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EL MOVIMIENTO DE REGENERACIÓN NACIONAL (MORENA)

César Antonio Aguirre Noyola

A CASI 8 AÑOS DE SU FUNDACIÓN COMO PARTIDO POLÍTICO, NO ENCUENTRA SU CONSOLIDACIÓN INTERNA COMO TAL

Desde su origen, el movimiento tuvo el propósito de promover la candidatura de su fundador, Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones federales de México en julio de 2012. Sus dirigentes mayoritariamente provienen del Partido de la Revolución Democrática (PRD)

El 9 de julio de 2014 el INE declara la procedencia constitucional y legal de los documentos básicos de aquella organización social para acceder a la fundación del partido político nacional denominado Movimiento de Regeneración Nacional, cuyas siglas son MORENA, identificado con el ala de la izquierda (antisistémico).

Revisando la historia política mexicana encontramos que el Partido Revolucionario Institucional se crea el 18 de enero de 1946 (aun cuando celebran su creación el 4 de marzo de cada año, y es creado desde el poder por el Gral. Manuel Ávila Camacho). Es un partido que tenía como antecedente inmediato al Partido de la Revolución Mexicana, PRM (creado por el Gral. Lázaro Cárdenas del Río el 30 de marzo de 1938) y como antecedente primigenio al Partido Nacional Revolucionario, PNR (ideado en el año de 1929 por Plutarco Elías Calles). En otras palabras el PNR es el abuelo del PRI, mientras que el PRM representa a su padre.

Después de la crisis política al seno del PRI, un grupo de dirigentes se escinde del instituto político en 1988 y generan un gran movimiento que desemboca en la construcción del Frente Democrático Nacional que enfrentaría, en ese mismo año y con el ING. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la cabeza, al candidato oficial, Lic. Carlos Salinas de Gortari, y cuyos episodios posteriores ya conocemos.

El círculo virtuoso (sería mejor decir “vicioso”) se repite: después de la elección presidencial de 1988, en la que se desprenden varios liderazgos del PRI para hacerle frente al mismo PRI, el 5 de mayo de 1989 Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, et al fundan el Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que se sumarían, también provenientes del PRI, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubón, Ricardo Monreal Ávila, etcétera. Posterior al proceso electoral federal 2011-2012, donde AMLO encuentra su segunda derrota en busca de la Primera Magistratura del país, el propio AMLO decide separarse del PRD, llevándose consigo a figuras emblemáticas de ese instituto político, tales como Marcelo Ebrard Casaubón, Ricardo Monreal Ávila, Luís Miguel Barbosa, Mario Delgado Carrillo, Claudia Sheinbaum Pardo, entre otros, y enarbola el movimiento social que identificó bajo el rótulo de Movimiento de Regeneración Nacional, movimiento que aglutinó a sectores apartidistas de la sociedad, actores políticos emigrados del PAN, PRI, PRD, PT, PV, MC, etcétera… es decir en su integración hubo de dulce, de chile y de manteca. En síntesis, después de esta breve reseña, puedo aseverar que el PRI es el abuelo del MORENA y el PRD su progenitor: así las cosas.

Esa mixtura o mezcolanza ideológica ha impedido al MORENA transitar de un gran movimiento amorfo a un partido político en toda la extensión de la palabra. El MORENA no tiene una uniformidad ideológica, de ahí las dificultades existentes para arribar a consensos; varias personas que encarnan los comités directivos estatales y municipales ya cumplieron con su estancia legal al frente de estos cuerpos colegiados de dirección partidista y no han podido ser renovados o relevados; el padrón de militantes no se encuentra definido (hay más de un padrón y se alteran con frecuencia); el liderazgo descansa en la figura de una sola persona, quien funge como caudillo, y todo se le consulta y tiene que ser avalado por él.

En el municipio de Zihuatanejo de Azueta, por citar un ejemplo, está al frente del MORENA la Profra. Bernarda Leovigilda Chávez Hernández, quien ya tiene un buen tiempo que estatutariamente concluyó su gestión. En este caso tanto los dirigentes estatales (quienes también están confrontados y divididos en esa esfera) como los municipales no han tenido la capacidad de organizarse y demandar —incluso presionar— a quienes ostentan los órganos internos encargados de llevar a cabo los procesos de reestructuración del ente colectivo de dirección partidista municipal… la razón, todos se sienten con suficientes méritos —incluso de sobra— para dirigirlo. Recientemente designaron como dirigente municipal en Zihuatanejo de Azueta a Otoniel Sánchez Pineda —de acuerdo con los estatutos sería un responsable provisional—, pero de inmediato, lejos de fortalecerlo, de cobijarlo y de armar una estructura representativa en torno a su persona para robustecer los trabajos partidistas y preparar la renovación estatutaria de las personas integrantes del comité, le llovió de todo por parte de algunos de sus correligionarios: descalificaciones, desconocimientos, en fin. Reza una frase muy socorrida en la jerga política, “no pichan, ni cachan, y tampoco dejan batear”.

Sabia virtud de conocer el tiempo.

César Antonio Aguirre Noyola

Investigador en materias política y electoral.

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