elige para cumplir y hacer cumplir la Constitución y la leyes que de ella emanen; no respetar la Constitución, es ser autoritario.

Recientemente la Suprema Corte de Justicia de la Nación, discutió la presión preventiva oficiosa, (PPO), algo que está en el artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; con dicha discusión de que si se quita del texto de la Carta Magna, no le corresponde a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es primer lugar porque los Ministros no legislan, esa función le corresponde al Poder Legislativo, pero en este caso, los legisladores no son expertos en discutir la Prisión Preventiva Oficiosa, es decir lo que está en la Constitución lo hicieron los diputados y senadores, y los Ministros solo deben de interpretar el espíritu del legislador.

En la división de poderes de los que habla el francés Charles-Louis de Secondat, barón de La Brêde et de Montesquieu, es precisamente de que los poderes no se deben de invadir la competencia de sus facultades y atribuciones, y es lo que en nuestro país no se está respetando, lo diremos en nuestras líneas, esperando que se nos entienda por qué el mandatario se ha entrometido en todos los poderes en sus funciones y atribuciones.

Cuando el Presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que la Guardia Nacional por decreto pasaba a formar parte del Ejecutivo Mexicano, aquí lo escribimos en este diario, y dijimos que ese no era el proceso; no porque estemos en contra de él o de sus decisiones, lo que haga o deje de hacer el mandatario federal, debe de beneficiar a los más, y de perjudicar debe de ser a los menos, lo expresamos porque el  –Presidente– tampoco legisla igual que la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pero en los hechos el mandatario le ha dado instrucciones, recuerden que ha pedido que a sus iniciativas no se les cambie ninguna coma, o algún punto. Pero con respecto a la Guardia Nacional, expresamos que eso no era el medio o el procedimiento, me refería al decreto, no porque no tenga facultades para cambiar la forma de las secretarías que dependen del ejecutivo de forma directa, puede crear o desaparecerla a la hora que él quiera, es su administración publica, pero no debe de tocar la Constitución, si esta la dependencia en la Carta Magna, debe de respetar lo que dice la misma, es decir la Guardia Nacional está en la Ley Fundamental,

El tiempo nos dio la razón, –López Obrador– mandó una iniciativa a la Cámara de Diputados para que se reformarán diversas leyes para que la Guardia Nacional ya no sea civil y forme parte del Ejercito Mexicano, “Voy a emitir un acuerdo para que ya por completo la Guardia Nacional dependa de la Secretaría de la Defensa”; las justificación pueden ser varias, no importa si dio resultados o no dio resultados, el que sea civil y ahora sea militar obedece a muchos factores no solo a que los delitos aumentaron y la Guardia Nacional, no ha sido factor de pacificación del país.  

Cuando el –Presidente– era candidato a la Presidencia de la Republica, decía que los militares debería de regresar a los cuarteles, eso es cosa es del pasado, y no solo lo decía él, lo decían muchos morenitas, Mario Delgado, Dirigente de Morena, Citlalli Hernández, también dirigente de Morena, e incluso alguien que en aquel entonces se oponía siendo legislador a que los militares estuvieran en las calles esa persona era Manuel Bartlett, de que los militares hicieran tareas que le corresponden a las policías estatales o municipales, y que eso era un peligro para la sociedad.

Tuvieron que pasar más de cuatro año para que el mandatario cambiara de parecer de pedir antes como candidato que el ejército volviera a los cuarteles, “(y que llegando a la presidencia lo primero que haría es regresarlos a los cuarteles9 y ahora diga que el ejército haga funciones de seguridad en materia civil en las calles, y esto se debe a muchos factores.  

El mandatario federal no se imaginó el gran problema que representaba la inseguridad en nuestro país, las bandas delincuenciales se apoderaron de país, “aquí escribimos lo que el Estado le cedió a la delincuencia organizada” por ello es que el único que puede enfrentar a la delincuencia organizada es la Marina y el Ejercito, la pregunta es por qué la Guardia Nacional no pasó a formar parte de esa institución, que en realidad es la que más ha detenido a grandes capos mexicanos y no el ejecito mexicano.

