Se ha podido domar la epidemia de COVID-19: AMLO

CIUDAD DE MÉXICO. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) difundió a través de sus redes sociales un video en el que explica algunas acciones del Gobierno de México para “beneficiar al pueblo y reactivar la economía”; el jefe del Ejecutivo federal dijo que “vamos bien porque se ha podido domar la epidemia” en territorio nacional, en pro de todos los sectores.

En su video de casi nueve minutos de duración, contenido nombrado como “mensaje dominical desde Palacio Nacional”, AMLO dijo que el crecimiento de la epidemia de COVID-19 “se ha podido domar”, además de que se trabaja en que los profesionales de la salud posean todos los materiales necesarios que les ayuden a cumplir con sus tareas en el combate al padecimiento. 

Aseguró que hay un 70% de disponibilidad en camas de terapia intensiva con ventiladores y con especialistas. Además, aprovechó para mandar un “abrazo fraterno” a personal médico y transmitió su pésame por los mexicanos fallecidos.

Así lo digo, son nuestras heroínas las enfermeras y nuestros héroes los médicos. Envío también un abrazo cariñoso a quienes tienen enfermos, a quienes están en hospitales cuidando a sus familiares, y un abrazo doble con todo mi corazón a familiares de quienes han perdido la vida por la pandemia. Mi pésame y solidaridad”.

AMLO comentó que la administración federal busca no promover la desigualdad económica y social, por lo que se planean intervenciones en colonias populares de ciudades de todo el país para garantizar el acceso a agua, drenaje, pavimento, energía eléctrica, “para mejorar espacios en parques, mercados, deportivos, y” así “reactivar la economía con la industria de la construcción”.

Porque el sector (de la construcción) es el que reactivará más rápido la economía y tiene un efecto multiplicador. Adicional, se multiplicará en 50 municipios, de acuerdos a los más necesitados tanto por su economía como por el (COVID-19)”.

Daniel “el rayito” Olea no tiene peleas en puerta

ALDO VALDEZ SEGURA

Desafortunadamente para el púgil azuetenses; Daniel “el rayito” Olea no tiene ninguna propuesta de pelear, esto ha mermado un poco el ánimo del joven boxeador pero no deja de prepararse, diariamente lo hace para estar en óptimas condiciones para cuando sea requerido.

Este año no ha sido nada bueno, ya que no ha tenido ningún combate y no como consiguiente, la posibilidad de demostrar su talento y potencial. Mientras se llega la oportunidad de subir de nuevo al ring, “el rayito” se mantiene en forma, entrena en casa y en ocasiones hace esparrin con algunos de sus colegas.

Actualmente, Daniel Olea cuenta con 24 pelear como profesional, de las cuales ha salido victorioso en 14 de ellas, ha conocido lo amargo de la derrota en 8 ocasiones y ha empatado 2 veces, así pues, el boxeador espera que esta situación mejore para pronto volver a los encordonados.

Efectividad al ataque y letalidad en la defensiva, sus características

ALDO VALDEZ SEGURA

Muchas personas piensan que para ser buen deportista se tiene que empezar desde muy temprana edad, para seguir un proceso y poder asistir a competiciones infantiles, pero este no es el caso de Edgar Bracamontes, quien en la actualidad es uno de los mejores exponentes del deporte ráfaga en el municipio y reconocido a nivel estado.

Su travesía en este deporte comenzó cuando asistía a la Preparatoria, tenía 17 años de edad, actualmente tiene 32 y es de oficio profesor de primeria. Cuando cursaba la Preparatoria fue invitado por un amigo a unos entrenamientos que se realizaban en la cancha de la Vicente Guerrero, le gustó y comenzó a practicarlo seguido, entrenaba, se preparaba y su primer equipo fue Lavandería Especial, en donde estuvo tres temporadas logrando conseguir un campeonato en la categoría de segunda fuerza, logrando ascender a la máxima categoría, la libre, ahí tuvo una buena participación pero no pudieron coronarse.

Se mudó de equipo, ahora sería un guerrero más del legendario Club Simpson, dirigidos por los hermanos Melchor Arizmendi, fue ahí donde Edgar Bracamontes explotó todo su potencial, se convirtió en un referente en esta escuadra, la cual es odiada por muchos debido a que fue semillero de grandes jugadores y todos los querían igualar así como derrotarlos.

Es un jugador que no le gusta perder, es aferrado al triunfo, le gusta que cuando el balón este en sus manos este tenga como destino final la canasta, es un defensor férreo, difícil de pasar, tiene gran altura.

Para poder conseguir campeonatos no le ha sido nada fácil, ha batallado, pero los ha conseguido, lleva dos campeonatos en la máxima categoría así mismo dos de campeón encestador, actualmente se enfunda en la playera de los Chiquiliques, en donde porta el número uno y es el líder del equipo, esto sin dejar a fuera a sus compañeros, que son un respaldo para que él pueda dar lo mejor que tiene.

