ELIUTH ESPINOZA
Dos divorcios diarios se dan en promedio en Zihuatanejo. Los
hijos, los más afectados con la desintegración familiar.
Los divorcios han ido en aumento, informó Bartolo Currichi
Meza, juez de primera instancia del estado, “yo calculo que en Zihuatanejo
un divorcio diario es seguro, puede que hasta más”.
Hay dos jugados que conocemos del mismo tema o materia,
agregó, por lo menos 60 divorcios en un mes ocurren en el puerto.
Es algo que la sociedad no merece tal vez, pero
desafortunadamente el tiempo ha conducido a eso, explicó, en 2012 se reforma la
ley, desaparecen los divorcios necesarios, “que era un trámite en una vía
engorrosa, había muchísimo pleito. Las partes salían muy desgastadas”.
El legislador decide bajo ese contexto que no tenía sentido
permanecer o dejar un matrimonio subsistente, si la vida en común ya no tenía
el fin que percibe el matrimonio, añadió Currichi Meza.
Reforman la ley, refirió, y en lugar del Divorcio necesario,
establecen el divorcio sin causa o encausado; un trámite muy sencillo, nada más
requiere de la voluntad de uno de los cónyuges.
Se plantea la demanda, expuso el juez, se corre traslado al
demandado 9 días, si contesta está bien, y si no, se va en rebeldía en una sola
audiencia previa, en la que siguiendo los mecanismos legales se trata de
persuadir.
Que no se divorcien, dijo, que el estado no tiene interés en
disolver los matrimonios, sino lo contrario, conservar la familia. Pero es
definitivamente una audiencia de trámite, aclaró.
Si no hay consiliación en la misma audiencia, sintetizó,
decretamos la disolución del matrimonio, “ya no hay pleitos”.
Los hijos son el peor problema que estamos enfrentado,
contestó el juez de primera instancia, quedan en poder de uno de los padres, y
estos empiezan el pleito ya sobre los niños.
“Primero porque uno no quiere darle alimentos al otro,
señaló, muchos quedan abandonados, al cuidado de un familiar o abuelos”.
Y quienes los crían comienzan a conducirlos a “mira la
culpa es de tu mamá, bla bla bla, no le hables, no la veas. Es terrible,
comentó.
Hemos detectado que los menores de edad son realmente la
parte vulnerable en Zihuatanejo, expresó Currichi Meza.
Se necesita un centro de atención familiar o de convivencia
asistida, consideró, hay muchos niños en esa situación. “No tenemos modo
de controlar el régimen de convivencia que establecemos, no tenemos personal,
no hay apoyo psicológico para los niños”.
El DIF municipal nos ha ayudado mucho; tienen personal, se
ponen la camiseta, tienen psicólogo y trabajadores sociales, reconoció.
Pero no tenemos un programa ni un centro de convivencia
asistida, enfatizó, donde los niños puedan ser entregados para la convivencia
con sus padres. Es un problema.
En ocasiones el niño abandonado, ejemplificó, que ya no
tiene figura paterna, que es lo más recurrente, y la mamá se las tiene que ver
para lavar ropa, para trabajar de empleada, y van abandonando a los niños.
Comienzan a ir o quedar mal en la escuela, baja su promedio,
abundó, la desintegración familiar nos está llevando a la debacle en cierto
modo.
Es cuestión de tiempo, tratamos siempre de conciliar,
subrayó, el problema es de los adultos, por no generar un equipo en pro de sus
hijos, en lugar de andárselos peleando.
La vida de una niña o niño, de una pareja divorciada, cambia
mucho porque ya no es lo mismo, manifestó el juez.
No tiene sentido que a pesar que los menores ya están
resintiendo la disolución de un matrimonio, todavía uno de ellos ya no quiera
que conviva con el otro. Eso es terrible, declaró.
Deben de entender que los hijos tienen que ser cuidamos, son
derechos de los infantes, sostuvo, hay una Ley en Guerrero para la Protección
de los Menores de Edad, muy bonita, es un folleto que estable los derechos de
los niños.
Los niños tienen derechos, precisó Currichi Meza, los padres
tenemos obligaciones; “nos da mucho trabajo tratar de hacer entender a las
parejas que tienen que asumir el cuidado y manutención de los hijos”.