Ruth Tamayo Hernández
Playas en Ixtapa, libres
de lirio acuático
Jóvenes construyendo el
futuro en la protección civil
“No
mires hacia atrás con ira, ni hacia delante con miedo, sino alrededor con
atención.” J. Thurker
Mis
estimados, es grato para su servidora decirles que el lirio acuático que tapizó
Playa El Varadero de la Isla de Ixtapa, no representa ningún riesgo de salud
para la población; sin embargo, las autoridades municipales analizan las causas
y su origen, pues casi fueron 124 toneladas de lirio acuático que por cierto ya
fue retirado en su totalidad.
Dijeron
los restauranteros del lugar que éste es un fenómeno natural que se presenta en
cada temporada de lluvias, aunque no en la magnitud que se presentó ahora.
No
obstante, preocupó a propios y extraños el abundante lirio acuático en la
playa; algunos decían que era sargazo, pero a Dios gracias estamos libres de ese
tipo de algas, aunque el mar de fondo persiste y amenaza también con no dejar
disfrutar las playas a los turistas. Las olas son altas.
Pero
con todo y mar de fondo, los vacacionistas entran al mar como en Playa La Ropa,
y gustan de torean las olas. Hasta hoy no hablamos de desgracias; sin embargo,
los prestadores de servicios turísticos deben tener cuidado del turismo,
mayormente los de deportes acuáticos. No se confíen del mar, menos en las
playas de Ixtapa. Es una recomendación, no lo tomen a mal, porque es cierto que
la necesidad los obliga a trabajar arriesgando su vida en la playa, pero a qué
precio. Si el mar de fondo no les permite ingresar al mar, mejor quédese
quieto, que de hambre no se ha de morir, eso decía mi madre.
Sin
duda, todos estamos obligados a cuidar, vigilar, activar las antenas para
proteger al turismo en todo lo que esté en nuestras manos; y cuando digo
cuidar, mis estimados, me refiero atender a nuestros visitantes en toda la
extensión de la palabra. Díganles a los turistas que no entren alcoholizados a
la playa, que no manejen a altas horas de la noche ni de madrugada en ninguna
vía del país. Si van a viajar, háganlo de día; bajen sus vidrios cuando pasen
por poblados; no corran altas velocidades y si les marcan el alto los dueños
del mundo, párense, no se opongan. Si les quitan el automóvil, dénselos, no se
opongan, ni griten, ni los insulten; callados entreguen sus pertenencias.
Desgraciadamente
nos tocó vivir tiempos violentos y aterradores. Hablen y expliquen a los
vacacionistas todo esto. Que Dios nos ampare y libre de caer en manos de estos
delincuentes diabólicos, pues ya no respetan códigos los malvados; ellos matan
parejo, hasta a niños recién nacidos asesinan los perversos. Qué terribles
momentos estamos viviendo. Ojalá pronto termine esta pesadilla, porque a
nuestro destino de playa Ixtapa-Zihuatanejo se lo terminan de tres patadas con
esos hechos macabrones.
Y
para no variar, mis estimados, volvieron los videos de terror que anuncian un
mega terremoto en México, y pues ¿quién no se espanta con esas canijos
informes? Todos estamos bien espantados, pues hace días circula en redes
sociales un video que anuncia un potente sismo con epicentro en Mexicali, y que
afectará gran parte del territorio mexicano. ¿Cómo creen? ¡No la jodan! Y
aumentan que por eso los más de 15 temblores de baja intensidad en la Ciudad de
México, pues las últimas dos semanas han ocurridos en la capital del país
varios temblores que la prensa nacional llamó microsismos, porque no superan
los 3 puntos de magnitud.
Sin
embargo, las autoridades de la capital -incluida la jefa de gobierno, Claudia
Sheinbaum-, están temerosos de que un sismo de gran magnitud golpee a la Ciudad
de México.
¿Y
quién no? En lo personal me dan miedo los terremotos, pues dicen que luego
viene un sunami, y neta les tengo pavor, mejor me quiero regresar a mí rancho,
no sea verdad lo que predicen.
La
jefa de gobierno de la Ciudad de México está preocupada; por eso de inmediato
busco asesoría con especialistas y académicos de diversas instituciones para
discutir los movimientos telúricos. Y es que no es para menos, la capital del
país es la que más ha sufrido estos movimientos telúricos. Uno de ellos fue el 7
de septiembre de 2017, de 8.2, con epicentro en Chiapas. Y enseguida, el 19 de
ese mismo mes, devino otro de 7.1 con epicentro en el estado de Puebla, que fue
el que causó grandes destrozos en la ciudad capital.
La
historia, no obstante, apunta que puede repetirse un terremoto de gran magnitud
en México en cualquier momento, pues vivimos en zona sísmica; sin embargo,
nadie sabe ni el día ni la hora en que vaya a ocurrir un temblor de gran
magnitud, pues los sismos no se pueden predecir. Si se quiere, hay algunas
señales precursoras, y conviene conocerlas para estar alertas, pero nada más.
