Ruth Tamayo Hernández
Adela contra Evodio en
Acapulco
En Chilpancingo, regidores
no respaldan a Gaspar
“Cuando
el pueblo salta sus barreras, casi ningún esfuerzo es bastante poderoso para
detenerlo”: Guadalupe Victoria.
Mis
estimados, en pleno puente con motivo del Día de la Independencia, nos
esteramos los guerrerenses de los deslices de los alcaldes en turno y las
raterías de algunos ex presidentes.
Sin
embargo, antes de malas noticias, le doy buenas nuevas: el destino Ixtapa-Zihuatanejo
repitió la hazaña: el puerto alcanzó una ocupación hotelera de 90.3 por ciento.
Según
la Secretaría de Turismo estatal (Sectur), los destinos turísticos alcanzaron
un 91.1 por ciento, en conjunto; con excepción del pueblo colonial de Taxco de
Alarcón, que registró un 98.5 por ciento de su capacidad hotelera, mientras Acapulco
tradicional 91 por ciento en general, con el siguiente desglose: la Zona Dorada
94.2 por ciento de su habitaciones, así como la Zona Diamante 88.3 puntos
porcentuales y la Tradicional con 81.1 por ciento.
Los
datos dan cuenta que el turismo nacional, muy a pesar de las desgracias que
azotan a los centros turísticos del estado de Guerrero, siguen siendo
preferidos por los visitantes nacionales. Aunque no pretendemos tapar el sol
con un dedo en relación a la violencia e inseguridad que azota al puerto de
Acapulco, pues lo único que faltaba al destino de playa fue que asesinaran al
fotógrafo y colaborar de Discovery Channel, Erik Castillo. Neta qué mala
puntada. ¡Caray! sólo falta que un perro orine a los acapulqueños. Cuando más
esfuerzo hace el gobierno para apaciguar al municipio de Acapulco, más se lucen
los criminales haciendo barbaridades.
La
presidenta Adela Román Ocampo, aseguró que la violencia en la ciudad ha disminuido
hasta un 14 por ciento. En su primer informe de gobierno, ella defendió su plan
de seguridad señalando que han bajado hasta un 14 por ciento los índices de
criminalidad. “Hemos hecho el esfuerzo para lograrlo, pues es un flagelo que
viene arrastrando el municipio de hace más de 12 años”, dijo.
Reveló
también que pese a los obstáculos a su administración, ella está limpiando
Acapulco y sin miramientos aventó el piedrazo a sus antecesores: “Yo no hice
pacto con la delincuencia como ocurrió con administraciones pasadas, porque soy
una mujer que ama a Acapulco y voy hacer todo lo posible por recuperar a mi
pueblo”, dijo la alcaldesa y se fue contra la humanidad de los ex presidentes;
sin embargo, a quien le puso el fierro en la frente con ganas de alejarlo de la
función pública para siempre, fue al ex presidente perredista Evodio Velázquez
Aguirre, su antecesor, quien hoy ya anda en campaña por la gubernatura.
La
alcaldesa de Morena acusó al ex alcalde del quebranto financiero del
Ayuntamiento de Acapulco, por más de 450 millones de pesos; y cuando la
presidenta mencionó que seguirá impulsando las acciones conducentes para fincar
las responsabilidades legales y en su caso exigir a las autoridades competentes
las sanciones correspondientes generadas por el quebranto al erario público
municipal encabezado por Evodio Velázquez Aguirre, un grupo de personas en su
mayoría empleados del ayuntamiento, gritaron ¡cárcel, cárcel!
¡Caracoles
bien refritos! Todo esto va a calentar el ambiente político rumbo al 2021 pues
la alcaldesa Román Ocampo sabe que para sus aspiraciones políticas necesita de
los perredistas y a varios no les gustó el señalamiento a Evodio. Hasta
expresan en las redes sociales que la presidenta porteña es más priista que
morenista, y que lo dejó claro al no exhibir a los otros ex presidentes que han
desfalcado las arcas del ayuntamiento de Acapulco.
