Se efectuó la edición 35 del Triatlón Ixtapa Zihuatanejo

ALDO VALDEZ SEGURA

Más de dos mil competidores procedentes de diferentes puntos del país y del extranjero se dieron para participar en la edición 35 del Triatlón Ixtapa Zihuatanejo, los atletas pusieron todas las ganas y el empeño para terminar sus pruebas, algunos buscaban sumar puntos para los juegos panamericanos.

Desde muy temprana hora dieron inicio las diferentes pruebas, en donde los atletas asumieron el reto de realizar tres pruebas que fueron exhaustivas, primero se introdujeron a nada a la Playa conocida como “La Cucaracha”, para después rodar en bicicleta todo el boulevard de Ixtapa y Pase de los Viveros; culminando con una carrera de 5 kilómetros.

Sin duda alguna el momento esperado fue la salida y llegada de los triatletas de la categoría elite, en la rama femenil fue comandada por México, Jessica Romero Tinoco se quedó con el primer lugar al hacer un tiempo oficial de 1 hora con 1 minuto, mientras que Claudia Rivas fue la que ocupó con el segundo lugar con una marca de 1 hora con 2 minutos, con un tiempo de 1 hora, 2 minutos y 55 segundos Mercedes Romero Orozco se hizo del tercer lugar.

En la rama varonil, estuvo muy disputado, pero al final David Núñez conquistó se colgó la medalla de primer lugar con un tiempo de 55 minutos y un segundo, Irving Pérez le siguió, haciendo 55 minutos y 37 segundos, el tercer lugar fue para el canadiense Aiden Longcroft, con un tiempo de 55 minutos y 39 segundos.

Se realizó el tercer torneo de basquetbol de convivencia

ALDO VALDEZ SEGURA

Con la participación de equipos procedentes de Michoacán, Ciudad de México y Zihuatanejo se realizó la tercera edición del torneo de basquetbol de convivencia, fueron tres días de intensa actividad, en donde los equipos se enfrascaron en una batalla en busca de supremacía.

Los juegos se realizaron en las canchas techadas de la unidad deportiva, en donde los equipos participantes dieron muestra de sus mejores dotes para con este deporte, colaboraron para que su equipo conquistara el triunfo, pero lo más importante no fue quien era superior, sino establecer lazos de amistad con equipos de otros estados.

Los basquetbolistas se mostraron contentos porque los juegos se desarrollaron en armonía, ni hubo ningún contratiempo. Al final a los equipos que resultaron ganadores en las tres categorías que hubo se les otorgo un sencillo pero significativo reconocimiento.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Los disparates de la estrategia 

Raymundo Riva Palacio

La Estrategia Nacional de Seguridad Pública es un ejemplo refinado que en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la gimnasia y la magnesia son lo mismo. Por escrito y con seriedad, el gobierno hizo análogos a los cárteles de las drogas y las guerrillas, que dio como resultado una solución de susto en términos conceptuales, al fenómeno de la violencia y la inseguridad. La estrategia, que se trabajó por casi tres años, cuando el entonces aspirante a la candidatura presidencial le dio la encomienda al secretario de Seguridad Pública Ciudadana, Alfonso Durazo, introdujo una serie de objetivos que se antojan irrealizables y tan descabellados como exigir en una rosticería una carne tártara.  

La estrategia, cuyo decreto fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el miércoles pasado, planteó que para “emprender la construcción de la paz”, es necesario un proceso de desmovilización, desarme y reinserción. “La violencia obliga a poner sobre la mesa soluciones aplicadas en otros países a conflictos armados”, señala el decreto. Entonces, ¿la lucha contra el narcotráfico es en realidad una guerra civil? Debe aclararse sobre qué base equiparan la lucha contra el narcotráfico con conflictos armados. De acuerdo con los Convenios de Ginebra de 1949, un conflicto armado no internacional es uno que surja entre fuerzas gubernamentales y actores armados no estatales.“No existen unos criterios absolutamente claros, aunque en general se requiere un grado de intensidad en la violencia interna”, explica la Oficina para Refugiados de la ONU. 

