Desaparece actividad de la caña de azucar en comunidades de Tecpan y Atoyac

PEDRO PATRICIO ANTOLINO, CORRESPONSAL.

TECPAN. Hasta la década de 1980, la zona conformada por las comunidades de La Caña, perteneciente a Tecpan, y Zintapala y Los Valles, a Atoyac, en la parte media de la sierra, era conocida como la principal productora de caña.

La entrevista con Jesús Zamacona tuvo lugar en un pequeño cañaveral, en La Caña, donde explicó que la poca producción de caña que se obtenga de ese solar se destina a crear alimento en forma de follaje para el ganado, “pues procesar la planta para obtener derivados ya no es redituable para los productores”.

El campesino señalo que; sin embargo, desde la última década del siglo pasado esa actividad desapareció totalmente, debido a que la tierra dejó de ser productiva por el uso de fertilizante químico, que hizo que el tipo de caña sembrado dejara de cultivarse, fenómeno que se sumó a que la gente dejó de comprar las panochas y prefirió usar la azúcar refinada.

En aquellos años era mucha la demanda de la gente por usar la panocha para los alimentos. Se usaba para todo, para endulzar aguas frescas, el café, preparar postres como el arroz con leche, manjar, batidillo o dulces típicos como las charamuscas u otros productos, al grado de que en la zona hubo hasta 50 moliendas, en donde se procesaba la caña de azúcar para obtener sus derivados, “hoy lamentablemente sólo se hace una molienda al año por parte de una familia en la localidad de Los Valles”, añadió.

Abundó que la caña que se sembraba anteriormente dejó de darse favorablemente porque al grado de que estos tuvieron que importar otro tipo de planta llamada carricillo, un tipo de caña delgada y de color morado, que no tuvo dificultades para su cultivo en la zona.

Los problemas con la tierra se sumaron a otro fenómeno, agregó, el que la gente en las comunidades de la parte baja, incluida la cabecera municipal, dejó de comprar las panochas que se producían en las moliendas que se hacían en las tres localidades de la zona, y que llegó a ser de hasta 500 bagazos con ocho mancuernas cada uno, y optó por usar la azúcar refinada.

El cañero manifestó que hay optimismo entre los anteriores productores porque las políticas públicas del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador impulsen mercados para la comercialización de nueva cuenta de la panocha, y que esas políticas promuevan el uso de abonos orgánicos que regresen la fertilidad a la tierra.

Actualmente, los habitantes de las tres comunidades, consideradas hoy en día como de las más marginadas de los municipios de Tecpan y Atoyac, se dedican a la siembra de maíz y frijol y a la ganadería, recordando con nostalgia los años de bonanza del cultivo, cosecha y procesamiento de la caña de azúcar, que por varias décadas del siglo pasado fue el pilar económico para las familias de los productores de la zona.

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