*La violencia
crecerá de manera más profunda y terrible, advierte Sicilia
*AMLO responde no
recibirá al poeta y se niega a modificar su estrategia
El
estancamiento económico y la inseguridad pública son los dos grandes pendientes
de la Cuarta Transformación. Sin embargo, el gobierno del presidente Andrés
Manuel López Obrador se encuentra atascado en los dos temas e intenta distraer
con su focalizada lucha contra la corrupción y su lastimosa política de
austeridad. Diversas personalidades han advertido: la inseguridad y el crimen
organizado se han apoderado de todo el territorio mexicano, pero el tabasqueño
insiste en continuar con su estrategia de amor y paz ante los cárteles del
narcotráfico. Por eso ahora, las movilizaciones son contra la permisividad, la
ineficiencia y la negligencia de la actual administración federal. Javier
Sicilia, líder moral del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, advirtió
saldrá nuevamente a las calles para exigir un cambio en la estrategia de
seguridad. El inquilino de Palacio Nacional desde ahora descartó recibirlo.
Sicilia
demandó a López Obrador dar muestras de que en su gobierno son fundamentales la
paz y la justicia. Recordó su promesa de campaña: “hacer de la verdad, la
justicia y la paz la agenda de la nación”. Y lamentó después de un año se
acumulen 30 mil asesinados, los cuales se suman a las centenas de miles de
ejecutados y desaparecidos de las otras administraciones y, destacó, con la
masacre de los LeBarón, “nos han devuelto el cheque con un sello que dice
fondos insuficientes (…) Pero muchos mexicanos nos negamos a creer que el banco
de este gobierno está quebrado, que las bóvedas del Palacio Nacional y de los
palacios de gobierno no tienen fondos y están vacíos, saqueados por el crimen
organizado y sometidos como nuestros caminos, nuestras calles, nuestras
instituciones”.
El
poeta advirtió al presidente saldrá nuevamente a las calles: “… voy a caminar de
nuevo con lo único que tengo, mi dignidad, mi rabia, mi palabra, para decirte a
ti y a los que quieran escuchar que la casa de todos sigue en llamas, que
debemos abandonar el hábito –que nos inculcó la violencia- de insultarnos,
descalificarnos, difamarnos, polarizarnos; que debemos sacudirnos la
indiferencia bovina a la que a fuerza de horror y miedo nos está reduciendo la
violencia, hasta normalizar el crimen, y que sólo unidos podemos hacer posible
lo único que importa: la verdad, la justicia y la paz”.
Y
explicó: Caminará para “recordarnos y recordarte, presidente, la imperiosa
urgencia del ahora. Esto no es momento para tomar el tranquilizante del
gradualismo que nos pides. Nos están matando, desapareciendo, violentando de
maneras cada vez peores”. Y cuestionó a AMLO: “Tú que decides, presidente,
¿caminarás rumbo al horror que tus primeros pasos han transitado o rumbo a la
esperanza a la que un día nos llamaste y a la que hoy esta nación ensangrentada
nos convoca?”.
El
gobierno de Andrés Manuel López Obrador “está queriendo abandonar la tragedia
humanitaria que se está viviendo en el país”, acusó Sicilia entrevistado en la
Ofrenda de Víctimas colocada desde marzo de 2011 en la entrada principal del
Palacio de Gobierno de Morelos. Por eso, añadió, es importante insistir la
agenda de Justicia y paz que se había acordado con López Obrador en mayo de
2018 debe ser retomada de lo contrario la “violencia crecerá de manera más
profunda y terrible”. El poeta morelense exigió al político tabasqueño: “Es
momento de que cumpla su promesa de que juntos haríamos historia y de que esa
historia la tenemos que hacer entre todos pero a partir de la paz y la
justicia, de lo contrario Andrés Manuel va acabar sin historia en un país que
no tendrá forma de regresar a su democracia natural, a su forma de vida
nacional y tendremos más tragedia, más muerte, más horror”.
Sicilia,
defensor de derechos humanos, destacó en la actualidad la inseguridad y el
crimen organizado se han apoderado de todo el territorio mexicano y tomo como ejemplo
lo ocurrido en Morelos “aquí donde yo radico, todos los días se registran entre
siete y ocho personas asesinadas y hace unos días secuestraron al ex rector
(Alejandro Vera) y a su esposa (María Elena Ávila Guerrero) y eso no debió
haber ocurrido”.
En
tanto, en Morelos, dos elementos de la policía del mando coordinado de la
entidad fueron asesinados a balazos el fin de semana. Los policías se
encontraban al interior de una patrulla, en el poblado de Michapa, municipio de
Coatlán del Río, cuando hombres armados los atacaron a balazos. A través de sus
cuentas de Twitter y Facebook, el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, monseñor
Ramón Castro Castro, escribió: “Ante los últimos hechos violentos que se han
vivido en nuestro Estado (…) pedimos a las autoridades acciones contundentes
ante la “terrible inseguridad” que se vive en Morelos y en todo el país”.
