(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
En pleno fragor por el quinto aniversario del caso
Ayotzinapa, se pierde la noticia de la reciente encuesta de Reporte Índigo,
publicada este martes, que confirma que es el senador Félix Salgado Macedonio,
del Morena, encabeza las preferencias electorales con 40.7 por ciento, de cara
al proceso de 2021.
Le sigue Manuel Añorve Baños, con 35 por ciento; y Mario
Moreno Arcos, con 33.8 por ciento, ambos militantes del PRI.
Dentro de Morena, también figuran entre los aspirantes al
gobierno estatal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, delegado de programas
sociales del gobierno federal; y Adela Román Ocampo, presidenta municipal de
Acapulco, con apenas 7.5 por ciento de potenciales sufragios.
En pocas palabras, Félix no tiene en este momento competidor
visible dentro de su partido, pues tanto Pablo Amílcar como Adela Román están
demasiado lejos del senador. Bueno, ni siquiera se podrían igualar con el
principal aspirante del PRD, Carlos Reyes Torres, quien reporta hasta ahora 12
por ciento de la preferencia electoral.
En Morena figuran también el ex alcalde acapulqueño Alberto
López Rosas, con 6.9 por ciento. Y Gilberto Herrera Ruiz, con 6.3 por ciento.
En el PRI es donde se observa mayor competencia entre los
actores políticos. Bueno, concretamente con dos de ellos: El senador Manuel
Añorve tiene 35.8 por ciento de la preferencia electoral; seguido de Mario
Moreno Arcos, titular de Desarrollo Social, con 33.8 puntos. Además, Alicia
Zamora Villaba con 5.3 por ciento; y Héctor Apreza Patrón con 3.3 por ciento.
Estos dos últimos son marginales y si acaso podrían aspirar a declinar por
alguno de los primeros.
En el PRD está a la cabeza, como ya dijimos, Carlos Reyes
Torres con 14.8 por ciento. Seguido de Bernardo Ortega Jiménez con 9.3 por
ciento. Y no hay más.
El MC y el PAN no presentan candidato ganador, con lo cual
se deduce que la pelea será entre priístas y morenistas, teniendo al PRD o bien
en alianza, o bien en el cabuz de tren electoral; algo lamentable para un partido
que detentó dos veces la gubernatura del estado, y que fue también mayoría en
el Poder Legislativo, así como la primera fuerza en ayuntamientos.
Es debido a estos números que el ex gobernador Ángel Aguirre
Rivero ha propuesto que el PRD vaya en alianza con el PRI, para sacar adelante
una candidatura conjunta en la que, obviamente, el tricolor sería el
beneficiario directo, concretamente el senador Manuel Añorve Baños, si tomamos
en cuenta que es el mejor posicionado.
¿Qué definirá la candidatura en el PRI? Si es por encuesta,
la diferencia entre Añorve y Mario es muy cerrada, de apenas 2 puntos
porcentuales. A esto, los expertos llaman “empate técnico”. Entonces, el
tricolor estaría empantanado entre dos figuras que tienen prácticamente el
mismo nivel de aceptación, con lo cual corre el riesgo de generar una grave
disidencia si no elige al correcto, como sucedió en 2010, cuando Aguirre se les
salió del carril cuando fue nominado Añorve.
En esta ocasión podría suceder lo mismo, sobre todo porque
los Moreno Arcos son gente más cercana a Aguirre que a cualquier otro liderazgo
del PRI. Tan es así, que Ricardo Moreno Arcos fue diputado local por el PRD, y
a Mario lo marginaron en la selección de candidatos para le elección de 2015, precisamente
porque se le estigmatizó como uno de los hombres de Aguirre.
Pero hoy que todo cayó del lado de los disidentes, y que
muchos ya volvieron al PRI, como los Salgado Leyva, y Sofío Ramírez Hernández,
por citar a los más visibles, todos esos viejos agravios están caducados y se
tendrán que buscar nuevas fortalezas y debilidades para tomar una decisión.
En Morena, sin embargo, parece que las cosas están demasiado
claras. Y aunque falta mucho tiempo para la elección, no vemos por dónde se
puedan levantar Pablo Amílcar o Adela Román. Tampoco vemos cómo en un escenario
tan definido pueda meterse el ex emecista Luis Walton Aburto. Una jugada así,
simplemente no se justificaría.
Pablo y Adela pudieran cobijarse en la fortaleza de Morena,
porque es el partido que mayor preferencia tiene en Guerrero, también con 63
puntos porcentuales, seguido del PRI, con 16 puntos El PRD, con 7 por ciento.
El PAN con 4.4 por ciento. El MC, con 3.3 y un 6.2 por ciento que aún no
decide.
Sin observamos, aún si todos los partidos opositores a
Morena fueran en alianza, sumarían apenas poco más de la mitad de la
preferencia que tiene Morena. De ahí que los perredistas digan que no vale la pena el sacrificio de ir aliado con
el PRI, y piensan competir con candidato propio, para ir labrando su
recuperación. ¿Será?