Tiene tres hermanos, él es el de en medio, sus hermanos también practican basquetbol y el sueño de cualquier entrenador es tenerlo a los tres juntos, ya que son dinamita pura, garantía de garra, entrega y triunfos, pero por sus condiciones de juego se les hace complicado juntarlos, cada uno brilla con su propio brillo.

Prevén suspensión de juegos magisteriales

ATOYAC. Los juegos magisteriales han sido un referente futbolístico en el municipio Cafetalero, así como en la región de la Costa Grande, por lo que docentes adherentes a las diversas zonas escolares se enfrentan en el desarrollo de las jornadas deportivas, donde aprovechan para estrechar lazos de amistad.

En esta gráfica tipo postal aparecen maestros de la zona escolar 076 que como cada año viven la experiencia deportiva en al menos tres días de intensa actividad deportiva en el señalado marco del festejo del Día del Maestro.

Finalmente en este mes se suspenderán los encuentros futbolísticos debido a la pandemia del Covid-19. Esta vez no habrá actividad futbolística esperando la autorización de las autoridades de los tres órdenes de gobierno para regresar al desarrollo de los encuentros.

Jorge Reynada Galeana.

EDITORIAL

El momento de los gobernadores

Entre las múltiples contradicciones que ha sacado a flote la epidemia de coronavirus es lo dañada que está la relación entre los gobiernos de los estados y el Gobierno federal, en realidad central. Nuestro federalismo, como muchas otras cosas de nuestra vida pública, es de papel pues salvo en contados momentos de la historia donde los estados sacan la cabeza, nuestra vida pública pasa toda por la capital. Pero, cuando en los estados mueven la aguas, retiembla en sus centros la tierra. La revolución de 1910 fue de los estados hacia el centro y el gran cambio democrático de finales del siglo XX, también.

Uno de los rasgos más evidente de la actual administración es hacer todavía más centralista la vida pública. Con la excusa, fácilmente argumentable, de que los gobernadores malgastaban el presupuesto, el Gobierno federal decidió que sería él y sólo él quien decidiría cómo mal gastarlo. Hoy no se ejerce mejor el presupuesto, por el contrario, se concursa menos, se compra con prisas y los ahorros, los de verdad y los malentendidos, acaban difuminándose en una burocracia cada vez más ineficiente. Junto con la centralización se redujo también la presencia del Gobierno federal en los estados, que si bien ganó terreno con la omnipresencia del Presidente en la comunicación lo perdió en el contacto cotidiano con los ciudadanos.

En este contexto, varios gobernadores comienzan a levantar la voz y a aprovechar las oportunidades políticas que ha dejado el Gobierno federal particularmente por la ineficiencia que ha mostrado el sistema de salud en esta crisis. A los grandes sistemas, el IMSS y el ISSSTE, los tomó debilitados institucionalmente, con delegados desarraigados, los cual puede ser útil cuando se trata de combatir la corrupción, pero no para mejorar la salud; al Insabi, parido prematuramente, lo sorprendió sin estructura y a todos con un sistema de compras, que no termina de funcionar y genera desabasto. Todo ello ha dado a los gobernadores, bocabajeados durante todo el primer año de Gobierno de Morena, la excusa perfecta para regresar a la palestra.

Lo que tienen los gobernadores y los alcaldes que nunca tendrá el Gobierno federal, es el territorio. Por más que crezcan los programas sociales y las estructuras de la Secretaría del Bienestar, el contacto básico de los ciudadanos sigue siendo con los gobiernos subnacionales. Hoy las grandes decisiones sobre cómo enfrentar la pandemia las están tomando los gobernadores en sus estados. Cada día son más los que en rebelión abierta o velada (cuando son gobiernos de Morena) se salen del huacal. 

Los gobernadores ya entendieron que la grieta del monolítico y centralizado Gobierno federal está en el sistema de salud. De cómo se gestione en los estados la crisis de coronavirus que se nos viene en las próximas semanas dependerá en gran medida el número de canicas con las que jueguen en la elección intermedia. 

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Problemas en el paraíso (I)

Raymundo Riva Palacio

Lidiar con una persona como Andrés Manuel López Obrador nunca ha sido sencillo, como lo saben quienes lo han tratado por años. Lidiar con él como líder de la izquierda social o candidato, era una cosa, porque los errores y aciertos que cometía o lograba por su impermeabilidad, repercutían únicamente en él y en un grupo limitado. Lidiar con él como Presidente de México tiene otra dimensión, porque sus errores y aciertos lo trascienden, y afectan o benefician a millones de personas. Ahora, quienes están cerca del poder y de la toma de decisiones están viviendo lo que afuera apenas se ve, la agudización de las contradicciones de un gobierno que está afrontando dos crisis en medio de su crisis.

