Lo dejaron todo para la vuelta

ALDO VALDEZ SEGURA

Enfrentamiento de poder a poder y del alto calibre fue el que protagonizaron en la ida de las semifinales de la liga Premier de futbol en su categoría libre; Zankass y Azul Grand, un empate a un tanto fue el saldo que dejó este cotejo, así que todo se resolverá en la vuelta.

Dicho enfrentamiento tuvo como escenario el campo 2 de Blanco. Fue una primera mitad muy movida, en donde los dos equipos fueron cautelosos a la hora de atacar, primero se pararon bien atrás para después ir  en busca de los goles, en los primeros 45 minutos no se hicieron daño, en ceros se fueron al descanso.

Para la parte complementaria, la misma tónica, las defensivas a la altura de las exigencias, alejaron el peligro de su meta, los gatilleros intentaron con los disparos de media distancia, les dio resultado, ya que fue desde esa instancia que Zankass se puso al frente, los “hoteleros” al verse abajo se fueron con todo al frente y no descansaron hasta encontrar el gol de la igualada.

Real Neyvy tomó una ligera ventaja

ALDO VALDEZ SEGURA

Real Neyvy tomó una ligera ventaja en el primer episodio de la fase de semifinales de la liga Premier de futbol en su categoría libre, pudieron imponerse con serios apuros 3-2 a Cecsa, escuadra que puso resistencia hasta el último minuto y no se dio por vencido.

De este choque de trenes fue testigo el campo 1 de Blanco. El balón se puso en movimiento y con ello las emociones, ambas escuadras quisieron tener el esférico en su poder pero nadie pudo establecer un dominio, por lo que se libró una batalla para poder lograrlo.

A pesar de lo trabado que estaba el cotejo, las oportunidades se dieron, la efectividad fue la clave para que Real Neyvy pudiera ganar esta primera ronda, pero saben que dejaron con vida a sus rivales, así que nada está escrito todavía, Cecsa luchara con todo para la vuelta.

Lázaro Mascott, legendario campeón de ciclismo

ATOYAC. Don Lázaro Mascott, legendario ciclista, exhibe un reconocimiento acreedor al título de Campeón estatal en ciclismo en el año 1968, fecha histórica para el pedalista que con mucho orgullo conserva el documento oficial, por parte de las autoridades deportivas en aquella época.

Se tiene conocimiento que el señalado deportista en años pasados fue promotor de la realización de las carreras ciclistas con rutas locales en el municipio de Atoyac de Álvarez.

Por ende, el mentor dijo estar agradecido por los logros que ha obtenido con este señalado deporte de rueda.

El ciclismo aún en el municipio cafetalero se continúa practicando por ciclistas que continúan promoviendo a la ciudadanía general.

Jorge Reynada Galeana

EDITORIAL

El presidente rebasado

El Presidente dijo que no era necesario cancelar eventos masivos. Y fueron los artistas quienes empezaron a anunciar que no darían sus conciertos.

El Presidente dijo que no tenían por qué parar las actividades culturales y económicas. Y a las pocas horas los anfitriones pospusieron el Festival de Cine de Guadalajara y el Tianguis Turístico en Mérida.

El Presidente dijo que no teníamos que ser tan drásticos con las medidas anticoronavirus como en otros países. Pero la presión de la sociedad llevó a que finalmente se dejara de jugar la Liga de futbol mexicano.

El Presidente dijo que no había por qué aislarnos, pero empresarios y directivos empezaron a planear cómo podrían sus trabajadores seguir chambeando desde casa.

El Presidente dijo que no teníamos por qué suspender clases. Y las universidades empezaron a anunciar cursos en línea para que sus alumnos no tuvieran que acudir a las aulas, mientras las escuelas privadas evaluaban cerrar sus puertas. Aceptó el gobierno: suspendamos clases a partir del día 20. Y le reviraron universidades, escuelas y varios gobernadores: se suspenden una semana antes.

El Presidente dijo que no hacía falta hacer tantas pruebas de coronavirus a potenciales infectados. El número uno de la Organización Mundial de la Salud dijo ayer en su conferencia: “no se puede luchar contra un incendio con los ojos cerrados. Hagan pruebas, hagan pruebas, hagan pruebas”.

