4,661 casos positivos de Covid-19 en México, 296 muertos, 1,843 recuperados.

CIUDAD DE MÉXICO.- Autoridades de la Secretaría de Salud federal (Ssa) informaron en conferencia de prensa que el número de casos confirmados de la nueva cepa de coronavirus Covid-19 aumentó a 4,661 en México.

Mientras que los casos sospechosos de Covid-19 se ubicaron en 8,697 y otros 21,943  se han descartado.

Los casos del coronavirus Covid-19 en México se han presentado en 58% en mujeres y 42% en hombres, señaló José Luis Alomía, director general de Epidemiología.

La distribución por hospitalización se mantiene estable con sólo un 3.9 por ciento de pacientes con necesidad de intubación, agregó el funcionario.

Baja California Sur, Ciudad de México y Quintana Roo son los estados con mayor incidencia de casos confirmados.

En tanto, el funcionario indicó que si bien, actualmente los adultos jóvenes de 25 a 59 años concentran el 73 por ciento del total de la enfermedad, en las personas mayores de 60 años se han registrado más defunciones.

Autoridades de la Secretaría de Salud informaron esta tarde que la cifra de muertos por coronavirus llegó a 296 en nuestro país, mientras que el número de casos confirmados de Covid-19 alcanzó los cuatro mil 661.

José Luis Alomía, director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, explicó que los casos de Covid-19 se han presentado en un 58% en mujeres y 42% en hombres.

“Si bien es cierto que los que más se enferman son del grupo de edad de 25 a 59 años, las personas de más de 60 años tienen una tasa de letalidad del 14 por ciento”, reiteró.

Resaltó que en el plano internacional se registran un millón  696 mil 588 de casos confirmados de coronavirus.

Detalló que Europa y América se mantienen como las regiones con más casos de Covid-19 en los últimos días.

Más tarde, mediante su página oficial en la plataforma de Facebook la secretaria de salud federal anuncio que 1,843 personas se han recuperado de #COVID19, que representa el 40% del total de casos, por lo que ya tienen inmunidad a la enfermedad.

Restringen la entrada al Parque Lineal

ALDO VALDEZ SEGURA

Ahora sí y por disposición de las autoridades municipales el parque lineal ha sido cerrado al público, así que nadie pude usarlo para realizar sus actividades físicas, esto para evitar las aglomeraciones y prevenir el contagio del COVID-19, a pesar de que en Zihuatanejo no se ha reportado ningún caso positivo han tomado esta decisión, para seguir en saldo blanco.

Esto viene a repercutir a las decenas de personas que por las mañanas o tardes hacían uso de este recinto deportivo para correr o caminar, o simplemente salir un rato a convivir con la familia, ahora ya no podrán hacerlo hasta nuevo aviso.

Para evitar que alguien haga caso omiso a las peticiones de las autoridades municipales se replegaran algunos elementos de seguridad para invitar a la población que salgan y vayan a su casa, esto ha creado hermetismo en la comunidad ya que no saben si también se les prohibirá caminar, ya que muchas personas lo usan como camino para regresar a sus hogares.

En pie, la 3 edición de la Copa Nacional Victoria

ALDO VALDEZ SEGURA

El desarrollo de la tercera edición de la Copa Nacional Victoria 2020 sigue en pie, no se ha pospuesto ni tiene ningún cambio, así lo informo el organizador de esta justa deportiva; Antonio Blanco, dicho torneo se efectuara en este binomio de playa del 12-17 de julio.

Hasta al momento son 147 equipos lo que se han registrado para participar en esta competición, las escuadras provienen de diferentes puntos del país, tales como; Veracruz, Monterrey, Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Chiapas y el los anfitriones Guerrero, aparte tendrá un ingrediente extra ya que estarán tres equipos de Colombia haciendo acto de presencia.

Cabe mencionar que las fechas están establecidas pero estas puede cambiar debido a la situación de emergencia sanitaria que se vive en el país, pero el organizador confía que para ese entonces ya todo vuelva a la normalidad y esta copa se pueda llevar a cabo sin ningún contratiempo.

En los poblados, donde mayor número de personas asisten hacer ejercicio

ALDO VALDEZ SEGURA

Los poblados de este puerto y sus campos se han convertido en un respiro para los deportistas ya que todavía pueden asistir a realizar sus entrenamientos, patear el balón, hacer la “cascarita” o correr, por lo que es muy común verlos realizar sus actividades físicas por la tarde.

