El Indio goleó

ALDO VALDEZ SEGURA

Con autoridad demostrada dentro del terreno de juego y reflejada en la pizarra, el equipo del Indio se impuso 5-2 a los Rojinegros, para así embolsarse los puntos que dejó la jornada número 11 de la liga Premier de futbol en su categoría libre.

Dicho encuentro se desarrolló en el empastado 1 de Blanco. Una primera mitad muy intensa, en donde los dos equipos metieron fuerte la pierna para poder tener la posición del esférico, pero nadie pudo establecer un dominio, pocas fueron las oportunidades que se le presentaron a los delanteros.

Conforme pasaron los minutos, la defensiva de los Rojinegros fue perdiendo fuerza, ya no se defendían con la misma intensidad, el factor cansancio los hizo su presa, fue aquí donde los gatilleros del Indio aprovecharon para hacer de las suyas, Gilberto Morillon hizo dos goles, y con un tanto se hicieron presentes; Raymundo García, Guadalupe Maciel y Jean Pierre Maldonado, las anotaciones de los Rojinegros estuvieron a cargo de Carlos Avilés y Miguel Avendaño.

Adobados se impusieron por goleada

ALDO VALDEZ SEGURA

Restaurant Otilia fue un blanco fácil, a pesar que lucharon a cada momento, no tuvieron la mejor de sus actuaciones y eso se vio reflejado dentro del terreno de juego, mientras que Adobados salieron con la pila bien cargada para imponerse de manera categórica 4-1.

Lo anterior corresponde a enfrentamiento de la fecha 11 de la liga Premier de futbol en su categoría libre. Fue en el campo 2 de la Blanco en donde se vieron las caras, desde que el árbitro dio la orden para que la redonda se pusiera en movimiento, fue el equipo de Adobados quienes impusieron su ley.

Ellos tuvieron las opciones más claras y sus delanteros pudieron concretar, Fredy Blanco tuvo una buena tarde, ya que marcó un doblete, mientras que Mauricio Villaseñor y Cristian Irra, colaboraron con una diana, el único tanto de Otilia lo hizo Jorge Gómez.

Lleno total en la justa deportiva contra las Adicciones

Pasión, diversión y alegría se disfrutó en la 16a Carrera contra las Adicciones.

Un tumulto de atletas se dieron cita en la Fuente del Sol, y ser participe de la competencia.

El Centro de Integración Juvenil CIJ, dio a conocer la cifra de 500 deportistas, en tres categorías Infantil, Juvenil y Libre.

Al arranque de la carrera asistió, Lizzete Tapia Castro, a dar el disparo de salida y posteriormente correr los 5 KM.

Los deportistas sudaron la camiseta a lo largo del trayecto de 2.5 y 5 kilómetros.

Los corredores de la especialidad Libre, en ambas ramas, dieron espectacular cierre antes de llegar a la meta.

No se podrían quedar atrás, los jóvenes de la Infantil y Juvenil, hicieron un buen papel en su recorrido.

Los triunfadores de las divisiones obtuvieron bonitos regalos de los patrocinadores de la 16a carrera contra las Adicciones 2019.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

La 4T y el fin del Estado

Raymundo Riva Palacio

La celebración para conmemorar el primer aniversario de la victoria en las elecciones presidenciales, es el primer paso para convertir esa fecha en un símbolo de la cuarta transformación. Su discurso en el Zócalo, coronación del día donde comenzó ese cambio profundo que promete, fue la ratificación de lo que se ha propuesto: el desmantelamiento del Estado Mexicano tal y como fue concebido en 1928, para la construcción de otro nuevo. A eso se refiere cuando habla de un cambio radical, una transformación de raíz. “Se trata de construir una Patria nueva”, dijo desde el templete en la plaza pública, y acabar con “el régimen corrupto y despiadado que prevalecía”. Ninguna novedad en la retórica, una narrativa épica sobre el antes, el hoy y el futuro.

