Presenta Adela Román el programa Acapulco: Paraíso Seguro

*Se pretende promover y generar confianza entre los paseantes que buscan destinos con protocolos preventivos contra el COVID-19

Edwin López

ACAPULCO. Con el objetivo de reactivar la economía del puerto, mediante la aplicación estricta de los protocolos sanitarios aprobados por el Cabildo para la fase naranja del semáforo epidemiológico, la presidenta municipal Adela Román Ocampo presentó el programa Acapulco: Paraíso Seguro.

En transmisión virtual, acompañada del secretario de Turismo municipal, José Luis Basilio Talavera, la alcaldesa convocó a todos los prestadores de servicios y residentes del puerto a prevenir más contagios, impedir el retroceso al semáforo rojo y evitar que se vuelvan a cerrar las playas.

Román Ocampo anunció nueve acciones para aplicar en la “nueva normalidad”, a su vez exhortó a los visitantes para que regresen a este destino de playa y disfruten de sus atractivos, con la confianza de que llegan a un puerto seguro, higiénico y con la misma calidez que ha caracterizado a los acapulqueños.

La primera autoridad reiteró la invitación a restauranteros y hoteleros a cumplir estrictamente con las normas sanitarias establecidas en los protocolos que responsablemente aprobó el cuerpo edilicio.

Indicó la alcaldesa que, como parte del reordenamiento de Acapulco iniciado desde mayo, se impulsaron acciones para el saneamiento del fondo marino con la participación de la sociedad. También se limpiaron las playas con un programa de empleo temporal, en beneficio de pescadores y buzos que recibieron un apoyo económico para resarcir la falta de ingresos.

Con el apoyo del Gobierno Federal, a través de Semarnat, Zofemat, Profepa y Guardia Nacional, se retiró el mobiliario de Playa Carabalí y de El Golfito, rescatando esta zona que durante años dio una pésima imagen al turismo y era fuente potencial de contagios, incluso refugio para la delincuencia.

A la fecha han sido remozados 27 accesos de playa y en próximas semanas se continuará con estos trabajos de rehabilitación y limpieza para mejorar el rostro del puerto, también se ha conformado un equipo de Seguridad Sanitaria encargado de regular los accesos a los balnearios y verificar el cumplimiento de los lineamientos de higiene en hoteles y restaurantes.

El Gobierno de Acapulco promoverá la capacitación permanente de trabajadores del sector hotelero y restaurantero a fin de elevar la calidad de servicios a los visitantes, asimismo se intensificará una campaña de promoción del destino turístico y de concientización para que la gente contribuya a cuidar su salud y la imagen de Acapulco, con la participación solidaria de artistas y deportistas.

Adela Román resaltó que la Aplicación Móvil de Respuesta Ciudadana ya está generando resultados en beneficio de la población para eficientar la prestación de servicios públicos, a su vez convocó a la conformación de grupos ciudadanos para el cuidado del medio ambiente y denunciar actos de contaminación de las playas.

Finalmente, la alcaldesa porteña convocó a los ciudadanos a tomar en sus manos el destino del puerto y denunciar cuando haya alguien que lo esté dañando. A los líderes y grupos políticos les pidió no anteponer sus intereses particulares al interés colectivo del municipio y exhortó a las organizaciones civiles y ciudadanas.

Cuando la justicia falla

“Cuando las instituciones fallan en su papel para garantizar el ejercicio de los derechos, están obligadas a reconocer su responsabilidad y reparar el daño causado, por lo cual habremos de asumir que el estado mexicano fallo en su responsabilidad de proteger los derechos (…) de la periodista Lydia Cacho Ribeiro” dijo el Subsecretario Alejandro Encinas el 10 de enero de 2019 en el marco de la disculpa pública realizada a la periodista y defensora de derechos humanos.

Apenas había iniciado el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y le tocaba cumplir con la resolución del Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas en las que cual se advertía que Lydia había sido víctima del Estado por la detención arbitraria, tortura sexual, persecución judicial e impunidad y que México era responsable de garantizar justicia, verdad y reparación para Lydia; también la no repetición. “Estamos aquí siendo consecuentes con nuestra historia, con las omisiones y errores del pasado […] el gobierno de la República no estará supeditado a intereses particulares, el poder político y el poder público no estará subordinado al poder económico y, para enfatizar, estaremos protegiendo a quienes con su pluma o con su voz denuncien cuando la dignidad humana corra peligro o cuando el silencio sea cómplice de la injusticia” afirmó la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

En aquel momento el Subsecretario afirmó de manera inequívoca que el estado pedía disculpas “por la impunidad y corrupción alentada por las instituciones de los diferentes ordenes de gobierno que le impidieron acceder de manera pronta, imparcial y efectiva a la justicia y la verdad” y dijo “reiteramos el compromiso de implementar las medidas de no repetición […] el gobierno de México dejará atrás la simulación y enfrentará de manera firme la crisis de derechos humanos que enfrenta el país”.