En especial son los futbolistas los que buscan la forma de mantenerse activos ya que va para el mes que se suspendieron las ligas y no han tenido ninguna actividad, pero al entrenar pretenden por lo menos mantenerse en forma y evitar la obesidad o el sedentarismo.

Los usuarios de estos campos de futbol están conscientes de lo que se vive en el país y mundo entero por la pandemia del COVID-19 por tal motivo procuran no aglomerarse y esparcirse por todo el campo, aparte de tomar las debidas precauciones.

Suspenden torneos que se desarrollarían durante Semana Santa

ATOYAC. Los torneos regionales de futbol que se desarrollarían durante las vacaciones de Semana Santa fueron suspendidas ante la alerta sanitaria covid-19.

Luego de que se emitieran comunicados para que se apliquen las medidas sanitarias, las diversas competencias fueron suspendidas. 

Uno de los torneos con muchos años tradicion, que se realiza durante la Semana Santa, se organiza en la población de San Vicente de Benítez, fue suspendido.

Jorge Reynada Galeana.

La liga premier regional de Atoyac, también en receso

ATOYAC. Otro de los sectores futbolísticos que permanecen inactivos es la liga premier regional, dirigida por Nelson Neri Benítez, quienes continúan en espera de que se levante la cuarentena.

Hasta ahora llevan más de un mes sin actividad en las canchas, donde juegan los fines de semana.

En este sentido, los futbolistas tienen que esperar que regrese la actividad deportiva para volver con las actividades. Se tiene conocimiento que este sector cuenta con un gran número de equipos en sus diversas categorías, para cuando se haga el anuncio oficial del regreso de las actividades a las canchas.

Jorge Reynada Galeana.

EDITORIAL

Mezquindad

Las situaciones límite desnudan a los seres humanos. Es fácil ser amable y ofrecer el lugar cuando el lugar importa poco o ceder el paso cuando tenemos tiempo de sobra. Pero frente a la escasez y el peligro muchas personas se convierten en la peor versión de sí mismas; la pandemia lo está mostrando. ¿O cómo entender que en un Oxxo se golpeé a una enfermera que entró a comprar un café tras una jornada infernal salvando pacientes? Su pecado, a ojos de quienes le fracturaron dos dedos, es que su sola presencia los ponía en riesgo a todos.

La mezquindad no reconoce condición social, nivel educativo o zona geográfica. La decencia y la solidaridad ni se enseñan ni se compran. En los barrios ricos y en los barrios pobres, entre gente sin primaria y gente con posgrados, hay hombres y mujeres solidarios, pero también los hay de una ruindad deplorable. La miseria no te convierte en mejor persona moralmente y ser rico no te hace generoso, está claro.

La conversación pública y las redes sociales se han enfermado de un discurso de odio y descalificación que responde al miedo, hasta cierto punto natural, pero también a la acción de actores políticos dispuestos a sacar raja de la tragedia. Medios de comunicación y periodistas que perdieron sus privilegios, partidos y políticos desbancados del poder, empresarios inconformes con la 4T.

Es comprensible, desde luego, la preocupación de los ciudadanos cuando se preguntan si las autoridades conducen la mejor estrategia posible para combatir al virus y su propagación.

¿Que el gobierno lo puede hacer mejor? Seguramente. Pero es un hecho que lo hará peor si sus críticos se aseguran de descalificar todos y cada uno de los pasos y medidas anunciadas. Llegará el momento de hacer los balances correspondientes, pero tomar como consigna destruir los esfuerzos de la autoridad para paliar la crisis termina por dañarnos a todos.

Al Dr. Hugo López-Gatel, vocero y coordinador operativo, le ha tocado de todo. No ha sido fácil demeritarlo porque es un experto que sabe del asunto más que sus críticos. Para torpedearlo se ha tenido que recurrir a su vida privada, a sacar de contexto sus frases, a tratar de amarrarle navajas con el presidente.

