Cuauhtémoc Rea Salgado
TECPAN. Aunque muchos negocios de playa han reabierto sus puertas, tras casi 4 meses cerrados; hubo algunos que no soportaron estas restricciones gubernamentales y cerraron en su totalidad debido a que no pudieron mantener sus instalaciones en óptimas condiciones.
Uno de éstos es el restaurante y balneario “Villamar”, ubicado en la comunidad de Carrizal de Cinta Larga, en este municipio de la Costa Grande, ese balneario fue de los primeros en recibir a finales del mes de marzo la visita de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de la Policía Estatal, así como de la Policía Preventiva Municipal de Tecpan y de Protección Civil para informarle que dicho espacio quedaba cerrado por la pandemia hasta nuevo aviso.
En ese momento, las autoridades de los 3 órdenes de gobierno le dijeron que solamente podría vender sus productos para llevar y no permitir el ingreso al área de las albercas.
Las imágenes, muestran hoy unas instalaciones deterioradas, la alberca principal vacía y llena de basura y lodo, lo mismo un espacio donde se ubica un chapoteadero para niños, que ahora solo sirve para el resguardo de una pequeña tortuga en una esquina.
Este balneario funciona desde hace más de 25 años, cuenta con 2 áreas de restaurantes, llamó la atención en uno de ellos las palapas que sirven de techo están a punto de caer.
Hoy, al igual que muchos dueños de estos giros comerciales, según el señor Bernardo Ayala, están a la espera que las autoridades les apoyen para reabrirse, ya que se requiere la rehabilitación total y empezar de nuevo; sinembargo hasta el momento nadie se ha acercado para ayudarle.
Pese a que en otros puntos de playa ya están trabajando, don Bernardo no podrá abrir y para mantener a su familia debe dedicarse a las labores del campo en tanto junta dinero para empezar de nuevo.