Sin embargo, año y medio después las palabras se han quedado en el aire y en los hechos no tenemos más que continuidad. La impunidad que marca la historia de este caso, se mantiene muy a pesar del reconocimiento expreso y el compromiso de todas las autoridades; sigue ahí aún cuando existen pequeños pasos para la justicia como las diversas ordenes de aprehensión por la responsabilidad intelectual del ex gobernador Mario Marín y del empresario Kamel Nacif o de la captura de cinco policías (una ya libertada) que participaron de una u otra forma en la detención y tortura ocurrida en 2005.

Han pasado casi 15 años en los que no importa quién se encuentre en el poder, el partido o el color, porque el resultado es el mismo: los poderosos que cometieron la agresión mantienen las canonjías del poder mientras que las víctimas sobreviven al miedo y la violencia que nunca termina, y se repite todos los días.

Muy diversas agresiones han ocurrido desde entonces en contra de Lydia. La más reciente derivada de la falta de protección integral por parte de las autoridades fue el 21 de julio de 2019, hace un año, cuando su casa fue allanada, sus mascotas asesinadas y sus bienes ultrajados sin que hubiere ningún perpetrador identificado hasta el momento.

Así, los años pasan, las promesas forman parte de un rosario de faltas y las instituciones siguen fallando en investigar, en castigar, en proteger y en garantizar que nunca más una periodista sea atacada por denunciar con su pluma o con su voz “cuando la dignidad humana corra peligro o cuando el silencio sea cómplice de la injusticia”.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Los sobornos a Lozoya (II)

Raymundo Riva Palacio

Emilio Lozoya ya está cantando ante las autoridades, dice el presidente Andrés Manuel López Obrador, y asegura que está declarando ante la Fiscalía General. No es cierto. Lo que hizo Lozoya, a través de su padre Emilio Lozoya Thalman, como se describió en este espacio la semana pasada, fue negociar impunidad para él y su familia, y lo que el presidente llama declaración es un escrito sobre los diferentes temas y soportes documentales que ofrece como quid pro quo. De eso a la judicialización del caso madre sobre la corrupción en México, falta un trecho.

Escándalo, sin embargo, habrá garantizado, y será interesante ver cómo Lozoya cumple las expectativas creadas a la Fiscalía General sobre la corrupción de Odebrecht, y responde a la imputación de sobornos de la empresa que le hizo hace unos tres años Luis Alberto de Meneses Wyell, quien como director de la empresa brasileña en México, le entregó más de 10 millones de dólares. En esta segunda parte de su testimonio, De Meneses Wyell recuerda que cuando Lozoya asumió la dirección general de Pemex le solicitó una reunión “indicando que tendríamos mucha expectativa con relación a la cuestión de conquista de contratos en Pemex. Le respondió dijo que para que tuviéramos éxito, tendríamos que atender las cuestiones relacionadas con los requisitos técnicos y comerciales que Pemex establecía”, aunque les ofreció “que podría contribuir para que concretizáramos nuestra conquista.

“A lo largo de 2013, dicho sea de paso, en 2012 junto con Tapia, identificamos oportunidades de un posicionamiento en un proyecto en proceso, que era la refinería de Tula. Tapia era un empresario cuya matriz se ubicaba en Tula, (y complementaba de manera muy positiva nuestras calificaciones. Cerramos una sociedad con Tapia y trazamos como meta la conquista de varios contratos que podría llegar a los dos mil millones de dólares. Pero para nuestra sorpresa, el nuevo gobierno ¡canceló esa inversión!”.

El gobierno de Enrique Peña Nieto, a cambio, licitó la ampliación de la vieja refinería, en donde participaron. Cuando quedaron entre los finalistas, quedando a decisión del Consejo de Administración de Pemex, De Meneses de Wyell le habló a Lozoya. De lograr ese contrato, le ofreció “el pago de seis millones de dólares”, de los cuales adelantaría dos, y cuatro más se le darían una vez que obtuvieran la licitación. “Yo consideré que estaría efectivamente recompensándolo por todo el apoyo que él nos dio a lo largo de los últimos años”, agregó. 