El Presidente dijo que nuestra economía resistía. Ya está el dólar en 23 y ayer la caída en las bolsas del mundo fue peor que cuando se inventó el término “lunes negro”.

El Presidente dijo que estábamos en manos de los científicos más serios. El subsecretario de Salud, que funge como secretario, y la ha hecho de vocero del tema del coronavirus, declaró que el Presidente no tiene por qué evitar los actos multitudinarios porque él “es una fuerza moral, no es una fuerza de contagio” del virus.

Muchas fábricas chinas están cerradas. En Italia no dejan que ningún vehículo disfrute las privilegiadas autopistas. En Nueva York cerraron los teatros de Broadway, en París los cafés ya bajaron la cortina y en Madrid ya no hay bares abiertos. Cerró Disney todos sus parques, no hay deportes y los restaurantes más famosos del mundo han empezado a apagar sus estufas. Europa, tan acostumbrada a moverse en tren y sin fronteras, ha pedido que nadie viaje durante un mes.

Pero el Presidente mexicano organiza mítines para besar niños y abrazar simpatizantes, e impulsa que se junten 50 mil personas en el festival de música Vive Latino.

Este lunes, el Presidente entró a la conferencia mañanera en Palacio Nacional. Le ofrecieron gel antibacterial para que se limpiara las manos. No lo aceptó. Atrás de él venían miembros de su gabinete. Ellos sí se frotaron las manos.

Por el mundo, por la sociedad mexicana y a veces por su propio gabinete, el Presidente ha sido rebasado.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Ya no le hagamos caso

Raymundo Riva Palacio

Por segundo día consecutivo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se abstuvo de limpiarse las manos con líquido antes de iniciar su comparecencia en Palacio Nacional. Tampoco se mantuvo la distancia de un metro mínimo de distancia entre personas, como sugiere el estándar de distanciamiento social. Todo esto, 24 horas después de que se recomendara, en el mismo foro, que eso tendría que hacerse. Las palabras sí se las lleva el viento. El presidente se ocupó XX minutos para hablar en general del COVID-19, y XX minutos para hablar de sí mismo y de qué hace para no dar pie a sus “adversarios”.

Una vez más, como lo reitera siempre, antepuso la fe a la ciencia -y respaldó ampliamente al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell que en la víspera sacrificó el conocimiento para rendirle tributo a las creencias presidenciales-. “Vamos a salir adelante”, dijo López Obrador en su comparecencia del martes. “Hay que tener fe en nuestro pueblo y actuar de manera consciente (sin) caer en la desinformación”. La fortaleza está “en nuestro pueblo y en su cultura”. Nada de reforzamiento sobre las medidas de prevención. No son necesarias. Dijo que estamos en la primera etapa de la pandemia, lo que es cierto, y actuando con “serenidad y no dejarnos manipular”. En pocas palabras, actuarán para evitar el contagio cuando el contagio ya esté dentro. 

La reacción tardía del gobierno de López Obrador, que resiente y critica el presidente, no es observada y cuestionada en México solo, sino en el mundo. Él no va a cambiar. El subsecretario a modo que tiene en Salud, le hace segunda. ¿Qué se puede hacer? Sólo una cosa: ya no le hagamos caso. Hagamos caso a quienes en la comunidad científica actúan sin estar cuidando su empleo o buscando promoción, a lo que están diciendo las autoridades en la materia en el mundo y a reflexionar críticamente sobre el porqué los gobiernos -salvo Brasil y México- están alineados en sus medidas para romper la cadena de contagios. López-Gatell dice, a contracorriente del mundo, que las medidas que han tomado no sirven para nada. Tal para cual.

El lunes pasado, el Imperial College de Londres, que tiene un Equipo de Respuesta y asesora al gobierno británico, dio a conocer un informe sobre el COVID-19 (https://www.imperial.ac.uk/media/imperial-college/medicine/sph/ide/gida-fellowships/Imperial-College-COVID19-NPI-modelling-16-03-2020.pdf), con nueva información sobre la pandemia en Italia, que concluyó que las medidas limitadas que impusieron en un principio, podría resultar en un “mucho mayor número de muertes”. López Obrador esta convencido de que la pandemia es una exageración y que el manejo de la información sobre ella es político. No es así. La información se sustenta en análisis matemáticos o el procesamiento de estadísticas -como se hizo en el caso italiano-, para poder hacer proyecciones que ayuden a formular políticas públicas.