El
ambiente político se puso picoso pero sabroso, sobre todo porque suena el
nombre de Adela Román Ocampo para la gubernatura de Guerrero por Morena, y sus
acérrimos enemigos políticos, paisanos suyos, quieren poquito para pedir bailar
la iguana con la alcaldesa porteña.
Ella
lo sabe; por eso, antes de aventar la pedrada, pidió a los acapulqueños y
funcionarios de todas las fracciones para que se sumen a la unidad y así lograr
la trasformación que requiere la ciudad.
Se
acabó la hora pasiva donde la sociedad no participa; es necesario que la
sociedad participe para poder terminar con la inseguridad que se vive y poder
alcanzar el desarrollo de Acapulco.
Pero
parece que las palabras de la alcaldesa eran de dientes para afuera, porque en
cuanto vio a la regidora del PRI, Ricarda Robles Urióstegui, le reprochó las
declaraciones que la edil hizo en relación a que todas las obras que se han
hecho en su administración provienen del gobierno del estado y no del
municipio.
“Que
no pidan milagros para resolver lo que en otras administraciones no hicieron,
las cuales sólo nos dejaron deudas”, reclamó. Juar juar juar.
Y
la alcaldesa se echó todo el florero encima, y aseguró que Acapulco se verá
beneficiado con más de 500 obras públicas, “pero éstas no serán faraónicas para
impresionar al pueblo con poco y poder decir que estamos trabajando”.
Y
volvió a arremeter contra los malos manejos financieros de las pasadas
administraciones; es decir, sacó nuevamente a la luz la abultada nómina de al
menos 20 millones de peos mensuales. “Y ante tanto desorden nosotros estamos
ordenando”, dijo.
Y
refirió la presidenta porteña que la alerta sanitaria que padeció el municipio
al inicio de su administración, fue a consecuencia del desfalco financiero en que
dejó al municipio Evodio Velázquez Aguirre. Jojojo.
Aún
falta mucho para conocer el desenlace de la novela Adela-Evodio, máxime que son
acapulqueños ambos y de familias conocidas, pero como en política no hay
familia ni fidelidades, son intereses, entonces se pone mejor el ambiente.
Toño Gaspar
En
Chilpancingo, el presidente perredista Antonio Gaspar Beltrán también rindió su
primer informe de labores. Y al alcalde le cumplieron los regidores la
advertencia de que no irían a la sesión solemne; es decir, el Cabido no asistió
a escuchar el informe, pese a que es una obligación constitucional de ellos.
Hicieron vacío, como un acto de protesta contra el alcalde que, como su
antecesor, está resistiendo a los chantajes y sacando los trapitos al sol de
muchos ahí dentro.
El
munícipe chilpancingueño ni se preocupa porque estando bien con el rey de la
selva qué le importan los changos, y sin quórum dio su primer informe de
gobierno ante los ciudadanos que se dieron cita para escucharlo.
No
hay mucho que decir, pero al menos el gobernador Héctor Astudillo Flores está
metiendo hombros y brazos a ese municipio con obras; y hasta dijo que seguirá
dando su respaldo al munícipe perredista, que por cierto era de su grupo
político, pero se le salió del redil cuando en 2012 nombraron otra vez a Mario
Moreno Arcos como candidato a la presidencia municipal de la capital del
estado.
Mal
y de malas los alcaldes de la Costa Grande. De Coyuca de Benítez, Alberto de
los Santos Díaz, morenista. De Atoyac de Álvarez, Yaneli Hernández Martínez, perredista.
De Petatlán, Esteben Cárdenas, perredista, y de Tecpan de Galeana, Yasir Deloya,
perredista. En sus administraciones no dieron pie con bola los presidentes
municipales.
La
población esta desencantada con sus alcaldes, pues a decir de los pobladores los
munícipes no han hecho ninguna obra al municipio, y que nada tenían que ir a
escuchar de su informe, pues dirían puras mentiras.
Entonces
la gente prefirió no ir, e hicieron vacío a sus presidentes. ¡Ira pues! Al
menos hubieran hecho lo del comisario de mi pueblo, quien dijo: “Señores vengo
a decirles que lo que entró, salió. Si me reeligen otros tres años, tal vez
ahora sí quede algo de dinero. Jojojo.
Y
¡que viva México, cuarones!