PEDRO PATRICIO ANTOLINO, CORRESPONSAL.
TECPAN.- Distante quedó el bullicio que generaban los antros de cabaret, las mujeres más hermosas de la noche, al silencio sepulcral derivado por algunos problemas económico y la pandemia que se ha anclado en los últimos años en lo que fue la Zona de Tolerancia, también llamada la “Zona roja”.
Ubicada entre las calles de; Apolonio Castillo y Josefa Ortiz de Domínguez, al norte de esta ciudad, en la actualidad sólo quedan locales vacíos, todos cerrados, cuyos propietarios o arrendatarios optaron por cerrar, quedando ese edén de los placeres como un sitio fantasmal.
Quienes son nativos de este municipio de la costa grande, recordarán los cabarets: “El Rinconcito”, “Rayando el Sol”, “El As de Oro”, “La Sirena”, “Mi Sofí”, “El Papayo”, “El Club de los Artistas”, entre otros, donde se encontraban mujeres muy guapas y de todas las edades.
Era popular que los fines de semana, la Zona de Tolerancia cobrara vida con ambiente de conjuntos musicales y hasta de la clásica rockola, que empezaba desde la caída de la tarde y concluía por la madrugada.
Los parroquianos iban a bailar y a tomar la copa, quien así lo quisiera cohabitaba con la chica de su elección, todo estaba bien organizado y era muy discreto.
Sin embargo, a partir de algunos años vino el declive, porque los dueños y arrendatarios dejaron caer estos negocios y esto empeoró con la situación económica y de la pandemia.
Actualmente, caminar por esas calles que mucho tiempo fue la zona roja, sólo queda la nostalgia de aquella época del placer prohibido y de la buena vida nocturna.