Incendios dañaron cosechas de café en Atoyac

Cuauhtémoc Rea Salgado

ATOYAC. Cafeticultores de la parte media de la sierra denunciaron que son muchas las hectáreas de café las que se quemaron en las comunidades por lo que este año no habrá café en sus huertas por lo que pidieron apoyo al gobierno Federal , Estatal y municipal.

Los cafeticultores de la de las comunidades de piedras grandes, el Cacao, Cerro Prieto y el Quemado explicaron que varias de sus huertas de café se quemaron por lo que este año será poca la producción del café.

El ejidatario de la comunidad del cacao Javier Gómez Galindo dijo que la quema del cerro de la peineta acabo con las huertas de café que estaban en producción y que las personas de la comunidad del Cacao y los piloncillos esta tristes por la quema de sus cafetales “son varios los cafeticultores que se les quemaron sus cafetales por lo que no tendremos producción de café”.

Dijo que para el colmo nadie se hace responsable de las perdidas que tienen los productores de café quienes no cuentan con un seguro catastrófico “ no tenemos nada para poder volver a empezar y las autoridades no dicen nada para ayudarnos solo cuentan las hectáreas siniestradas atreves de protección civil y se jactan en decir tantas hectáreas se quemadas pero no dicen como van a solucionar ese problema”.

Por su parte Juan Catalán Álvarez dijo que son mas de cinco años los que tienen que esperar para que vuelvan a sembrar esas tierras “y mientras pasan esos cinco años nosotros como nos mantendremos “.

Por lo que ambos denunciantes coincidieron en exigir al gobierno de los tres niveles que suba a la sierra y cense las huertas que fueron siniestradas “que vean como nos pueden ayudar por que con eso de la pandemia y nuestras huertas de café quemadas nos hundieron mas en esta terrible crisis”.

Obligatorio, uso de cubrebocas para transportistas

PEDRO PATRICIO ANTOLINO, CORRESPONSAL.

TECPAN. Será obligatorio el uso de cubre bocas y gel antibacterial para choferes de todos los sitios de los municipios de Atoyac, San Jerónimo y Tecpan, así lo aseguró Ernesto Alonzo Téllez Peñaloza delegado de transporte en esta región de la Costa Grande.

A partir de este martes es obligatorio el uso de cubre bocas, gel antibacterial, y guantes en choferes del servicio público de estos tres municipios, acordaron líderes de las diferentes organizaciones transportistas, ante el incremento de casos positivos de Covid-19 que mantienen casos.

También se aplicará para los usuarios, quienes deberán utilizar el cubre bocas al utilizar las unidades de servicio, para no incrementar los casos de Covid-19 en estos municipios.

En una reunión en privado en las instalaciones de la delegación de transporte, los líderes de las organizaciones de transportistas, se unieron a las acciones de emergencia sanitaria por el aumento de casos positivos de coronavirus y defunciones.

Acordaron también seguir implementando con el programa de sanitización de las unidades por las mañanas y antes de iniciar con la prestación del servicio público.

Por su parte, Fernando de la Rosa González líder de la UTREG, dio a conocer que se han reforzado las medidas en el servicio público a partir de este marte.

Expresó que la obligatoriedad del uso de cubre bocas no sólo es para los choferes del transporte público, sino también para los usuarios que utilicen las unidades, a fin de evitar el contagio en caso de que alguna persona tenga los síntomas relacionados con el Covid-19.

Cocinas Comunitarias refuerzan medidas preventivas para evitar aglomeraciones

*Se entregan más de 20 mil raciones de alimento diarias en Acapulco

Edwin López

ACAPULCO. El Gobierno de Acapulco ha reforzado las medidas preventivas para evitar aglomeraciones y contagios por COVID-19, promoviendo la sana distancia, el uso del cubrebocas y la aplicación de gel antibacterial en los espacios que ocupan las 35 Cocinas Comunitarias del programa “Donde Come Uno, Comemos Todos”.

La presidenta del DIF Acapulco, Adriana Román Ocampo informó que se realizan recorridos permanentes, para constatar que el personal y voluntarios, a cargo de la operación de estos puntos alimentarios, aplican las recomendaciones preventivas desde que se decretó la fase 3 de la emergencia sanitaria.