Durante
su conferencia de prensa mañanera, pese a todo, el presidente Andrés Manuel
López Obrador descartó recibir al poeta Javier Sicilia, al señalar respeta pero
no comparte la posición del activista de derechos humanos y aseguró la
manifestación que encabezará es signo de la vida democrática del país. Pero
rechazó cambiar la estrategia de seguridad: “Ahora se quiere que se cambie la
estrategia en materia de seguridad, nosotros no vamos a regresar a lo mismo, no
es con el uso de la fuerza, no es con la violencia (…) Hacer lo que se hacía
antes de reprimir, de torturar, de perseguir, desaparecer a personas, de
masacrar, con los índices de letalidad más altos desde la Revolución Mexicana,
donde había más muertos en enfrentamientos que heridos, que detenidos. ¿Seguir
con eso? ¿Regresar a eso?”.
Y
advirtió: “…aunque hagan todas las manifestaciones que consideren, con absoluta
libertad, pero no vamos a regresar a la estrategia fallida que causó tanto
daño, que enlutó a México, que todavía estamos padeciéndola, y tiene que haber
oposición y que caminen”. López Obrador puntualizó a Sicilia lo atenderá
Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Segob.
Azota violencia
Mientras
la violencia sigue enlutando al país. La frontera de Nuevo Laredo, Tamaulipas,
registró una jornada violenta este fin de semana, con agresiones, persecuciones
y enfrentamientos entre militares y hombres armados con un saldo de al menos
siete abatidos, bloqueos de vialidades, vehículos incendiados y clientes de
centros comerciales escondiéndose de las balas. Se registraron agresiones a
convoys militares al sur de la ciudad, por las colonias Infonavit, Benito
Juárez y la carretera a Monterrey.
También,
hombres armados se enfrentaron con militares en la calle Zapata y Carretera 85,
cerca de una tienda Walmart. Al tratar de evadir a los uniformados, los civiles
armados se metieron a la tienda, lo que causó pánico y temor entre los clientes
del área de comidas. Asimismo, sujetos armados bloquearon vialidades,
atravesando camiones y vehículos particulares. Al menos tres vehículos fueron
incendiados para causar pánico y caos.
La
muerte de seis sicarios del Cártel del Noroeste desató la ola de violencia en
esa frontera. Ante la escalada de violencia, Estados Unidos lanzó una alerta de
seguridad a sus ciudadanos y emitió un “toque de queda” para su personal ahí.
El Consulado General de Estados Unidos en Nuevo Laredo publicó. “El personal del
Gobierno de EE.UU., está sujeto a restricciones en sus movimientos y a un toque
de queda nocturno hasta nuevo aviso”.
En
Guerrero, la violencia desatada desde hace dos años alcanzó ya a las
comunidades rurales. En Xaltianguis, a unos 30 minutos de Acapulco, grupos
denominados “policías comunitarios” se disputan a balazos la zona, que es paso
a la sierra donde se trafica la droga y armas. En más de dos mil colonias y
comunidades rurales, hay alrededor de 600 “pequeñas bandas” que delinquen con
droga y cobran cuotas, de acuerdo con la Federación de Cámaras de Comercio
(Fedanaco).
La
estrategia para contener la ola de violencia en la entidad ha fracasado. Desde
2006, cuando estalló la violencia en Guerrero, los distintos gobiernos
federales, estatales y municipales han puesto en marcha operativos especiales
para atacar a los grupos delictivos que se disputan el estado, pero todos
fracasaron. Actualmente, 500 elementos de la Guardia Nacional, la Marina y
policías estatales vigilan las calles del puerto de Acapulco, pero esto no ha
sido suficiente para contener la ola de violencia generada por 16 células
criminales.
Álvaro
Morales Parraguirre, delegado de la Secretaría de Movilidad y Transporte del
Estado de Puebla, fue asesinado el domingo en el interior de su casa en el
municipio de Tlachichuca. Alrededor de las 20:30 horas, un grupo de sujetos
armados irrumpió en la vivienda del funcionario estatal y le disparó en varias
ocasiones. La víctima fue trasladada de urgencia el Centro de Salud municipal,
donde perdió la vida.
Y
en Zacatecas, el director de Seguridad Pública de Valparaíso, Adalberto Ochoa,
fue ultimado el fin de semana en un enfrentamiento con un comando armado. Con
este suman tres los policías asesinados tras ser atacados en la comunidad de Michapa.
En el municipio de Río Grande también fueron atacados elementos estatales, los
cuales repelieron la agresión y abatieron a cuatro criminales.