López Obrador no puede describirse de otra forma que no sea como un político bipolar, que exprime a quienes están cerca de él y los engaña abiertamente, administrando expectativas que nunca van a llegar. El caso más claro es el de Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, cuyo nombre ha figurado en la prensa en los últimos días como el primero en la lista de los que, decepcionados por la forma como gobierna el presidente, piensan que ya no hay nada que hacer. Seguir con él, estiman cercanos a él, es un desgaste que no lleva a ningún puerto seguro. La idea de que sólo desde adentro se podrían cambiar las cosas ha cambiado: no se pueden hacer las cosas desde adentro porque el que toma las decisiones adentro no quiere cambiar.

Hace dos años Romo confió a sus cercanos su decisión de irse por el maltrato del presidente y los obstáculos que enfrentaba para poder llevar a cabo las funciones que le había encargado López Obrador. En ese entonces sus choques eran con el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, que vistos a distancia, aquello era motivado por la lucha de poder en Palacio Nacional, porque ambos, con diferentes enfoques y aproximaciones, coincidían en el crecimiento como motor de desarrollo y en la necesidad de ser acompañados por el sector privado. 

Urzúa cayó al poco tiempo al enfrentarse con López Obrador, cuando del Plan Nacional de Desarrollo un panfleto ideológico sin sustento técnico ni legal. Menos ambicioso que Urzúa, su sucesor Arturo Herrera, trabajó mejor con Romo, quien encontró rápidamente un muro infranqueable en la secretaria de Energía, Rocío Nahle, que ha sido la mejor intérprete de las obsesiones de López Obrador en materia petrolera, y de su repudio al sector privado, y quien ha dinamitado todo lo que, esquizofrénicamente por otra parte, el presidente le pide a Romo que haga. 

Si Nahle ha saboteado los proyectos de Romo aprobados por el presidente, no es creíble que la secretaria de Energía lo haga por cuenta y riesgo propia. Si ella, que es una acatadora sumisa de ocurrencias de López Obrador, el bloqueo a Romo puede entenderse no como una orden directa del presidente, pero sí una como acción que cuenta con su aval. El tema energético es lo que propició el quiebre final de Romo con el presidente. 

Durante el año pasado, por instrucciones presidenciales, Romo trabajó con el sector privado un programa de inversiones, que quedó listo para presentarse, con 165 mil millones de dólares comprometidos, en enero. Nahle no lo aprobó –ni siquiera se sabe si lo revisó-, y el presidente la apoyó. Romo recibió la autorización de López Obrador de trabajar los farmouts en el sector energético, y una vez más se cruzó la secretaria de Energía para impedirlo. Se volvió a programar el anuncio en la Convención Nacional Bancaria a mediados de marzo, pero nuevamente se pospuso. Desde entonces se ha venido aplazando de una semana a otra el anuncio del programa.

Romo no está de acuerdo con la construcción de Dos Bocas, ni con la forma como están dándole vida artificial a Pemex, ni en la manera como tratan al sector privado. El enfrentamiento con Nahle es con el presidente. El último desgaste que tuvo con él fue a propósito del plan de reactivación económica que le propuso al Consejo Coordinador Empresarial y que el presidente rechazó, sin siquiera considerar algunos de los puntos que plantearon, lo que provocó el distanciamiento del sector privado y López Obrador.

Tejer la relación con el sector privado era la gran asignación de López Obrador para Romo, y ha sido el mismo presidente quien rompió los puentes. López Obrador vive una bipolaridad política, donde se cruzan sus responsabilidades como jefe de Estado y su alma vengativa, sus dichos públicos y sus acciones privadas, sus resentimientos inocultables y sus afanes vengativos. Romo quedó en medio de esos trastornos extremos que se perciben a diario en Palacio Nacional.

Romo ha pasado buena parte de la cuarentena en Monterrey y viaja a la Ciudad de México cuando lo ha considerado necesario, como recientemente, cuando voló sólo para una cena con el Presidente para hablar sobre la consulta en Mexicali donde pidieron la cancelación de la planta cervecera de Constellation Brands. López Obrador le dijo, de acuerdo con personas que conocieron de la plática, que le pediría a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, que viera de qué forma podría revertirse. Sin embargo, pocos días después, el Presidente elogió la decisión de la consulta. López Obrador es consistente en sus engaños.

El desánimo de Romo se ha ido acrecentando, pese a todo el bálsamo que le unta López Obrador. Tanta es la confianza personal que le tiene, dice una persona cercana al jefe de Oficina, que incluso le llegó a ofrecer la cartera de Hacienda. Romo declinó. Está más fuera del gobierno que dentro, y la decisión que debe enfrentar en este momento no es cuándo lo presenta, sino cuando la hace efectiva.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Sin el gobierno federal, empresarios y obreros van por un pacto social para rescatar la planta productiva, comercial y de servicios del país, y este lunes comenzarán a discutir las vertientes del pacto.

