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Acapulco se levanta poco a poco

Trinidad Zamacona López

“Estoy vivo, pero no tengo nada, todo se perdió, se mojó, entro el lodo de más de 75 centímetros, me dijo un familiar que vive en Ciudad Renacimiento, una de las más populares de Acapulco”.

He visto los comentarios en las redes sociales, en los grupos de WhatsApp, en Facebook, en televisión, en radio donde hay señal en Chilpancingo,  en todos esos grupos buscamos culpables, es más hay quienes campal al actual gobierno de lo que paso en Acapulco, de que si se avisó a tiempo o no, de que si se sabía de la fuera del Huracán Otis, en fin son muchos los comentarios; lo que menos necesita el puerto son críticos, no necesita que la desgracia se politice, no necesita de gente que solo ve lo mal que está en estos momentos,  lo que hoy necesitan es apoyo, si usted puede donar, done con corazón y de corazón.

Todos tenemos buenos recuerdos de Acapulco, el que se casó ahí, el que se fue de luna de miel, el que realizó sus estudios, como el que escribe estas líneas, todos llevamos un pedacito del puerto en nuestro cuerpo, es tiempo de ayudar, es tiempo de demostrar que somos capaces de levantarnos de donde nos dejó el huracán más agresivo y poderoso que pudo tocarle al puerto más hermoso del mundo.

En nuestra participación habíamos dicho que no se tenían muertos, pues corregimos si hay muertos, además de desaparecidos, personas que lamentamos que hayan perdido la vida, por ellos elevemos una oración, a sus familiares nuestro pésame, son momentos difíciles de los que no se van a recuperar de esta desgracia en mucho tiempo.

Las acciones para levantar a Acapulco, serán muchas a corto, mediano y largo plazo, ahí perdieron todos, los empresarios, los trabajadores, el transportista, el taquero, el de la agencia de venta carros, el de seguros, perdimos todos; es tiempo de ayudar a levantar el puerto que llevamos en nuestro corazón; nada será igual después de esto.

México, sus habitantes están llevando ayuda humanitaria, cada mexicano tiene una familiar en el puerto, por ello se están dejando venir a poyar a sus familiares, algunos les cuesta trabajo por lo complicado de que las calles están bloqueadas por los ábralos caídos, el lodo, el escombro, las láminas, los techos que volaron por el aire al entrar la furia del huracán Otis, los dejó en las calles, súmele que las personas están sacando todo lo que les mojó, colchones, salas, enseres domésticos, todos se les echó a perder, todo eso lo están sacando a las calles, la autoridad municipal debe de activarse para limpiar, acarrear todo antes de que se vuelva un problema de salud pública.

El gobierno ya está actuando, a la mejor no a la velocidad en la que quisiera la ciudadanía del puerto, pero ya están, los ciudadanos que tienen familiares en Acapulco, les llevan la ayuda de manera directa, pero no es suficiente, el empleo va a escasear por mucho tiempo, pero otros encontraran en la tragedia la forma de hacerse de dinero, otros van a emigrar a los municipios vecinos, Chilpancingo ya está recibiendo a esas personas que sienten que la ayuda es poca y lenta, pero otros buscaran cuidar lo único que les quedo las paredes al precio que sea van a defender su patrimonio.

El programa urgente para Acapulco, el Gobierno a parte del censo que es lento, debe de ayudar de forma inmediata sin intermediarios, con su personal al que se le debe de decir que no deben de darle un sesgo electoral al apoyo del gobierno, y en caso de hacerlo se deben de castigar ese acto criminal.

El apoyo fiscal para los empresarios, Acapulco, si el gobierno federal lo le dio ningún estímulo fiscal, el gobierno del Estado si puede, el gobierno municipal también puede hacerlo, a la mejor no habrá ingresos, pero vale más que ese empresario no cierre y se vaya del puerto con todo su capital, la reconstrucción debe ser ya, pero de manera sensible sin tanto trámite lo importante es poner de pie ese centro que da empleo a 10 familias.

En materia de empleos debe de activarse el estímulo laboral, los empleados deben de recibir la totalidad de su salario, o en su caso la mitad la pone el patrón y la otra mitad la debe de poner el gobierno, con eso se ayuda al empresario y al trabajador.

Los comedores comunitarios ya están al 100 funcionando, el transporte para sacar a los turistas a sus lugares de origen está funcionando al cien por ciento, las consultas médicas también están siendo dadas por el ejército y el gobierno del Estado, el organismo CAPÀSEG, está llevando agua en pipas al puerto.

La Comisión Federal de Electricidad, hace su trabajo, poco a poco esta alumbrando el puerto, Teléfonos de México, está restableciendo la conectividad, la mayoría de los familiares se han comunicado hacia afuera con sus conocidos para decir “estoy vivo, solo tengo pérdidas materiales” eso es importante, la conectividad va a marchas forzadas.