El pasado era opresor, pero el presente que ofreció construye futuro, mediante la transformación de la vida pública. Esa metamorfosis significa el desmantelamiento de lo que existía y que está tirando a pedazos en forma acelerada. En su discurso lo dibujó de manera sencilla al hablar de las transferencias directas de recursos, sin intermediarios, que es uno de los cambios más profundos que ha hecho en siete meses de gobierno al cancelar derechos adquiridos en más de 20 programas sociales, como Prospera y el Seguro Popular, y desaparecer el edificio social que levantaron cinco presidentes. El poder centralizado y vertical, contrario a todo aquello por lo que se luchó durante dos generaciones debilitando el autoritarismo hasta que tuvo que abrirse, restaurado hoy a plenitud, y presumido desde el corazón político del país como una de las grandes rupturas con todo lo que acabó hace un año.

En este poco tiempo, López Obrador demolió prácticamente todo el Pacto por México e hizo una serie de contrarreformas que estableció, jurídicamente, el nuevo andamiaje institucional. Vendrá ahora una segunda fase, que es el reordenamiento del gobierno para darle una nueva dirección. Dentro de esa nueva etapa está considerando la desaparición de varios órganos autónomos, comenzando por aquellos que le estorban a su transformación. Los primeros, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión Regulatoria de Energía, con los que públicamente ha expresado su molestia. La destrucción del Estado como lo conocemos es la aniquilación de las instituciones, como bien lo dijo desde hace más de una década cuando tras perder la elección federal declaró “¡al diablo las instituciones!”.

El presidente es consistente, y en esa congruencia radica su repudio a las reformas políticas de segunda generación. No le interesa el Instituto Nacional Electoral, porque no encuentra valor a su trabajo o, porque su sola existencia le impide reorganizar el país en su ideal, sugerido en algún momento de su Presidencia, mediante el equivalente de los Comités de Defensa de la Revolución cubanos, que es una organización de masas que tiene permanentemente movilizada a la población para defender las conquistas mediante el trabajo directo con las personas y la comunidad. Tampoco la Comisión Federal de Competencia, porque su visión no es el de una economía de mercado, sino el de una centralmente planificada. La existencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, como la conocemos, está en entredicho, así como todos los órganos de transparencia, a los que considera rémoras que tiene que sacudirse. Estos organismos autónomos también se encuentran en el horizonte de la desaparición. Pero antes que ellos sucumbirán varias secretarías de Estado, o serán compactadas en otras dependencias.

La lista la encabeza Economía, a la que ya despojaron del manejo de comercio exterior, entregándole a la Secretaría de Relaciones Exteriores lo único internacional valioso que parece apreciar el presidente, el acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá. El canciller Marcelo Ebrard está realizando funciones de ministro de Economía sin cartera, como quedó demostrado esta semana al encabezar una misión comercial a China para explorar las formas de incrementar el comercio bilateral. Ebrard también se quedó con la promoción del turismo, mientras que el 75% de los recursos para ese sector, fueron desviados para la construcción del Tren Maya. La desaparición de la Secretaría de Turismo también está sobre la mesa, al no interesar el viajero internacional y enfocar la estrategia en lo que llaman “turismo de barrio”, que es el desarrollo turístico en zonas como Iztapalapa.

El achicamiento y reordenamiento del gobierno en esas áreas desnuda lo que significa la cuarta transformación: voltear hacia adentro y convertir a México en una isla para su desarrollo. López Obrador quiere un país que coma lo que produce, que genere sus propias fuentes de desarrollo energético para el consumo y la industria, que le apueste a la mano de obra intensiva -por definición masiva-, donde la tecnología no sea utilizada con el propósito de incrementar el empleo, optando por volumen y no por calidad. Uno también que no dependa de los empresarios, cuyo sector está en el escenario de ser destruido. Ayer en el Zócalo habló de uno de esos sectores, el de telecomunicaciones, al que le antepondrá una empresa estatal de telecomunicaciones. Pero no será el único.

