Ruth Tamayo Hernández
Marina Ixtapa, en ruinas
y abandonado
“El
emprendedor siempre busca el cambio, responde a él y lo utiliza como
oportunidad”: Peter Drucker.
Mis
estimados, luego de que el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco
Marqués, ubicó a Ixtapa-Zihuatanejo como el destino de playa número 1 de México
con 93.1 por ciento de ocupación hotelera, incluso por arriba de Cancún y Los
cabos, lo dicho por el secretario no convence a los expertos en la materia, y
como era de esperarse en las redes aparecieron críticas fuertes para el
secretario, diciéndole que mejor que se ponga a trabajar y que deje de inventar
cifras alegres, que no convence ni a él mismo.
Algunos
críticos lo señalan de ser el culpable del declive del turismo internacional que
dejó de venir a México, por la falta de promoción a los destinos, sumado a las
alertas de los gobierno estadunidense a sus connacionales, para que no visiten
los destinos mexicanos por la violencia e inseguridad que azota al país.
Y
es que el titular de la Sectur no hizo absolutamente nada para limpiar la
imagen de los destinos que fueron señalados como de alta peligrosidad por el
gobierno de Estados Unidos; y que conste que no fue una alerta, fueron varias
las que emitió el gobierno vecino, pero la Federación guardó silencio y el
secretario no muestra resultados de su trabajo, son cifras maquilladas, sobre
todo del porcentaje de turismo que tanto presume en redes.
Torruco
Marqués ha dicho que los visitantes llegaron en gran número a Guerrero, irónicamente
una entidad que el gobierno de Estados Unidos prohibió a sus connacionales
viajar a sus dos principales destinos, por la violencia e inseguridad que los
azota.
Sin
embargo, todo indica que Torruco Marqués logró su propósito, tiene tranquilo y
confiado al sector, pero todo indica que para próximas temporadas el arribo de
turismo estadunidense y canadiense será mucho menor.
No
obstante, empresarios del sector criticaron las cifras que dio Torruco Marqués,
pues varios de ellos aseguran que no es creíble lo que presumió el titular de
la Sectur; por lógica, Acapulco tiene arriba de 20 mil habitaciones y Cancún
tiene miles, ni de chiste la similitud con Ixtapa-Zihuatanejo, pues este
destino, junto con Troncones, apenas suman 8 mil habitaciones.
Este
dato lo presentó el secretario de Turismo estatal, Ernesto Rodríguez Escalona,
quien también le hizo el caldo gordo a Torruco Marqués.
Y
qué bueno, porque se la creyó el sector en esa zona y en realidad han vivido
tantos problemas los guerrerenses, que es necesario que crean en el puerto;
además, tienen un alcalde que está trabando y eso también es buen factor, pero
de eso a que sea cierto lo que presume el secretario de Turismo, es una
aberración lo que anunció. “Más bien lo que pretende Torruco Marqués es seguir
engañando al presidente Andrés Manuel López Obrador, señalando que fue un éxito
haber desaparecido el Consejo de Promoción Turística (CPTM), para desviar el
recurso a la construcción del Tren Maya”, dijeron sus detractores.
Todo
crecimiento genera críticas, de eso no queda duda. Tal vez no sean ciertas las
cifras de Torruco Marqués; sin embargo, lo que es cierto es que a Ixtapa-Zihuatanejo
arribó mucho turismo nacional y también llegó turismo extranjero; no en el
mismo número de años anteriores, pero sí arribaron turistas extranjeros a los
destinos turísticos de Guerrero.
Incluso, en Troncones y Saladita, se divisó
mucho turista extranjero.
Al
puerto sin duda arribó mucho visitante nacional. Algunos turistas dijeron que
tienen años visitando el puerto, contaron algunas cosas de Ixtapa que me voy a
reservar; con todo, ellos aman este puerto y dicen que mientras vivan seguirán
disfrutando de las playas del destino.