“No hubo una relación de Trueque. ¡Hubo, sí, una iniciativa mía que él aceptó! Y así lo hicimos. Al contratar el proyecto con el contrato Tula I, nosotros cumplimos con lo que habíamos acordado y, a partir de la indicación de cuentas bancarias (que yo tengo las cuentas) y a través del área de Operaciones Estructuradas (tenemos las transferencias), hicimos efectivo nuestro compromiso. No hubo otros compromisos y tampoco hubo otras personas involucradas en esa relación que fue, yo diría, una relación personal mía con Emilio”.

–Sólo para especificar: dijo que en 2012 tuvo un primer pago extraordinario. ¿Puede especificar cómo se dio ese pago?

“Se dio a través de una indicación de cuentas bancarias, donde utilicé el departamento de relaciones estructuradas para hacer esa transferencia. De los registros que nosotros vimos, consta de los swift y de las transferencias realizadas, básicamente 4 millones más la comisión que tenía que pagar por cuenta de las transacciones de la operación estructurada”.

–“Puede especificar cómo esa transferencia fueron pasados, aunque no de la titularidad, pero de Odebrecht para Emilio?

“Fue la cuenta que él indicó. Él me informaba la cuenta que debería recibir el depósito… Nuestra área de operación estructurada hacía la transferencia a través de una cuenta offshore”.

–¿Cuál es esa empresa offshore? 

“Algunos… Dingolino para banco NewsBank… Es personal. NewsBank transfiriendo para ZacaBank, ¿ok? NewsBank… aquí tiene Credit Suisse, para una cuenta en Nueva York, un banco en Nueva York con destinatario final (inintelegible), el beneficiario Latin America Asia, el capital, el beneficiario. ¡Fueron dos beneficiarios!”.

–Operación de 2012.

“Sí”.

De acuerdo con las autoridades mexicanas, Latin America Asia Capital Holding es una empresa offoshore donde la beneficiaria era Gilda Lozoya, hermana del ex director de Pemex, que recibió depósitos por tres millones 150 mil dólares, entre abril y junio de 2012.

–¿Esas cuentas (y) destinatarios fueron indicadas por Emilio?

“Fueron indicados por Emilio”.

–En 2014, la otra…

“Como dije, tuve unas reuniones con él (y) orientó la forma como deberíamos posicionarnos. Dijo que llegando a la toma de decisión del consejo que él, por reconocer la competencia de la empresa apoyaría una decisión favorable. Y eso ocurrió con el contrato de Tula que hicimos junto con Tapia”.

–Dijo que en 2014 hubo otra operación de pago extraordinario.

“Yo dije que haría el pago en dos partes. 2 millones hice a título de mercado. Cuando conquistamos el contrato de Tula, se hizo el pago para complementar los 4 millones”.

Ese pago, testificó, se hizo a través de otra cuenta, porque la anterior ya no tenía capacidad parta recibir más recursos. Para hacer una nueva cuenta que pudiera recibir hasta cinco millones de dólares, viajó a México Hilberto Silva, jefe de área de Operaciones Estructurada, y el abogado Rodrigo Tacla Durán, a quien se llamaba “el cerebro de los sobornos”.

La Fiscalía brasileña inquirió a De Meneses Wyell sobre diversos funcionarios de Pemex y le preguntó si tuvo conocimiento o participó en “pagos extraordinarios”. “No –respondió-, ningún otro funcionario de Pemex tuvo participación de pagos extraordinarios”.

–¿Sólo Emilio participó de esos pagos?

“Sólo tuve tratos de pagos extraordinarios con Emilio Lozoya”.

Nota: En la transcripción del interrogatorio se hicieron mínimas ediciones para facilitar su comprensión al español, que en ningún momento alteraron el sentido ni el contenido de las declaraciones.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Se van agotando las palabras. Cuando pensábamos que la peste sería noble con Zihuatanejo, la realidad nos golpeó en la cara. Mientras estuvimos guardados, siguiendo las indicaciones del gobierno federal, los casos del Covid-19 fueron desgranándose uno a uno, lentamente, como no queriendo, como a propósito. Todo iba bien, todo estaba en orden, el problema era para Acapulco, claro, como todo lo malo es para el puerto de al lado.