Sabía Usted, ¿Quién le pone los nombres a los Huracanes? “La institución encargada de la denominación de estos fenómenos meteorológicos es la Organización Meteorológica Mundial, con sede en Ginebra, que sigue un procedimiento estricto. La lista del Atlántico cuenta con una relación anual de 21 nombres masculinos y femeninos que van alternándose”. Eso es lo que nos lleva a conocer los nombres de los huracanes.

Los “huracán de categoría 1 es de intensidad mínima; categoría 3 o más se considera un huracán intenso por su gran potencial de destrucción; y una categoría 5 es el más violento por su capacidad de destrucción”. Nuestra entidad por estar cerca del Océano Pacifico, tiene desde una pequeña llovizna, hasta los huracanes de categorías 5, el día de ayer por la madrugada el Huracán Otis, entró por la madrugada, como lo fue el “Paulina” este huracán, presentó, la categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson (extremadamente peligroso). Entró también por la madrugada y agarró a los Acapulqueños dormidos, a diferencia de Otis, que se alertó desde muy temprana hora, por la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, por lo que suspendieron clases, se activó junto con la Marina y el Ejército Nacional el Plan DN-III-E, significa “El Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre conocido también como Plan DN-III-E, es un operativo militar de la Secretaría de la Defensa Nacional de México para que el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos realicen actividades de auxilio a la población civil afectada por cualquier tipo de desastre”.

Ahora nos preguntaremos ¿porque el nombre de Saffir-Simpson?, “Herbert Saffir (Nueva York, 29 de marzo de 1917 – Miami, 21 de noviembre de 2007) fue un ingeniero civil estadounidense, graduado en la Universidad de Georgia Tech que, junto al meteorólogo Robert “Bob” Simpson, estableció la que se conoce como Escala de huracanes de Saffir-Simpson para medir la fuerza de dichos fenómenos atmosféricos”. Saffir desarrolló la mayoría de los estudios sobre el impacto de los vientos en las estructuras construidas por el hombre, mientras que Simpson atendió al efecto de las mareas. A ellos se les debe que los Huracanes se les diga de acuerdo a la escala de Saffir-Simpson, según lo que encontramos en la enciclopedia informativa.

Los huracanes tienen cinco categorías, “De todos los huracanes de categoría 5 del Pacífico, los únicos que tocaron tierra con mucha intensidad fueron el huracán Kenna, el huracán Rick, el huracán Patricia y el huracán Willa”. Estos han sido desbastadores, Otis obtuvo la máxima categoría 5, escala de Saffir-Simpson, por eso fue devastador para Acapulco entrara por donde entrara.

Todos los desastres naturales, nos han dejado lecciones, la primera que salva vidas, la prevención, el gobierno del Estado, hizo su trabajo, “Alertó” del huracán Otis con anticipación, pero aún nos falla la cultura, obedecer a las indicaciones, si la ciudadanía no atiende eso, como una cultura de salvar vidas, estamos fritos; no existe en el mundo gobierno que los pueda evitar, pero si prevenir que el desastre sea mayor, los Acapulqueños lo saben, el huracán “Paulina” fue categoría 4, en aquel entonces no había nada de tecnología avanzada, la política de prevención era nula, pero existía el FONDEN, “El Fonden era un mecanismo financiero que operaba en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil, y tenía como objetivo atenuar las consecuencias provocadas por fenómenos naturales en la infraestructura de comunicaciones, agua, energía, educación, salud, desarrollo urbano, viviendas y turismo”. Ahora se apoya de forma directa, quizás pueda estar ahí el fallo.

El desastre natural es mayúsculo, los hoteles que están en el Puerto de Acapulco, no se prepararon, no les dio tiempo para proteger sus instalaciones, es mas no tienen ni idea de cómo en otros países se preparan para este tipo de huracanes, nos falta esa cultura empresarial de tomar de ejemplos otros países.

El gobierno del Estado, preparó los albergues temporales, el Plan DN-III-E, funcionó bien, la Gobernadora lleva dos eventos en donde ha salido bien librada, la tormenta “Max” y el huracán “Otis”, ahora viene la otra parte, poner a Acapulco de pie, y lo tiene que hacer rápido, con el apoyo de todo México, y del apoyo internacional, la temporada de diciembre ya está a 60 días, las reservaciones hechas en esos hoteles no se deben de cancelar, la industria de la construcción debe  de ponerse las pilas para poder dejar al puerto en óptimas condiciones para esperar a quienes ya tienen o tenían asegurados un cuarto de hotel, vamos a apoyar Acapulco es de todos, vamos a demostrar que somos capaces de volverlo a poner de pie, como lo hicimos con el “Paulina” es tiempo de unidad, dejar atrás el odio, el rencor, el resentimiento, la venganza, Acapulco nos necesita.

No hay fallecidos, y eso es ganancia, es bueno saberlo, pero también es bueno saber que todos podemos ayudar, Guerrero es tierra de hombres y mujeres nobles, demostremos que queremos a Acapulco, lo que pongas se convertirá en belleza, es momento de decir, ¡yo quiero a Acapulco!

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