“He estado visitando las cocinas para tener bajo control el protocolo sanitario, que no dejen los trastes en el piso, que todos usen su cubrebocas, que les den su gel en la entrada para tener manos libres de cualquier virus o bacteria, y también pedirles que no traigan a los niños; traemos nuestros trastes limpios, venimos, nos formamos, tomamos la sana distancia, se sirven los alimentos y de inmediato se les pide que se retiren a casa para evitar aglomeraciones”, explicó la primera trabajadora social del municipio.

Añadió que hasta el momento se reparten más de 20 mil raciones de comida diariamente a los ciudadanos afectados por el receso de actividades, especialmente a los sectores más vulnerables, comida saludable que cumple con los protocolos sanitarios en su preparación y distribución.

Los espacios donde se establecieron las cocinas comunitarias son aseados y sanitizados frecuentemente por personal de Servicios Públicos Municipales; al exterior se han colocado marcas para respetar la sana distancia y las dependencias encargadas de los espacios realizan la distribución de gel antibacterial y cubrebocas.

El gobierno de Acapulco reitera a la ciudadanía que el municipio se encuentra en una situación crítica por el incremento exponencial de contagios de COVID-19, por ello se exhorta de manera responsable a los ciudadanos a mantenerse en casa, proteger a sus seres queridos evitando reuniones sociales y aplicar rigurosamente las medidas preventivas que emite el sector Salud.

Incrementar número de camas covid-19 en Acapulco, Iguala Y Chilpancingo, es prioridad: Héctor Astudillo

* Suman en Guerrero mil 340 casos positivos de coronavirus, 182 decesos y 47 municipios con contagios: Salud estatal

CHILPANCINGO. Para prevenir la saturación de camas destinadas a atender a pacientes diagnosticados con COVID-19, el gobernador Héctor Astudillo Flores informó que se ampliarán el número de camas en hospitales de Acapulco, Chilpancingo e Iguala.

En su mensaje diario para actualizar los datos del desarrollo del coronavirus en la entidad, acompañado de los secretarios de Salud, Carlos de la Peña Pintos y de Finanzas y Administración, Tulio Samuel Pérez Calvo, el Ejecutivo estatal agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador por el envío de 35 ventiladores que serán instalados en los hospitales con mayor demanda.

Refirió que en el Hospital General de Acapulco en el Quemado, se preparan 27 camas más, lo mismo se hará en el Hospital de Iguala, además se cuenta con camas en el hospital de la Novena Región Militar en Acapulco, más las que se abrieron en el Sexto Batallón de Ingenieros de Combate en Chilpancingo.

“Entonces nuestra prioridad en este momento es Acapulco, es Chilpancingo y es Iguala, estas son las tres prioridades que tenemos, todo es importante pero las prioridades para ampliarnos son Acapulco, Chilpancingo e Iguala”, apuntó.

Referente a los trabajadores de Vectores, Astudillo Flores mencionó que la Federación autorizó la incorporación de los más de 500 personas para que realicen las labores de combate al dengue, zika y chikungunya.

Informó que las clases no se reanudarán el primero de junio y lo que regresará a las actividades serán la minería y la construcción, pero con las medidas correspondientes.

En su intervención, el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, informó que en Guerrero se tienen registrados mil 340 casos positivos de COVID-19 en 47 municipios, ocupando el lugar número 12 a nivel nacional y 182 defunciones.

En cuanto a las camas COVID-19, tomando en cuenta la de las instituciones del sector salud, el IMSS, el ISSSTE, la Sedena y Marina, se acumulan 518, de las cuales, 288 están ocupadas lo que corresponde al 56 por ciento.

Refirió que el Hospital de Iguala tiene 25 camas en total, de las cuales están ocupadas seis, el de Chilpancingo tiene 36 camas, con 31 ocupadas, el de Acapulco cuenta con 48 camas, de las que 41 están ocupadas, pero en el de Renacimiento, sus 20 camas están al 100 por ciento de su capacidad

“Esto va a dar oportunidad a desahogar la atención para estos pacientes que podrán no atenderse con la saturación al contrario se amplía la posibilidad de atención”.