No
se alarme antes de tiempo, entonces. Lo que va a pasar, va a pasar y ni ustedes
ni los sismólogos, ni los especialistas, menos el gobierno, lo puede evitar.
Viva y duerma tranquilo.
Lo
que sí debemos hacer y practicar todos en familia son las medidas de prevención
para una rápida evacuación de las viviendas y edificios. Hay que enseñar a los
hijos cómo actuar y hacia dónde ir en caso de un terremoto de gran magnitud, mayormente
si viven cerca del océano para evitar quedar atrapado por los tsunamis. Recuerden
que un tsunami se activa cuando el temblor supera la magnitud de 7 grados.
No
estoy diciendo que va a ocurrir un terremoto, mis estimados; escribo el tema
por el video que circula en redes y que alteró a la gente, que pregunta con
temor si habrá un tsunami en Zihuatanejo, en caso que temblara fuerte. Y
también subió el pavor en la ciudadanía porque regresaron los expertos japones
al puerto, para asesor a las autoridades en la prevención de tsunamis en caso
de terremotos de gran magnitud, y eso tiene despavorida a la gente. Sin
embargo, no debemos temer. Practiquemos la prevención. Ya los expertos
japoneses dijeron cómo pueden los zihuatanejenses evitar muertes, no hay que
ser cabezas duras, prever es vivir.
Incluso
en Zihuatanejo algunas personas mayores del puerto revelan que sus abuelos les
contaron que ya hubo un tsunami que destruyó la ciudad, y advierten ellos que
si ya ocurrió una vez, puede volver a pasar.
Los
programas de prevención que puso en marcha el gobierno federal también han
creado expectación a la gente, pues no se había visto que los funcionarios
federales se aplicaran tanto en la cultura de la protección civil y la
autoprotección, y mucho menos que trabajaran en la coordinación con la
Secretaría de Educación Pública (SEP), y otras instancias, para que esta
propuesta sea parte del sistema educativo nacional.
Incluso,
el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, presentó
un proyecto para tomar medidas y acciones ante posibles sismos de gran magnitud
que podrían afectar a por lo menos 18 entidades del país con alta sismicidad,
dijo el funcionario, y que por eso realizan mesas de trabajo entre el gobierno
federal y estatal, pues acordaron un proyecto técnico- financiero de manera
conjunta entre la coordinación Nacional de Protección Civil y Servicios
Sismológico Nacional (SSN), para ampliar la Red Sísmica Mexicana. Además, van a
instalar un centro alterno de monitoreo.
Aunque
Durazo Montaño dijo que el plan aplica por el momento a las entidades con alta
sismicidad. Esos 18 estados constituyeron las unidades de Protección Civil y cuentan
ahora con la red sismológica nacional. Inclusive, esta red también traerá otros
beneficios a estas entidades en relación a la seguridad, por el centro de
monitoreo que van a colocar. Pero como dice el comercial, ese es otro tema.
Seguimos
con el plan de Protección y el Servicio Sismológico Nacional. El funcionario federal
llamó a las entidades federativas y a sus unidades de Protección Civil a seguir
fortaleciendo el Programa Construyendo el Futuro en la Protección Civil, que al
momento cuenta con nueve mil integrantes capacitados en la materia, que serán
los representes del gobierno que actúen de manera inmediata para apoyar a la
población en caso de emergencia por algún desastre.
Esperan,
sin embargo, agrandar el número de jóvenes a los 40 mil del programa, para que
en cada comunidad -por pequeña que sea- de estos estados con alta sismicidad o
riesgos de problemas meteorológicos, tengamos invariablemente gente con pleno
dominio de los programas de protección civil.
Pero
además, dijo Durazo Montaño, la idea es que esos jóvenes se conviertan en el
eje de la acción inmediata de los gobiernos federales, estatales y municipales
en defensa de la población.
Les
confieso, mis estimados, que este programa si me gustó y mucho, pues los
jóvenes en el pasado terremoto que afectó a la Ciudad de México, fueron los
primeros en llegar en auxilio de los
afectados, tanto en la capital como en el estado de Morelos. Aunque había mucho
dolor por las pérdidas humanas, daba gusto ver a los jóvenes bien envueltos con
la sociedad, ayudando. Por eso aplaudo el programa federal y van a tener éxito
siempre que induzcan, preparen, orienten y capaciten en materia de protección
civil y autoprotección a los muchachos, ellos tienen fuerza y voluntad de
servir. ¡Enhorabuena!
¿Y
qué creen, mis estimados? ¡Es viernes! Regocíjense con su familia y practiquen
la cultura de la prevención civil y de la autoprotección con sus retoños.
Prevenir es Vivir. ¡Feliz fin de semana!