Los que golpean a una enfermera en el Oxxo o quieren cerrar un hospital para no correr riesgos, no son muy distintos de aquellos que reclaman por qué se vendieron a China tapabocas en febrero. El egoísmo es el mismo, pero en este caso no es para protegerse (así sea de manera improcedente), sino para desprestigiar al coordinador de la campaña de salud, abollar a la figura del presidente y sacar ventaja política. El reclamo es absurdo porque los tapabocas no eran del gobierno sino de una empresa trasnacional que las produce en México; segundo, porque eran chinos quienes las necesitaban desesperadamente en ese momento; y tercero porque las autoridades han entendido que, al ser mundial, la pandemia debe ser afrontada de manera solidaria y no convertirnos en un país paria. Hoy están llegando con creces tapabocas de China.

Cuando se construye deliberadamente una atmósfera tóxica para asegurarse de que la opinión pública quede convencida de la incapacidad o la perversidad del gobierno, se pone en riesgo a todos. Un juego peligroso y dañino en momentos en que los esfuerzos del gobierno están encaminados a tratar de proteger a la sociedad frente a la terrible amenaza. Minar esos esfuerzos por consigna o perversión política equivale a dinamitar el barco en el que viajamos todos.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

La peor crisis, la interna

Raymundo Riva Palacio

No hay peor forma de enfrentar una crisis que hacerlo en forma desunida. Y no hay peor desunión para abordarla, que cuando la principal crisis es al interior del equipo que tiene la principal responsabilidad para afrontarla. Esto es precisamente lo que está sucediendo con las crisis del coronavirus y económica en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que a la vez que sigue rompiendo el acuerdo nacional –y ahora internacional en el caso del plan petrolero mundial-, sigue pudriéndose por dentro con su falta de control interno en política y mensaje. Es como si el gobierno viviera inmerso en el caos, donde el Presidente contradice a sus funcionarios, y estos se contradicen entre ellos, donde la mayor parte del gabinete luce fantasmal, y es inexistente un mensaje oficial unificado.

Las crisis generan incertidumbre, pero se vuelven más difíciles de controlar cuando quien lleva la iniciativa para enfrentarla produce más incertidumbre. Esta sensación reduce capacidad de liderazgo y desconfianza entre sus gobernados, que cuando se le añade el factor de las redes sociales, que exacerba las pasiones y polariza, provoca que la búsqueda de consenso para gobernar, unidad necesaria para poder enfrentarlas de la mejor manera posible, quede destruida. No ayuda, por supuesto, que el propio presidente sea el primer causante de la desunión y la incertidumbre.

Olvidémonos de su agenda económicamente ultraconservadora e ideológicamente divisiva. Centrémonos en cómo quiere tomar el control de las cosas. La semana pasada dijo que un grupo de empresas debían 50 mil millones de pesos al SAT, y que le daría una lista de las 15 principales deudoras al presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar, para que le ayudara a cobrar. Al enviar esa carta violó la ley, y si Salazar abrió el sobre con los nombres, sería cómplice de un delito. El SAT puede enviar la información al jefe del Ejecutivo porque es la máxima autoridad tributaria, pero el artículo 69 del Código Fiscal obliga a las autoridades tributarias a guardar “absoluta reserva” en lo concerniente a las declaraciones y los datos suministrados por los contribuyentes. 

La acción del presidente, que le funcionó muy bien entre sus incondicionales, es políticamente destructiva. El liderazgo no se construye a través de la coerción, que ha sido utilizada por López Obrador sistemáticamente en la Presidencia, sino del apoyo voluntario. Al alienar el Presidente a un sector de la población, lo que ejerce es la violencia, pero no el poder. Su acción ha servido de ejemplo para la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que amenazó a las empresas que hayan despedido personas durante la crisis sanitaria con impedirles que operen en la capital, o el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, quien prohibió que una compañía que fabrica mascarillas, reanudara su actividad esencial al no venderle sus insumos, porque tenía vendida la producción a Estados Unidos.

Las crisis, que también son impredecibles, no sólo se atacan en su momento, sino en la fase de la post-crisis. Acciones como las que están haciendo López Obrador y su camarilla, no ayudan a resolver la crisis actual y están dinamitando puentes para enfrentar las consecuencias inmediatas y posteriores a estas crisis. Piensan de otra manera y su diagnóstico es contrario, pero esta es una realidad que se ve afuera de Palacio Nacional. El Presidente no va a poder lograr la unidad que dice querer cuando pide una tregua, si él mismo es quien incumple su palabra y lanza cruzadas morales contra todo lo que no le gusta en el horizonte. La descomposición de su entorno sociopolítico se acelera aún más, cuando traslucen las contradicciones y luchas que esta doble crisis ha provocado dentro de su gobierno. 

