Guillermo Arteaga González.
En las últimas semanas, el estado ha sido testigo de una devastación sin precedentes debido a los incendios forestales, los municipios de Chilpancingo y Coyuca de Catalán se encuentran entre los más afectados, siendo el epicentro de un desastre ecológico que nos obliga a reflexionar profundamente sobre nuestra relación con el medio ambiente y la dominante necesidad de tomar acciones contundentes y responsables, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado ha reportado que actualmente hay 39 incendios forestales activos en 22 municipios, en una sola semana, más de 10 mil hectáreas fueron consumidas por el fuego en la capital del estado, Chilpancingo, superando con creces la superficie afectada en los primeros cinco meses del año, este alarmante incremento es un llamado de atención que no podemos ignorar.
La respuesta de Protección Civil y la Secretaría del Medio Ambiente ha sido rápida y diligente, movilizando numerosos grupos de brigadistas, sin embargo, la magnitud de los incendios ha sobrepasado la capacidad de respuesta, evidenciando la necesidad de mayores recursos y una mejor coordinación en la gestión de emergencias ambientales, estos incendios no solo están destruyendo vastas áreas de bosques, sino que también están degradando la calidad del aire, elevando el riesgo de enfermedades respiratorias y causando irritación en los ojos de los habitantes de las zonas afectadas, los impactos a largo plazo en la salud pública y el medio ambiente podrían ser devastadores si no actuamos con urgencia.
Es crucial que como sociedad reconozcamos nuestra responsabilidad en la prevención de estos desastres la mayoría de los incendios forestales son causados por actividades humanas, ya sea de manera intencional o por negligencia, la quema de basura, las fogatas mal apagadas y otras prácticas humanas deben ser erradicadas mediante una estricta regulación y campañas de concienciación masiva, el gobierno estatal y federal deben incrementar las inversiones en infraestructura y tecnología para la prevención y combate de incendios forestales, esto incluye la adquisición de equipos especializados, la formación de brigadistas y la implementación de sistemas de monitoreo y alerta temprana, demás, es transcendental fortalecer la educación ambiental desde temprana edad, inculcando valores de respeto y cuidado por la naturaleza en las futuras generaciones.
Los ciudadanos, por su parte, debemos adoptar una actitud proactiva, esto implica no solo evitar prácticas riesgosas, sino también participar activamente en iniciativas de reforestación y conservación de nuestros ecosistemas, el apoyo a las políticas públicas que favorezcan la protección del medio ambiente debe ser una prioridad en nuestra agenda cívica, los incendios forestales son una tragedia que nos afecta a todos, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los suelos y la contaminación del aire son daños que tardarán en solucionarse, no obstante, esta crisis también nos ofrece una oportunidad para redefinir nuestra relación con la naturaleza y tomar acciones decisivas para proteger nuestro planeta.
Los recientes incendios son un llamado urgente a la conciencia y la acción, es responsabilidad de todos, desde las autoridades hasta cada uno de los ciudadanos, trabajar juntos para prevenir futuras catástrofes y asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras, solo a través de un esfuerzo colectivo podremos mitigar los efectos de estos desastres y construir un entorno más resiliente y respetuoso con el medio ambiente, en las últimas semanas hemos sido testigos de una situación alarmante debido a la proliferación de incendios forestales, una crisis que afecta de manera crítica a municipios como Chilpancingo, Acapulco, Heliodoro Castillo, Coyuca de Catalán entre otros más, Sergio Del Moral Benítez, coordinador de Protección Civil de Chilpancingo, ha señalado que la situación es tan grave que podría ser inminente la declaración de una emergencia sanitaria por el humo, este escenario pone de relieve la necesidad urgente de tomar precauciones efectivas para evitar más incendios y resalta la responsabilidad compartida de todos en el cuidado del medio ambiente.
Es alarmante escuchar que, a pesar de la gravedad de la situación, los trabajadores de Protección Civil y los combatientes de incendios no están recibiendo el apoyo necesario de los funcionarios gubernamentales. Según Del Moral Benítez, se solicitó algo tan básico como paquetes de agua embotellada y no se obtuvo respuesta. Esta falta de solidaridad y apoyo es inaceptable y pone en riesgo tanto a los combatientes como a las comunidades que dependen de ellos, la prevención de incendios forestales comienza con la concienciación y la educación, es esencial que se realicen campañas masivas de información para enseñar a la población sobre las prácticas seguras y las acciones que pueden prevenir incendios. La quema de basura, las fogatas mal apagadas y el uso irresponsable de materiales inflamables son causas comunes que deben ser abordadas con urgencia. La educación ambiental debe ser una prioridad en las escuelas y en las comunidades para fomentar una cultura de respeto y cuidado hacia el entorno natural.
La colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil es vital, los funcionarios gubernamentales deben mostrar un compromiso real y tangible con la protección del medio ambiente y el apoyo a los combatientes de incendios, la provisión de recursos básicos, como agua y alimentos, así como equipos de protección adecuados, es una mínima muestra de solidaridad que puede marcar una gran diferencia en la efectividad de las operaciones de combate de incendios, la crisis de incendios forestales en Guerrero es un llamado urgente a la acción y la responsabilidad compartida, todos, desde los ciudadanos hasta los funcionarios gubernamentales, debemos tomar precauciones y colaborar para prevenir futuros desastres solo mediante un esfuerzo colectivo y una sólida solidaridad podremos proteger nuestros bosques, nuestra salud y nuestro futuro, es tiempo de actuar con decisión y compromiso para salvaguardar el medio ambiente que todos compartimos.