Pero como todas las pestes, la del coronavirus nos sorprendió justo cuando comenzábamos la “nueva normalidad”, que para nada puede llamarse normal, aunque sí es algo nuevo para esta generación, pues recordemos que a nuestros abuelos y bisabuelos también les tocaron otros serios problemas, como los de la gripe española, el paludismo, la tosferina, el sarampión y hasta la rabia. Eran terribles las historias de humanos rabiosos, contagiados por esa zoonosis que nos contaban los abuelos. Le decían “el mal”, y por eso a los perros con rabia se les decía “perro del mal”. Bueno, contaban los viejos que la gente se moría hasta de una cortad, por falta de antibióticos, y aunque nuestra medicina herbolaria es muy vasta, no siempre era efectiva en todos los casos, tal cual ahora sucede con el Covid-19, pues mientras unos dicen que se aliviaron con tes de eucalipto, otros dicen que se aliviaron con tres de cebolla, ajo y jengibre, y otros más que se aliviaron haciendo gárgaras de limón con carbonato o vaporizaciones de Vick Vaporrub.

No es así. Todo eso ayuda, alivia síntomas, trae descanso. La verdadera sanidad ante un virus desconocido, la hace cada cuerpo, según su sistema inmunológico, y según la cepa del virus que le haya tocado en suerte, porque ahora sabemos que el virus ha mutado y tiene hermanos y primos, y hay cepas distintas entre sí, que pueden provocar desde un resfriado insignificante, hasta un colapso gravísimo en que el paciente requiera intubación para darle ventilación mecánica.

La verdad, cada generación ha vivido sus propios problemas, teniendo menos opciones que nosotros, sobre todo desde el punto de vista médico-científico y tecnológico.

Es mentira que antes del Covid-19 estábamos requetebién: se nos olvida el escandaloso incremento del cáncer en todas sus manifestaciones; la diabetes imparable en el país con sus ciegos, amputados y muertes prematuras; se nos olvida ahora que antes las mujeres morían de parto al por mayor, que los niños recién nacidos morían de tétanos neonatal, una enfermedad horrible, que los paralizaba en menos de 24 horas; se nos olvida que la mortalidad infantil era exagerada, merced a la falta de servicios básicos, acceso a agua limpia.

Antes enfermaban por no comer suficiente. Hoy enfermamos por comer de más. Hoy tenemos antibióticos, antivirales, la generación de 50 años ya tuvo acceso a vacunas contra enfermedades terribles como la poliomielitis, el sarampión. Recuerdo que donde comenzaba un enfermo de sarampión, caía toda la familia, y en los adultos esta enfermedad era mortal, la soportaban mejor los niños (como ahora el Covid, que mata a los grandes y respeta a los menores).

En resumen, solamente tenemos una opción ante cualquier enfermedad: la de adoptar una cultura sanitaria distinta a la que teníamos. La poliomielitis, por ejemplo, de la que nuestro país está libre desde los años 90, se debía a que las madres, al cambiar el pañal de sus recién nacidos, no se lavaban bien las manos y los contagiaban, entonces a los nenes se les desarrollaba un síndrome que impedía el crecimiento de sus tendones, y alguna de sus piernas le quedaba corta. Todavía vemos gente usando zapatos de plataforma, para paliar el cojear de la polio.

Cuando estudiamos la lepra, de la cual todavía hay millones de casos en el mundo, incluido México, nos damos cuenta de que es una enfermedad de la pobreza y el hacinamiento, y que es completamente curable con la combinación de 3 antibióticos, suministrados de manera oportuna y rigurosa.

Lo mismo sucede con la peste blanca, la tuberculosis. Es completamente curable, pero en su momento diezmó a la población y a raíz del surgimiento del SIDA, volvió a avivarse en el planeta.

Por lo tanto, tienen un poco de razón los que se quejan de que sólo nos fijamos en el Covid-19. Es porque se trata de un virus nuevo, pero ciertamente no es el único padecimiento que nos debe ocupar.

Ante el Covid, vale una atención oportuna. Si se actúa en las primeras 48 horas de la aparición de los síntomas, aunque se trate de un caso de alto riesgo, las probabilidades de sobrevivir son muy elevadas. Pero hay tanta desinformación, que la gente comienza a automedicarse, y acuden al doctor ya cuando es muy tarde, o cuando poco se puede hacer por ellos.

La pandemia va a pasar. Ninguna pandemia es para siempre. Son rondas que dan los virus por el mundo. Y la buena noticia es que ya tenemos vacuna en ciernes, probada en humanos. Y sólo falta completar algunas fases del proceso, para que comience a distribuirse. Gracias y Dios bendiga a los médicos, pero también a los científicos, a los hombres de ciencia, de ideas y que se ocupan de los problemas, en lugar de estar chacoteando en redes sociales, o viviendo la vida loca. Como siempre, es por un puñado de buenos hombres y mujeres que la humanidad avanza.

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