EL FIDEICOMISO BAHÍA DE ZIHUATANEJO

César Antonio Aguirre Noyola

“MUY DISTANTE DE SU OBJETIVO, MÁS CERCA DE SU COLAPSO”

SEGUNDA PARTE

El propio contrato de fideicomiso al que vengo haciendo referencia también especifica que las obras de urbanización en el área expropiada para los fines de la creación de servicios a la población fija, o sea las 1393-64-68 ha (mil trescientas noventa y tres hectáreas, sesenta y cuatro áreas y sesenta y ocho centiáreas), así como las 813-91-96 ha (ochocientas trece hectáreas, noventa y un áreas y noventa y seis centiáreas) de los ejidos de Zihuatanejo y de Agua de Correa, respectivamente, serían contratadas y ejecutadas por medio del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, S.A., mientras que las 480-00-00 ha (cuatrocientas ochenta hectáreas) y las 206-40-00 ha (doscientas seis hectáreas y cuarenta áreas) correspondientes en ese orden a los ejidos de Zihuatanejo y de El Rincón deberían contratarse y ejecutarse a través del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, FONATUR.

Es importante comentar que los cuatro decretos expropiatorios publicados en el DOF los días 1 y 2 de febrero de 1973, así como el contrato de fideicomiso de fecha 8 de agosto de 1974, en ninguna de sus líneas establecen literalmente que se constituye el Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo o el FIBAZI. La primera mención de la denominación completa de este fideicomiso que aparece en un instrumento legal, es la que está asentada en las actas de posesión y deslinde de los terrenos fideicomitidos, de fecha 11 de diciembre de 1975. Posteriormente, en todos los actos jurídicos donde forma parte el organismo —o donde se alude a él— se identifica con el nombre de Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo y/o con sus siglas FIBAZI.

A mi modo de ver, el fideicomiso que se constituyó mediante contrato de fecha 8 de agosto de 1974 en acatamiento a los decretos expropiatorios publicados en el Diario Oficial de la Federación los días 1 y 2 de febrero de 1973 —y que a través del tiempo se le ha dado el tratamiento como Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo o FIBAZI, precisamente para diferenciarlo de otros fideicomisos en los que Nacional Financiera, S.A., también actúa como fiduciaria y porque los terrenos expropiados se encuentran exactamente alrededor de la bahía de Zihuatanejo— es el mismo que se conoce en la actualidad como Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo o FIBAZI, tal como se hizo constar al deslindarse las superficies expropiadas y formalizarse su transmisión en la escritura pública número 43, 522 de fecha 31 de mayo del año 1976, otorgada ante la fe del Lic. Jorge Carlos Díaz y Díaz, Notario Público Número 27 del Distrito Federal e inscrita en el Registro Público de la Propiedad con el número 50 a fojas 42 (frente) Sección Primera del Distrito de Montes de Oca (ahora folio registral electrónico 29, 206 del Distrito de Azueta), y cuyos efectos surten ante terceros, documental que al final de cuentas es el título con el cual Nacional Financiera S.A., como fiduciaria en el Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo, ejerce los actos de administración y dominio del patrimonio fideicomitido.

El flamante director del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo, Ing. Sergio Legorreta Soberanis, quien atiende instrucciones de la Lic. Maricarmen Cabrera Lagunas, secretaria de Desarrollo y Bienestar Social del Gobierno del Estado, ha realizado un masivo despido de trabajadores del fideicomiso. Lo está haciendo sin respetar los derechos laborales de los empleados, sin escucharlos, violando derechos humanos y dignidad de las personas.

Al ingeniero Legorreta se le olvida que los puestos son pasajeros y que existen reglas procedimientos y formas para dar de baja a las personas que laboran en un centro de trabajo, así como que todos y todas vivimos y convivimos en Zihuatanejo. Se aferra a colocar personas que nada tuvieron que ver con la campaña política de la actual gobernadora, únicamente porque son recomendadas de su madrina política, el riesgo es que ignora que él sólo tiene una jefa, y esa jefa se llama Evelyn Cecia Salgado Pineda.

Además está colocando personas sin contar con la experiencia y perfil adecuados (en la siguiente entrega se expondrán los nombres), el ingeniero Legorreta intenta concentrar todos los recursos en la dirección del FIBAZI, a grado tal de que está ideando proponer la modificación del organigrama vigente, lo que denota que intenta servirse del fideicomiso y no servirle a tan noble institución. Por otro lado, Maricarmen Cabrera busca a través del FIBAZI fortalecer a la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC), pues recordemos que dicho bloque de organizaciones manejaba, antes de la llegada a la Presidencia de la República de Andrés Manuel López Obrador, más de cinco mil millones de pesos anuales distribuidos en varios estados del país, entonces, además del presupuesto de la secretaría de la que está a cargo, también pretende aprovechar para su causa los ingresos del fideicomiso… intenta paso a paso armar el rompecabezas que AMLO le dejó después de que desmembró o desarticuló a dichas “organizaciones sociales”.

Sabia virtud de conocer el tiempo.

Investigador en materias política y electoral.

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