El llamado de los obreros, sin embargo, sigue siendo para el gobierno federal, a fin de que no sólo se agregue a este pacto, sino que lo lidere, para que tanto empresarios como obreros puedan ponerse de acuerdo en cuanto al rescate de empresas y la permanencia de empleos.

Juan Carlos Velasco, representante de la CTM, advirtió ayer que ya se han perdido 340 mil empleos y en el corto plazo serán un millón. Esta estimación la han dado también diversos analistas económicos, quienes además están advirtiendo de otras consecuencias funestas para nuestra económica, ya harto globalizada y dependiente de los mercados extranjeros.

En el área industrial, México es un país maquilador, por ejemplo, de autopartes. Si nuestro país no pone en marcha sus maquiladoras, Estados Unidos no podrá reactivar su industria automotriz. Luego entonces, buscará las partes en otro lado para sus ensambladoras, y México perderá en cuestión de días ese crucial mercado.

¿Qué pasará? Hay dos posibilidades: que el país se resigne a perder ese nicho comercial; o que en medio de la tercera fase de la pandemia, se reabran las maquiladoras para abastecer el mercado estadounidense, con la consecuente pérdida de vidas.

Ese es el dilema de México hasta el exterior, y no sólo en el ramo automotriz, sino en muchos otros, pues de las maquiladoras en México dependen también buena parte de los componentes de equipos de cómputo.

¿Qué países tomarán ventaja de esto? Los que ya estén saliendo de la pandemia, como China, mientras nosotros apenas entrando a la peor fase. Podemos apostar a que el gigante rojo está más que dispuesto a tragarse nuestros nichos comerciales, pues para eso también está acumulando grandísimas cantidades de petróleo, aprovechando que está en su mínimo valor.

Y aunque el presidente AMLO dijo que vamos bien, que logramos atenuar a la pavorosa mortalidad del Covid-19 que han padecido otros países, falta por ver la peor parte.

Es cierto que México tardó 32 días para llegar a los mil muertos, algo que a los Estados Unidos le tomó 10 días. En eso ya hay una excelente ventaja, pero aún asistiremos al vendaval de los contagios masivos.

El caso es que las autoridades federales están aceptando que, aunque pase la fase 3, nos faltará cursar las fases llamadas “de salida”, que pueden ser tres más. Sobre todo, la 4 y la 5 serán fundamentales, y esto podría alargar la apertura del país hasta el mes de agosto, o incluso septiembre, conforme el comportamiento de la pandemia.

En todo este esquema de retrasos, y sobre todo debido a las amenazas para las empresas no esenciales para que se mantengan cerradas, los que están perdidos son los micro, pequeños y medianos empresarios.

Digan lo que digan, aun cuando haya personas aplaudiendo el abandono de este sector, para que se rasque con sus propias uñas, y aceptando que los apoyos sean exclusivamente para “los pobres” (esto lo dicen generalmente burócratas que tienen su sueldo seguro, y que parecen olvidar que sus emolumentos se pagan de los impuestos que paga la planta productiva del país), el país entero saldrá perdiendo si por la cuarentena del Covid las empresas empiezan a cerrar.

Primeramente, porque los empleos que éstas generan son “formales”; segundo, porque estas empresas pagan impuestos, algo que no hace un “changarrito familiar”. Tercero, porque al perderse los pocos empleos que se tienen en el país, las cotizaciones al IMSS también decrecerán.

En general, todo queda comprometido, incluida la viabilidad del propio gobierno, pues al no haber ingresos suficientes, no podrá operar ni financiar los programas sociales ni mucho menos los grandes proyectos.

Pese a ello, el presidente de la República no está considerando apoyos reales para este sector, salvo los microcréditos de 25 mil pesos, a pagar en 3 años. Y sé están reservando para “los buenos patrones”, empresarios que no hayan despedido a nadie en los últimos 4 meses, y que tampoco les hayan bajado el sueldo. Como quiera, estos créditos no resuelven las crisis de las empresas, pues tan sólo el pago de nómina les absorbe más que eso y al contrario representa más deuda.

De ahí que empresarios y obreros ya comenzaron acercamientos mutuos para alcanzar un pacto nacional. Además, ayer el Consejo Mexicano de Negocios anunció que gestionará dinero en el extranjero para otorgar créditos a Mypimes, con el permiso de Hacienda. Es decir, es una iniciativa privada, que solamente lleva el aval del gobierno mexicanos.

Falta por conocer los requisitos para estos créditos revolventes, que de entrada sabemos que se darán por 3 meses.

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