“El mundo está viviendo la crisis de salud pública más serie en generaciones”, dijo el profesor Neil Ferguson, jefe del Equipo de Respuesta y director del Instituto Abdul Latif Jameel para Enfermedades y Análisis de Emergencia (http://www.imperial.ac.uk/news/196234/covid-19-imperial-researchers-model-likely-impact/). El informe estudió las razones por las cuales el virus se salió de control y saturó los hospitales, donde han muerto más de dos mil 200 personas y arriba de 28 mil están infectados, aunque la cifra probablemente sea “considerablemente” más alta. Esto obedeció a que la estrategia para aplanar la curva de crecimiento de contagios y controlar la pandemia, fue muy optimista.

“Utilizamos las últimas estimaciones de severidad para mostrar que las estrategias políticas que buscan mitigar la epidemia, podrían haber reducido a la mitad las muertes y reducido el pico de la demanda de atención médica en dos tercios, aunque no sería suficiente para prevenir que los sistemas de salud se saturen”, agregó el doctor Ferguson. “Intervenciones más intensas y socialmente disruptivas tendrían que ser requeridas para suprimir la transmisión a bajos niveles. Probablemente tales medidas, principalmente un distanciamiento social a larga escala, se necesitaría llevar a cabo por meses, quizás hasta que una vacuna está disponible”.

López Obrador ha dicho que México está preparado para la pandemia. La información que le han dado no es totalmente correcta. López-Gatell ha dicho en las reuniones en Palacio Nacional que se tiene capacidad hospitalaria suficiente para la etapa dos, con la experiencia de la influenza estacional. No le han explicado al presidente la duración de la influenza, que en la temporada 2019-2020, hasta finales de febrero, tuvo cuatro mil casos positivos. En diciembre, por ejemplo, encontrar una cama para neumonía, que es la patología de la influenza y el COVID-19, demoraba cuando menos 10 días. Otra mentira que ha dicho el subsecretario de Salud, es que existen 35 hospitales desplegables, cuando en realidad hay cinco en el gobierno federal. 

La desinformación de que se queja el presidente encuentra un foco claro dentro de Palacio Nacional. Le han dicho que tienen los insumos para enfrentar la pandemia, pero no hay respiradores porque no se compraron. Apenas en la última semana comenzaron a adquirir medicamentos para aplicárselos como refuerzo a doctores y enfermeras en la primera línea de combate al virus. El presidente descalifica pero, como admiten con resignación colaboradores, no escucha recomendaciones que puedan ir en contra de sus fijaciones. Pelearse con sus “adversarios”, que en los últimos días parecen encontrarse en los medios, podrá ser una gran victoria, aunque pírrica. Sus cruzadas públicas no asustan ni frenan el coronavirus. Este debía ser la preocupación de todos.

NOTA: El embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, desmintió que funcionarios de alto nivel hayan hablado del coronavirus en una reciente reunión en la Ciudad de México. La información fue proporcionada por personas que participaron en ese encuentro. Se entiende la insólita energía con la que reaccionó, proporcional a la gravedad de lo que sucedió en esa reunión.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Todavía recordamos la emergencia de la influencia AH1N1, en 2009, que surgió en México del contacto entre hombres y cerdos. Eso se dijo. Fueron momentos muy difíciles para el país. Gobernaba el panista Felipe Calderón, y lo único que se hizo fue repartir gel antitbacterial, usar cubrebocas, sanitizar las escuelas, y se nos instruyó a lavarnos constantemente las manos, a estornudar de manera adecuada, y a no visitar lugares concurridos.

Nada de declarar cuarentenas prolongadas, cerrar aeropuertos ni paralizar a ningún sector de la población, ni siquiera escuelas, que solamente descansaron para que los padres sanitizaran los planteles. Y conste que se dio en un periodo similar al de hoy, con las vacaciones de primavera de por medio.