Pero
algo que no dejaré de decirles fue lo que ellos revelaron y que piden se haga
público, pues aseguran que hace tres años que vinieron, fueron testigos del
abandono de Ixtapa. Es muy triste ver cómo se cae a pedazos un Faro que debería
ser un atractivo turístico para los visitantes. Una persona mayor se cayó
porque metió su pie en un pozo donde falta adoquín. Huele a excremento la
Marina, tienen hasta lama las piedras, está horriblemente descuidada y además
oscura. Caminamos por las mañas pero me dio tanta tristeza ver negocios
cerrados en toda la avenida, hasta terrorífico se ve en la tarde-noche, como un
lugar abandonado.
Y
no es de tres años a la fecha, tiene más años esa desidia de las autoridades. El
área en la Marina, un lugar que tengo entendido era una estampa para Ixtapa,
pero miren, se cae a pedazos. Es bien triste que los gobiernos dejen
desperdiciar un atractivo como lo es la Marina, donde se invirtieron miles de millones de pesos en su desarrollo,
dinero del pueblo desperdiciado en un desarrollo que pronto quedará en
reliquias, es una pena.
Esa
zona, por cierto, está rodeada de condominios de alto poder adquisitivo y no se
refleja lo que cobran de impuestos para dar mantenimiento a las calles,
alumbrado público y desazolve de la Marina.
Fonatur
hace años dejó ver que no es fuerte en el mantenimiento de los desarrollos a su
cargo, la dependencia es un elefante blanco que bien haría el gobierno federal
si la liquida de una vez por todas, igual que hizo con el CPTM, porque no
tienen razón de ser, caducó hace años.
Ahora
el trabajo del director de Fonatur es recolectar el dinero para enviarlos a la
construcción del Tren Maya y se desentendió de sus tareas. Ixtapa es la mejor
prueba de ineptitud de Fonatur.
Los
turistas cuentan horrores que empresarios de Ixtapa les contaron, y que su
servidora no puede revelar, pues ustedes saben que me gustan mucho los frijoles
negros con arroz blanco y quiero seguir disfrutándolos con tranquilidad.
Pero
una cosa es cierta, los barcos anclados en la Marina son carísimos; sus
propietarios son personajes muy ricos. Acuérdense del mentado Fobaproa que los
mexicanos seguimos pagando, pues y ahí hay varios barquitos de esos que nos
tocó pagar, pero esa es otra historia que luego les cuento.
En
este espacio hemos señalado el deterioro de la Marina, del Faro, de los andenes,
del escurrimiento de aguas negras; incluso, han señalado los capitanes de
barcos el deterioro de andenes. Ellos dicen que esos desperfectos están a punto
de provocar accidentes.
Sin embargo, el responsable del mantenimiento
de Ixtapa, es Fonatur. Por su parte, los funcionarios exponen que los negocios
y el Faro establecidos en la Marina son de particulares y que ellos no pueden
obligarlos a que le den mantenimiento a sus propiedades; no obstante, la propia
Marina da un aspecto deprimente de abandono oficial.
Por
cierto, les tengo una pepa: Salió gallito alaquín el gobernador de Baja
California, Jaime Bonilla, y les lanzó un piedrazo a los empresarios que se
quejaron por el alza de impuestos, a quienes les dijo: “pagan bien poquito
porque ni pagan impuestos, pero eso sí, exigen vigilancia para sus empresas,
piden que tengan luz mercurial, que tengan pavimentación, exigen mucho y pagan
poco, son los que menos pagan, porque pagan más lo que menos tienen y son los
que menos servicios tienen, están chillando más que un puerco atorado en un
cerco”. Jojojo.
Ahí
les hablan, empresarios, sigan apachando al raposo ridículo de Bonilla.
Aunque
el Congreso local aprobó incrementar impuestos y crear nuevos gravámenes en
gas, gasolina, plataformas digitales, artículos empeñados, hospedaje y arribos
aéreos. Entonces comiencen a chillar como puercos, bajacalifornianos, pues el
alza de impuesto es parejo para ricos y pobres. ¡Feliz lunes para todos!