Su proyecto “por el bien de todos, primero los pobres”, está marchando en forma veloz. Hacia ellos enfoca su esfuerzo, marchando sobre las clases medias y las altas. La victoria, remachó para impedir el olvido, acabó con el “régimen corrupto y despiadado”. Este mismo año, prometió, se terminará de erradicarlo y quedarán sentadas las bases para la transformación política del país. Ya se verá, llegado el momento, si es tan buen gestor de la construcción de un nuevo Estado, como exitoso ha sido en la destrucción del que estructuró y dio orden a México durante nueve décadas.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

La crisis de la 4T

La autonombrada “Cuarta Transformación” enfrenta una crisis interna así como la inconformidad de algunos grupos que contribuyeron a la construcción del triunfo electoral alcanzado hace un año. Y el primero de los factores de inconformidad es la parálisis cuyo origen se atribuye a los frenos al presupuesto, en la intención de cumplir a rajatabla con “la austeridad republicana” que arrasa empleos, programas, proyectos e instituciones.

A lo anterior, hay que añadir por segundo factor la inexperiencia de servidores públicos que, en la primera línea y a través de la estructura –aun con las mejores intenciones e inclusive apropiación del discurso presidencial sobre la honestidad–, han sido incapaces de implementar los planes de sustitución a lo que –bajo la consideración de que viene del “viejo régimen” y que todo lo que de ahí heredaron es corrupto– se elimina.

Hay preocupación e inconformidad tanto en algunas áreas del gobierno como en las bancadas legislativas obradoristas, por lo que la afirmación del mandatario expuesta en entrevista con La Jornada (1 de junio de 2019) que apunta a la inconformidad sólo en las elites, es una falacia.

La autocrítica abierta se patenta, por ejemplo, en la posición asumida en un primer momento por la excoordinadora de campaña de López Obrador, Tatiana Clouthier, respecto a la Guardia Nacional; en el cuestionamiento contundente de Porfirio Muñoz Ledo a la relación con Estados Unidos, y en los señalamientos de Ricardo Monreal a la parálisis del gobierno, asunto este último que refleja la mayor preocupación en la cúpula obradorista.

Los casos se han ido acumulando en diferentes ámbitos: aunque se rectificó, sólo como un ejemplo de varios, la cancelación de recursos para mujeres víctimas de violencia, el dinero no llega. Y es en las rectificaciones –anunciadas por el propio presidente en los casos de “injusticia”—donde las crisis internas se exhiben, el caso del IMER es el episodio más reciente.

Encima de todo hay desdén por las normas e intolerancia a la crítica, que tiene por estos días su expresión en la descalificación y el rechazo a la recomendación de la CNDH por las “Estancias Infantiles”, en un gobierno incapaz de dejar atrás sus formas de oposición para asumir el papel institucional que le corresponde. Con argumentos políticos y descalificaciones, advierte el presidente y sus colaboradores al Poder Judicial y a organismos autónomos, con exhibir en la “mañanera” al que falle contra sus propósitos.

Por si fuera poco, la renuncia de Germán Martínez, primera baja en el gabinete ampliado, detonó la temprana sacudida. En los días siguientes, ocurrió la renuncia de Josefa González Blanco Ortiz Mena a Semarnat, argumentando congruencia tras un acto de supuesta prepotencia, y aunque menos sonora, la de Tonatiuh Guillén al Instituto Nacional de Migración, luego de ser excluido de la operación de la política migratoria con la que el gobierno obradorista pretende resolver el diferendo con Estados Unidos. Los cambios por diferentes motivos, a medio año del arranque, abonan a la percepción de inestabilidad que se suma a los conflictos internos del gabinete.

Más allá de las marchas anti López Obrador o los actos apoteósicos para la autoafirmación, en los hechos, el arranque del gobierno se ha complicado, en parte por la dimensión del aparato (“un elefante reumático”, suele decir el presidente) y en parte por ineficacia de los equipos de trabajo (“hay conflictos  dentro del gobierno”, admitió el presidente ejemplificando con el pleito entre Raquel Sosa y el secretario Esteban Moctezuma, en el sector educativo), que tendrían que replantear esquemas, decisiones y conductas, antes de que sea demasiado tarde.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Hay buenas noticias en materia de puertos en el país. A siete meses del inicio de la administración federal actual, y a un año del triunfo de Morena y su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador (ayer festejaron en el zócalo capitalino), se anuncian inversiones oficiales y privadas harto esperadas, para comenzar a revertir la debacle económica del país, y aliviar la dependencia que tenemos del exterior en todos los órdenes de la vida pública, y el sistema de puertos y aeropuertos no es la excepción.