EDITORIAL

Los vicios de antes

Que los gobernantes –de cualquier parte del mundo, pero de manera particular los mexicanos– expongan realidades que nadie más puede ver es un vicio añejo cuyas manifestaciones a nadie pueden ya sorprender.

Pero no porque se trate de un vicio recurrente debe ignorarse su existencia y, menos aún, soslayar la relevancia de sus potenciales efectos. Porque más allá de si la exposición de mundos de fantasía perjudican o no la popularidad o la imagen del gobernante en turno, lo que importa es la forma en que tales expresiones afectan las decisiones que toman las personas.

Un buen ejemplo de ello es el mensaje que ayer emitió, a través de un video difundido en redes sociales, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el cual realizó un recuento de lo que, en su opinión son las “buenas noticias” que tiene el País en medio de la pandemia del coronavirus.

Uno de los aspectos que abordó el titular del Ejecutivo Federal fue el relativo a la pérdida de empleos formales, variable sobre la cual, dijo, él tiene un pronóstico de carácter personal y que implica que el saldo final de la crisis económica –derivada de la contingencia sanitaria– será de un millón de puestos de trabajo destruidos en el País.

Es probable que el Presidente haya decidido adelantarse a “vender” su pronóstico para suavizar el tema y, sobre todo, para conducir la conversación sobre el tema al punto que a él le interesa: la presunta “creación” de dos millones de empleos de aquí a finales de año.

La intención aparece muy clara: sí se van a perder muchos empleos, pero el Gobierno de la República va a compensar esa pérdida “sobradamente”, de tal forma que el efecto económico de la pandemia prácticamente desaparecerá “de manera instantánea” y en muy poco tiempo formará sólo parte de los desagradables recuerdos que nos dejará este episodio.

Es indispensable decir, sin embargo, que las palabras del Presidente no encuentran asidero en ninguna experiencia pasada, ni propia ni externa, porque se trata de algo que no ha ocurrido nunca.

Nunca en la historia del País se han perdido tantos empleos formales en un período tan corto. Pero, sobre todo, jamás en la historia de nuestro país –ni siquiera en los momentos de más boyante economía– se han creado dos millones de empleos en un año.

Esto para ya no hablar de que los empleos que cuentan, los de carácter permanente, los que hacen crecer la economía, no los genera el sector público, sino el privado, es decir, las empresas. En otras palabras, los empleos que necesitamos recuperar son los que se están perdiendo y para eso no existe plan alguno, según se ve.

Mediante la inyección de recursos al listado de proyectos enumerados ayer por el Presidente se podrá aliviar una parte del problema, pero eso será sólo una aspirina que no revertirá el daño, pues en casi todos los ejemplos expuestos no se trata de empleos reales, equiparables a los que se han perdido.

Pretender que le compremos ese argumento constituye, por parte del Presidente, un exceso retórico que pone en duda, una vez más, el compromiso que asegura tener con la verdad.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Hoy somos más infelices

Raymundo Riva Palacio

Una de las grandes discusiones en la arena pública mexicana hoy en día, es la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de crear un índice que deje de tener al crecimiento como única medida que registre el desarrollo, e incorpore el bienestar y un nuevo parámetro, “la felicidad del pueblo”. De manera subjetiva, argumentando que es lo que recogía en sus permanentes giras finsemanarias por el país, no se cansaba de repetir el año pasado que con su llegada al poder y la transformación en la que se había embarcado, el pueblo mexicano estaba “feliz, feliz, feliz”. La realidad, otra vez la realidad que hace tiempo se le desalineó, apunta en otra dirección.

De hecho, como revela una encuesta telefónica de El Financiero publicada ayer, el pueblo está menos feliz. La caída en la felicidad desde que inició la pandemia de la covid-19 fue de 11 puntos porcentuales, que equivalen a poco más de cinco millones de personas a quienes se les fue la alegría. En marzo, en el punto más alto de la joven administración, el 57% de los encuestados declaraba estar “muy feliz”, y en abril ya sólo era el 46%. El estrato social donde la infelicidad subió fue en el de bajo y medio ingreso, donde el 65% de ellos perdió la alegría en mayo.