El viernes, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, enmendó una decisión de la Secretaría de Agricultura, que llamó “error”, de restablecer la producción y distribución a la industria cervecera. Con un presidente como López Obrador, donde nada se mueve sin su autorización, la autorización de la Secretaría de Agricultura a las cerveceras no pudo haber sido hecha sin su aprobación. Se puede conjeturar que lo consultaron en Palacio, donde se aprobó la iniciativa, pero que no se pidió la opinión de la Secretaría de Salud, que reaccionó con virulencia.

Esto manda señales contradictorias a la sociedad. ¿Qué no se hablan entre dependencias? ¿Qué no hay un comité de emergencia que revise y procese todas las acciones de gobierno? Roberto Rock publicó este domingo en su columna habitual en El Universal que el secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos –muy cercano al consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer-, no pudo hablar con López-Gatell durante más de 24 horas, porque no le tomaba la llamada, para hablar del tema de las cerveceras. A esas horas, agregó Rock, su equipo en Salud celebraba que su jefe iba a aparecer en varias revistas del corazón.

En una crisis, la gestión administración y el control de la información es fundamental. La narrativa del régimen no puede mantenerse inalterable, como si nada de lo que sucede afectara su rumbo original. La propaganda, como estaba diseñada, no funciona en estas condiciones, como es lo que intenta su oficina de mentiras y odio. La información debe estar respaldada en hechos, no en dichos y falsedades, características de este gobierno. Mantener el mismo discurso, que cruje con la realidad, lleva al desgaste, reflejado en las encuestas de aprobación presidencial, que muestran que la mayoría le perdió la confianza al Presidente para manejar esta crisis. 

La acción de gobierno debería ser homogénea y en la misma dirección, no salpicada de frivolidades y lastimada por los conflictos internos. Hasta ahora, ante la incertidumbre de las crisis, lo que tenemos es un presidente y un gobierno, impredecibles. No son señales optimistas.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa  

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, parece que va perdiendo adeptos entre los mexicanos, quienes ante la crisis económica y la pandemia de Covid-19, están buscando en quien volcar la frustración y el miedo.

Según la encuesta Mitovsky, en la última semana por primera vez desde que AMLO tomó posesión, son más los que no respaldan su gestión, que los que sí la respaldan.

De hecho, el desgaste político de AMLO ha sido paulatino y se ha venido reflejando en las encuestas, con algunos picos de popularidad, merced a algunas decisiones tomadas.

Pero en realidad, han sido 15 meses de desgaste, que vino a acelerar la crisis por el Covid-19, sobre todo a raíz del decreto de cuarentena para evitar los contagios masivos, y sobre todo debido a que no se dieron opciones para levantar la economía ni garantizar el soporte de los empleos.

Y es que, pese a que el presidente y su secretaria del Trabajo recurrentemente amagan a las empresas que despidan trabajadores, jamás podrán controlar a los micro y pequeños empresarios que no están agremiados a ningún sindicato empresarial, sino que están por su cuenta y que, según cálculos de economistas, suman unos 300 mil, pero que generan hasta 6 de cada 10 empleos, mal pagados si se quiere, pero seguros.

Además de que hay 15 millones de mexicanos en la economía informal, que en este momento están en su casa cuarentenados, para cumplir con el “Quédate en casa”.

Lo cierto es que la realidad de México se impone. Somos una economía tercermundista, diezmada por tantos años de acaparamiento de riquezas, con una banca usurera, con megaempresas trasnacionales que, aunque generan pocos empleos, sí generan ingresos por pago de impuestos y, sobre todo, por divisas. Pero son los menos. La mayoría de las empresas del país están en la lona, y el Covid vino a darles un empujón hacia la quiebra.

La incertidumbre que la gente tiene no es tanto al Covid que, cierto, es algo que provoca miedo. Pero, como la misma gente lo dice, más miedo les da quedarse sin comer, sin ingresos para pagar los servicios de su hogar, la renta, etcétera.