Le comento, amable lector, que por la falta de inversión en la infraestructura aeroportuaria, las mercaderías con destino a México que llegan procedentes de Europa, descargan en Estados Unidos, y luego son introducidas a México por carretera o ferrocarril, con el consiguiente sobreprecio de ellas.

Pero con el inicio de operaciones comerciales de la nueva terminal marítima del puerto de Veracruz, la cual se puso en funcionamiento ayer 1 de julio, los empresarios consideran que podrá recuperarse la carga que se desvía hacia Estados Unidos.

Además, se está considerando que se creará un corredor industrial que produciría 150 mil nuevos empleos desde hoy y hasta 2024; es decir, que durante todo el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, esa terminal estará dando frutos. Veamos lo vital que resulta que se invierta en infraestructura productiva en cualquier país, en lugar de desviar el dinero para engordar a la burocracia.

Manuel Óscar Enciso Villarreal, director general de Corporativo Enciso, Agencia Aduanal dedicada a la importación y exportación con más de 68 años de experiencia, resumió respecto de esta obra: “Vamos a lograr una añoranza de muchos años que era traer barcos muy grandes que antes no llegaban y también ganarle terreno a toda aquella carga que llega a los puertos americanos como Houston y baja por la frontera a México”.

Aseguró que con la ampliación del Puerto se le dará seguridad al importador y exportador, además de generar empleos en todos los servicios alternos.

En la nueva terminal marítima se podrán recibir y exportar productos líquidos, granos, carga suelta, contenerizada, y consolidar carga desde México hacia el mundo. ¿Qué tal?

Los empresarios consideran que esta obra de logística es la más grande del país, y que permitirá recuperar la carga que de manera natural le pertenece al cuerpo de Veracruz.

¡Caray! Cuando los puertos del país fueron privatizados, se pensó que eso sería garantía para que la economía de México detonara. Pero fue todo lo contrario. Más temprano que tarde, los mexicanos estábamos pagando el rescate de casi todo, incluido los bancos, porque sus nuevos dueños –a pesar de que se les dieron todas las garantías para recuperar su inversión-, fueron incapaces de convertirlos en empresas productivas; de hecho, una vez rescatados los bancos mexicanos, fueron vendido a extranjeros y es fecha de que no hay bancos nacionales, salvo unos cuantos que se dedican a colocar tarjetas de crédito, como Inbursa, pero cobrando los intereses más altos del mercado; o para acaparar diversos servicios que los bancos extranjeros no quieren proporcionar, como los envíos de dinero del extranjero o en el territorio nacional, negocio en el que está enfocado Banco Azteca.

¿Cómo se construirá el corredor industrial? Es fácil suponerlo: de manera natural se irán proyectando y construyendo naves colindantes a la aduana, almacenes, propiedad de las empresas exportadoras e importadoras, las cuales además gozarán de una zona fiscal sin impuestos, bajo el régimen de mercancía temporal para exportación.

Y que conste que el estado de Veracruz es uno de los más inseguros del país. De ser una entidad denominada “santuario de capos”, porque ahí huían todos los perseguidos, pasó a ser territorio disputado y está plagada de fosas clandestinas.

Pero con la creación de fuentes de empleo, los empresarios aduaneros se congratulan, porque eso implica dar opciones a la gente.

Ahora bien, todo esto va más allá. Un corredor industrial se crea para que en ellos se ensamblen y empaquen cosas, antes de ser embarcadas, de modo que  lleguen a su destino final casi listas para su venta directa.

Con ello, los costos de producción se podrían reducir hasta en un 60 o 70 por ciento para el consumidor final.

¡Wow! Todo esto se le había negado a México. Los gobiernos anteriores se dedicaron a dejarnos morir dentro de nuestras propias fronteras, teniendo tanto potencial de desarrollo.

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