La Constitución establece que la Guardia Nacional, debe de tener un mando civil, ahora será militar, por ello es que pasó el proceso legislativo, aunque fue rápido, ese era el camino, por ello digo que el tiempo nos dio la razón, lo constitucional y  jurídico es lo que debió hacer desde un principio, para que el mandatario no se viera como aun autoritario, no era el decreto la forma o la vía, era el proceso que debería de hacer el Congreso de la Unión; insistimos no es que seamos saurín o adivinos, es lo que establece la Norma Máxima que nos rige.

Bueno ahora hablemos del poder que tiene los presidentes en los grupos o en los actores políticos, o en los Ministros.

Recuerdan cuando –López Obrador– pretendió que el Ministro Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, se quedara más tiempo en el cargo, mencionó que se quedaría un año más, como Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; los constitucionalista dijimos que eso no era posible porque chocaba con lo que establecía la Constitución, de que el periodo de que entre los Ministros sacan a su Presidente pero ese periodo solo es de cuatro años, sin opción a ser reelecto. También lo publicó este prestigiado diario, siendo opiniones jurídicas constitucionales que no van más allá de analizar si lo que se está haciendo es o no contrario a lo que establece la Constitución de nuestro país. En sesión pública se determinó que eso no era posible que el Ministro Presidente cumpliría su periodo y se elegirá otro. Con eso se le dijo el mandatario que no se metiera con el Poder Judicial que su independencia esta para defender la supremacía constitucional y que ellos se manejan aparte, eso no le basto al Presidente y persiste en su afán de mandar en todo.

Lo anterior lo decimos porque el mandatario federal, recientemente dijo que el Poder Judicial Federal, estaba intestado de corrupción; además de que se arrepentía de haber propuestos a los Ministros que envió como reemplazos de varios Ministros en retiro; después el subsecretario de seguridad pública federal Ricardo Mejía Berdeja, exhibió en la mañanera a los jueces con nombres y apellidos que según ellos han dejado libres a los delincuentes poniendo en riesgo a dichos juzgadores, nos podrán gustar o no las resoluciones que estos emiten, pero el gobierno no tiene derecho a ponerlos en peligro con exhibirlos, antes de llegar a ellos existe el Ministerio Público que tiene otras obligaciones y facultades como es el de integrar una buena carpeta de investigación. Este enojo del –Presidente– porque se estaba discutiendo la Prisión Preventiva Oficiosa, y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, determinó en el caso de Daniel García Rodríguez y otros contra México, que debería de eliminar la (PPO) del artículo 19 de la Constitución por ser violatoria de los Derechos Humanos, lo que no le gusto al mandatario federal, llegando a decir que esos organismos están de floreros y se refieren que no están mediando en la paz contra Rusia y Ucrania.

Eso dio motivo a que la ministra Norma Lucía Piña y el ministro Luis María Aguilar anunciaron el retiro de sus proyectos de sentencia en los que proponían invalidar la prisión preventiva oficiosa a partir de diversos argumentos, no llegaron a los consensos para ser votados, lo que si le gusto a –López Obrador– felicitó a los Ministros por la obediencia a ciegas, él había dicho que quitarla del artículo en mención dejaría a muchos presos libres, y que dejarían a la sociedad en manos de la delincuencia.

Por lo anterior ningún proyecto se votó y se retiraron, es una facultad del Poder Judicial, pero quedaron mal parados pues se ve el sometimiento de un poder sobre otro, y eso no es bueno en una democracia que apenas iba teniendo confianza en la sociedad. El Poder del Presidente se nota en todos lados, el someterlos a su antojo es evidente, “La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie. Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella. A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente antes que escucharlas. Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo, Montesquieu”.

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