Jesús Guerrero
Agencia Reforma
CHILPANCINGO. Crescencio Pacheco, uno de los desplazados
de la Sierra de Guerrero, tuvo que migrar junto con su familia a Estados Unidos
luego de recibir una serie de amenazas de muerte por parte de una organización
criminal.
“Hubo llamadas, recados, de que querían atentar
contra mí y mi familia”, relató el ex comisario de la comunidad de Campo
de Aviación, del municipio de Leonardo Bravo.
En noviembre del 2018, 400 familias, incluida la de
Pacheco, fueron expulsadas de sus comunidades –Filo de Caballos, Los Morros,
Campo de Aviación, El Carrizal, La Quebradora– por supuestos policías
comunitarios de Tlacotepec.
Se refugiaron en la localidad de Chichihualco, cabecera
municipal de Leonardo Bravo.
Pacheco, quien desde agosto del 2019 trabaja de manera
ilegal en obras de construcción en el estado de Utha, recordó que en febrero
los desplazados instalaron un plantón afuera de Palacio Nacional para exigir al
Presidente Andrés Manuel López Obrador que se les garantizara el regreso a sus
pueblos y el repliegue de los supuestos policías comunitarios.
En marzo firmó una minuta donde Gobierno federal se
comprometió a pagar la renta de viviendas a las familias desplazadas y la
dotación de despensas cada mes, además de medidas de seguridad.
Sin embargo, luego de recibir amenazas de muerte decidió
salir de Guerrero y del país junto con su familia.
“El 15 de julio del 2019, salí de Guerrero, fui por
mi esposa y mis tres hijos que los tenía en el Estado de México y de ahí
partimos hacia la frontera”, refirió.
El ex líder de los desplazados aseguró que recibió las
amenazas luego de sostener reuniones con el Secretario de Gobierno, Florencio
Salazar y el subsecretario de Asuntos Políticos, Martín Maldonado quienes,
afirmó, lo querían sobornar para que dejara el movimiento, lo que rechazó.
Por esta razón, afirmó, las amenazas de los criminales se
incrementaron.
“Yo siempre he dicho que el Gobernador Héctor
Astudillo protege a los grupos criminales que operan en la Sierra y que tienen
aterrorizada a la gente”, aseguró.
El activista indicó que regresar a Guerrero sería un
riesgo porque en la Sierra siguen en activo dos grupos criminales que para él
son protegidos del Gobierno.
También lamentó que el Presidente López Obrador haya
dicho que el desmantelamiento de las policías comunitarias de la Sierra y de
otras partes del estado llevará tiempo.
“Esas policías comunitarias de la Sierra y de otros
lugares de Guerrero son integrantes de la delincuencia que están defendiendo su
territorio”, señaló.
En esas localidades, aseveró, la gente tiene más
carencias debido a la caída de los precios de la amapola.
Pacheco dijo que durante su estancia en un albergue
religioso en Nogales Sonora constató que alrededor de mil personas de
diferentes zonas de Guerrero, que también fueron desplazadas por amenazas de
grupos criminales, buscan cruzar a Estados Unidos.
“En
Guerrero, el Gobierno no da ninguna garantía para los desplazados de vivir en
un lugar donde no seas amenazado por las bandas”, lamentó.