Ese grupo social ha sido el más afectado por el confinamiento y el freno a las actividades productivas, pero también es al que más recursos le ha inyectado de manera directa López Obrador. ¿Qué está pasando? Por un lado, la palabras del Presidente ha dejado de ser verosímiles en algunos temas, como lo mostró una reciente encuesta de De Las Heras Demotecnia, donde a la pregunta de si estaba de acuerdo con la declaración de que “el pueblo de México estaba feliz, feliz, feliz”, el 67 de la muestra dijo que no, y sólo el 24% respondió creerle. La otra no es únicamente que esos estratos comen del trabajo diario y están pasándola dura, pese a los programas sociales, sino que se viene arrastrando un déficit en el bienestar de los grupos de menor ingreso desde el año pasado.

El Índice de Progreso Social, publicado desde 2012 por la organización no gubernamental Social Progress Imperative, inspirada por el profesor de Harvard, Michael Porter, una de las luminarias de la institución, y el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Scott Stern, que se basó en la obra del Premio Nobel de Economía, Amartya Sen, comprobó en su última edición de 2019 que el gobierno del presidente López Obrador ha estado lejos de cumplir sus promesas de campaña y generar bienestar para los mexicanos más necesitados. De hecho, si se le compara con la medición que se hizo al gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto en 2017, está peor en los resultados obtenidos.

El Índice mide lo que le importa a una sociedad, como la salud, las libertades civiles y la infraestructura, mediante un conjunto de variables que calculan la calidad de vida y el bienestar del pueblo, en tres grandes dimensiones: necesidades humanas básicas, las fundaciones del bienestar, y las oportunidades. En el análisis comparativo, el gobierno de la 4T de López Obrador tuvo un retroceso frente al gobierno priista de Peña Nieto. En 2019, la puntuación alcanzada fue de 71.51, lo que colocó a México en el lugar 55 de 149 países. En 2017, el porcentaje fue de 71.93, y México figuraba en el sitio 48. 

Durante el primer año de gobierno de López Obrador, de 48 variables sólo logró una calificación superior en tres rubros, el del número de universidades de calidad global (donde ocupa el lugar 18), la aceptación de lesbianas y homosexuales (donde está en el 29), y la accesibilidad al gobierno en línea (que lo sitúa en el lugar 17). Paradójicamente, ninguna de las tres es atribuible a él. López Obrador quiere acabar con las universidades que existían antes de su llegada al poder, para instaurar un sistema educativo con sus universidades “Benito Juárez”. Es socialmente un conservador, donde temas como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el feminismo, o los derechos para lesbianas y homosexuales, están muy distantes a sus creencias. El acceso al gobierno en línea es una herencia del gobierno de Peña Nieto, y la opacidad con la que se está manejando en la actualidad, podría hacerlo perder puntos en el próximo futuro.

Las variables donde obtiene las peores calificaciones son los homicidios dolosos (en el lugar 137, a 12 del fondo de la lista), la seguridad (en el 122), y los asesinatos políticos y la tortura (109). Es cierto que los números en incidencia delictiva son una herencia del gobierno de Peña Nieto, pero la tendencia de esos crímenes hoy en día, han tenido una alza sostenida en los indicadores del gobierno federal. En corrupción, que afirma el Presidente se ha erradicado, está en el lugar 117 del Índice, así como en el acceso a servicios médicos de calidad, que se encuentra en el lugar 99 –que no ha podido mejorar-, y en el acceso a servicios esenciales, que está en el 76 –básicamente infraestructura-, que se han recortado por sus políticas de austeridad.

Visto desde cualquier ángulo y bajo toda perspectiva, lo que reflejan los datos y las encuestas, es que ni las palabras del Presidente son ciertas, ni el bienestar prometido lo ha cumplido. La realidad y las percepciones tienen a Andrés Manuel López Obrador en un rincón no se aprecian claramente por la forma como ocupa diariamente  todos los espacios de la arena pública. La propaganda acompañada de la desinformación le ayudan a mantener la narrativa, pero como muestra la encuesta en El Financiero, la retórica ya no le está alcanzando. 

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

México reportó ayer su cifra máxima de muertos, al sumar 501 decesos en 24 horas.