El brote, cuyos primeros casos se detectaron el 11 de abril de 2009 en el estado de Veracruz, fue ubicado en las granjas del municipio de Perote, Veracruz. Al mes, la pandemia se había diseminado por varios estados de México, Estados Unidos y Canadá, para propagarse posteriormente a otras naciones. Luego de 14 meses de haberse declarado como pandemia desde el 11 de junio de 2009 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la gripe A (H1N1) había cobrado la vida al menos ¡19 mil personas en el planeta!

Y nadie se escandalizó por ello.

En el caso de México, según datos de las autoridades sanitarias, en esa emergencia hubo un estimado de 70 mil 715 personas infectadas y alrededor de 1,172 personas muertas por esta causa, en los primeros meses del padecimiento, pero siguen sumándose casos.

El brote

Para el 29 de abril de 2009, la OMS clasificó el brote de gripe A (H1N1) como nivel de alerta cinco, es decir, pandemia inminente dada su extensión geográfica; poco después se elevaría a nivel de alerta 6.

Desde el 24 de abril de ese año, las escuelas, bibliotecas, museos, recintos para conciertos y cualquier lugar para reunirse fueron cerrados por el gobierno de la Ciudad de México. El 25 de abril del 2009 el presidente Felipe Calderón declaró una emergencia que le concedió la facultad de suspender los actos públicos y declarar estado de cuarentena.

Pese a ello, todo fue menos drástico que ahora, no obstante que los virus son parecidos, registran síntomas parecidos y tienen un nivel de mortalidad parecido.

Lo que es más, la AH1N1 aún sigue registrando casos en el país, a 11 años de la contingencia, y aunque ya existe una vacuna, no toda la gente la usa.

Veamos las estadísticas del invierno 2018-2019, tiempo en que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tomó el poder: 5,000 casos positivos a influenza: 4,188 de AH1N1; 503 de B; 201 de influenza A y 108 de AH3N2. Se notificaron 514 defunciones por influenza: 466 por AH1N1; 30 por influenza A; 17 por influenza B y 1 por AH3N2.

Las defunciones acumuladas sumaron 514 (94.4 de pacientes que fallecieron no estaban vacunados; 33.1 tenían diabetes mellitus; 32.3 % con presión arterial y 31.3 % con obesidad.

¡5 mil casos y más de 500 muertos, que todavía se registran a 10 años de la emergencia por este virus! Y nadie puso el grito en el cielo. Nadie exhibió al gobierno de Calderón de inepto. Nadie pidió el cierre de fronteras, puertos y aeropuertos, ni nada por el estilo.

Los síntomas eran los mismos que los del Covid-19: Aumento de secreción nasal, tos, dolor de garganta, fiebre alta (mayor a 38º C), malestar general, pérdida del apetito, dolor en los músculos, dolor en las articulaciones, vómitos, diarrea y, en casos de mala evolución, desorientación y pérdida de la conciencia.

A diferencia del Covid-19, la AH1N1 sí atacaba severamente a los niños y jóvenes, y mujeres embarazadas; y desde luego a las personas inmunodeprimidas. Su nivel de letalidad era del 2.2 por ciento; es decir, de cada 100 personas que se enfermaban, 2 morían.

Resultados oficiales: Una proporción de 51% correspondió a mujeres y 49% a varones (al contrario, el Covid está atacando más a hombres). Hasta 45.1% ocurrió entre los 20 y 39 años (Covid-19 afecta más a ancianos).

La letalidad general fue de 2.2% y varió entre 0.3% en el grupo de 10 a 19 años y 6.3% en el de 50 a 59.

Sólo 17% recibió atención hospitalaria en las primeras 72 horas, y 42% falleció en las primeras 72 horas de hospitalización. En 58.2% de los fallecidos había algún padecimiento asociado.

Durante dos meses se le dejó crecer en el país, y era diagnosticada como influenza común, hasta que el gobierno de Estados Unidos detectó casos en su propio territorio y determinó que se trataba de una nueva cepa, ubicando como reservorio de la enfermedad a los cerdos.

Entonces la OMS decretó la alerta mundial y determinó las medidas a seguir, que fuero menos drásticas de lo que ahora sucede con el coronavirus de Wuhan. ¿Por qué?

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