Todo esto ha sembrado desaliento, sobre todo porque nos hemos dado cuenta que el gobierno federal, ni los gobiernos estatales, tienen un plan de rescate económico.

Ayer, en un mensaje a la nación, el presidente nos felicitó por nuestro esfuerzo de parar actividades. Señaló que lo primero es rescatar vidas y después hablamos.

Pero tanto él como sus empleados del sector financiero, han dicho que no habrá rescate económico, sino que solamente se apoyará a los más pobres, siguiendo con la lógica de su proyecto de gobierno, que no cambió ni por el Covid-19.

Antes de esto, ese sector de “empresarios” -si es que se les puede llamar así-, que por años han luchado para mantener sus negocitos en pie, eran aliados naturales de AMLO y su proyecto de la 4 Transformación. Hoy, no se sabe.

El presidente, en realidad, sólo está escuchando a los grandes empresarios, a los que están aglutinados en sindicatos empresariales como la Coparmex, el Consejo Coordinador Empresarial, y hasta ha buscado el respaldo del grupo de Hombres de Negocios. Pero no ha escuchado a los miles de mexicanos que no tiene esa categoría, que no viajan al extranjero, que no tienen ahorros pero sí deudas; los que ganan lo gastan en el mercado local, fortaleciendo la economía de los pueblos y ciudades donde están.

Y a menos que el presidente cambie, que deje de sentirse atacado y presente una esperanza para este sector empresarial, tan necesario para México, lamentablemente la gente se irá alejando de su proyecto.

Podrán decir lo que quieran, pero a la gente se le puede pedir todo tipo de sacrificios, menos tocarle en el hambre. Imaginen a toda esta gente que votó por un cambio, gente harta de la corrupción, pero que ahora ven que está sola, sin idea de cómo reiniciar tras la pandemia, porque se les considera ricos.

Esta gente ni siquiera pide regalado, sólo que les den acceso a créditos blandos, a través de la banca de desarrollo. Piden que, por primera vez en la historia de este país, funcione la Secretaría de Economía y el Fonaes. No quieren créditos “a la palabra” de 25 mil pesos, que ni para el recibo de luz alcanzará (una fábrica de hielo, por ejemplo, paga más de eso en energía eléctrica), sino líneas de crédito mayores, a plazos razonables, para que les permita reiniciar. Es decir, piden dinero que van a devolver. ¿Dónde está lo malo en todo eso?

Según Mitovsky, en los últimos 10 meses, el presidente pasó de 62 por ciento de aprobación, al 46.5. Y eso que todavía no llega la tercera fase de la pandemia, ni se conocen a ciencia cierta los estragos de la crisis.

Anuncian toque de queda en Ometepec

Para combatir la propagación del Covid-19, el Ayuntamiento de Ometepec, Guerrero, anunció a los habitantes que a partir del lunes 13 de abril se implementará un “toque de queda” en el municipio.

En un comunicado, el gobierno municipal indicó que estará prohibido salir a las calles después de las 22:00 horas, y advirtió que quienes no acaten la medida serán encarcelados por 36 horas.

 “Toda persona que se sorprenda en las calles reunida en las esquinas, tomando, conviviendo, platicando, en el horario de 22:00 horas en adelante, serán sancionados con arresto en barandilla por 36 horas”, advirtió el Ayuntamiento.

Otras de las medidas implementadas es la prohibición de fiestas, eventos culturales, deportivos, religiosos y velorios.

También se restringirá el acceso al transporte público foráneo, como taxis de otros municipios a la cabecera municipal y autobuses de otras partes de la República.

La administración municipal advirtió a los comercios de autoservicio y conveniencia, que de no acatar las medidas de prevención por la pandemia, como ofrecer gel antibacterial y que su personal use cubrebocas, serán clausurados.

Estas acciones entrarán en vigor a partir de las 07:00 horas del lunes 13 de abril.

Ometepec es el segundo municipio de Guerrero que implementa «toque de queda», después de San Marcos, para contrarrestar el número de contagios de Covid-19 en la entidad.

De acuerdo con la Secretaría de Salud a nivel federal, hasta este sábado, en Guerrero se han reportado 56 casos confirmados y seis muertos a consecuencia del coronavirus.

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