La plataforma nacional, se alimenta de la Red IRAG (Infección Respiratoria Aguda Grave), que incluye a 759 hospitales notificantes, de los cuales ayer presentaron su reporte 730 de ellos (96 por ciento).

Hubo también 3 mil 455 nuevos casos en todo el país, de un día para otro.

Afortunadamente, aunque la disponibilidad de camas no es pareja en todo el país, el gobierno federal reporta que se tienen 15 mil 021 camas disponibles, pues sólo 38 por ciento, es decir 9 mil 399, están ocupadas.

La disponibilidad que se tiene es de 62 por ciento de camas de hospitalización, porcentaje que es con mucho superior a lo que se esperaba para el país, pues la apuesta es que el Covid nos desbordaría a los niveles de Italia y España, o incluso al nivel de Ecuador, donde los muertos estaban en las calles.

Afortunadamente no llegamos a ese espectáculo dantesco, y aunque todavía falta un buen trecho para salir de la pandemia, los expertos afirman que lo peor está pasando, aunque los casos positivos se acumulan y los muertos también, al grado de que nos preguntamos si es prudente terminar con la sana distancia, y volver a lo que ahora llaman la “nueva normalidad”.

Claro que la disponibilidad de camas de hospital no es un beneficio general, sino que hay estados y ciudades ya saturados, o con insuficientes espacios, y que requieren de una urgente atención. En Guerrero, por ejemplo, la disponibilidad de camas de hospitalización es baja, lo mismo que las camas para terapia intensiva.

De hecho, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reconoció esta necesidad y anunció una especial atención para Guerrero, y el gobernador enseguida anunció la reconversión de más camas para el hospital de Quemado, en Acapulco.

Afortunadamente también se tienen disponibles las del Hospital Covid de Chilapa, que está bajo dirección de la Sedena.

Hay que aclarar que Guerrero tiene el primer lugar en ocupación de camas, pero no tanto porque tengamos muchos casos, o porque la situación se haya vuelto inmanejable, sino porque la infraestructura de por sí era pobre, porque recordemos que la reconversión de los hospitales se hizo a marchas forzadas, y aún se sigue haciendo.

No es lo mismo decir que la Ciudad de México o algún otro estado (que cuentan con muchos y los más grandes hospitales del país) tiene aún muchas camas disponibles, pese a que concentran el mayor número de casos, que referirnos a un estado como Guerrero, con apenas dos hospitales generales, unos cuantos hospitales regionales, y los demás hospitales básicos comunitarios. De verdad que está para llorar esta historia. El porcentaje de ocupación es, por lo tanto, en función de la disponibilidad de los espacios.

Estados como Jalisco presumen que sólo están ocupando el 10 por ciento de sus camas Covid, pese a que se trata de una de las entidades más pobladas. Pero también una de las que tiene la mejor infraestructura de salud, tanto del sector público como del IMSS y del ISSSTE.

Recordemos por lo tanto que, en Guerrero, estamos en el pico máximo de la pandemia, y dependerá de cómo acatemos los ciudadanos las medidas de prevención, como la curva de contagios se vaya aplanando.

A nivel nacional, el presidente se congratuló en su conferencia mañanera de este martes, y felicitó al pueblo de México, por haber sido obediente con el Quédate en Casa y la Sana Distancia, estrategias que están por concluir, para dar paso al reinicio de actividades económicas, sociales, educativas y políticas, de manera escalonada.

Desafortunadamente, Guerrero no se incluye en esa apertura. Ayer dijo el gobernador Héctor Astudillo Flores, que -dado que la entidad permanece en “rojo”-, no podrá pasar a la “nueva normalidad”.

Pero incluso a nivel nacional, eso de la vuelta a la “nueva normalidad” parece más un espejismo, y el subsecretario Hugo López Gatell lo ha venido diciendo una y otra vez, que dar terminado el programa de Sana Distancia, no significa luz verde para salir a hacer una vida “normal”, como la conocíamos antes del Covid-19.

En resumen, la vuelta a la “nueva normalidad” se hará de manera escalonada, pues mientras las grandes urbes vayan saliendo, en algunos estados la pandemia estará en su pico máximo de transmisión, entre estos Guerrero.

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