“Un elemento que suele ser importante es el uso de fuerzas militares y no policiales por parte del Estado para enfrentarse a un determinado grupo insurrecto. Por otra parte, esos grupos insurrectos deben estar organizados de forma militar, con una estructura de mando, ejercer un control territorial y llevar a cabo operaciones militares… sostenidas y concertadas”. Al establecer el parangón, el gobierno reconoce que los cárteles de la droga sí controlan territorios -una de las variables del Estado fallido-, y que hablar en esos términos es otorgarles beligerancia, por lo cual haría a las bandas criminales grupos protegidos por el Derecho Internacional, cobijados por la Convención de Ginebra. Esto es un disparate, sin sustento ni explicación en el decreto.

Por otra parte, la estrategia propone que los criminales entren a una ruta de desmovilización, desarme y reinserción, cuya utilización de términos en el caso de narcotraficantes es inverosímil, porque ese camino sólo se emplea con movimientos armados y guerrilleros cuando se dan procesos de negociación, para que colectiva o individualmente se reincoporaren a la vida legal. Esto se da mediante una amnistía, una palabra que no se menciona en la estrategia, pero que fue propuesta por López Obrador en la campaña presidencial, para los narcotraficantes. El decreto plantea implícitamente la amnistía para criminales, y la sugiere como el camino a “la construcción de la paz”.

Este es uno de los puntos más ominosos de la estrategia, porque muestra que ni el presidente ni el gabinete de seguridad entienden de lo que están hablando, o que quienes sí saben callaron ante López Obrador, o que en curso viene una negociación con los cárteles. Los movimientos armados surgen de causas políticas, económicas y sociales, que optan por la vía de las armas como la última opción para provocar un cambio de régimen, que no pudieron alcanzar mediante la vía pacífica. De ahí que se puedan dar los procesos de desmovilización y reinserción como resultado de una amnistía y una negociación en donde no hay ganadores ni perdedores. Un proceso exitoso de esa naturaleza fue El Salvador, tras la firma de los acuerdos de paz en 1992, que pusieron fin a 12 años de guerra civil; uno en vías de fracasar, el de Colombia con las FARC.

El narcotráfico no es motivado ni se mantiene por una causa para cambiar al régimen. Jamás pretenden un cambio de gobierno o de régimen, sino corromper a sus personeros, porque no luchan por un ideal, sino por lucro. Los cárteles de la droga operan en mercados delictivos cuya motivación es el dinero. No es ideológico sino mercantil. Tampoco pretende el cambio para todos, sino el enriquecimiento de sus jefes y los recursos para sostener el negocio de la producción, distribución y comercialización de las drogas. Los cárteles no confrontan militarmente al Estado sino tratan de corromperlo y que sean su primera línea de fuego contra sus adversarios para tener el control de ese sistema económico paralelo y supuestamente clandestino.

El gobierno no entiende la dinámica de los mercados ilícitos, o simula su incomprensión, ni la composición de los cárteles de la droga mexicanos, o aparente desconocimiento. Los cárteles mexicanos son trasnacionales y participan en un negocio que les deja entre 19 mil y 29 mil millones de dólares. La estrategia para disminuir la violencia y la inseguridad, como está planteada en el decreto, no va a resolver nada de fondo. Al contrario. Le abrirá posibilidades al crimen organizado, si se cumple como lo expuso el gobierno, para poder operar en mercados legales sin dejar los ilegales, aprovechando los hoyos que deja el modelo lópezobradorista que tiene, como el más profundo, que no los combatirá.

En la columna publicada el viernes pasado, se planteó que la estrategia apunta a que preferiría pactar con los cárteles de la droga impunidad para su negocio -salvo en el rubro del lavado de dinero-, a cambio que regresen la tranquilidad a las calles. La Pax Narca del viejo régimen, ratificada por el presidente cuando la semana pasada deslizó no descartar llegar a un acuerdo de paz con todos aquellos involucrados en el narcotráfico.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

Pobres animalitos

Desde el púlpito de la mañanera el presidente Andrés Manuel López Obrador pontifica: Los neoliberales “pusieron de moda una frase: ‘Enseña a pescar, no regales el pez’. ¿Cuántas veces usaron esto? Claro que hay que enseñar a pescar, pero también la justicia es atender a la gente humilde, a la gente pobre. Esa es la función del gobierno. Hasta los animalitos -que tienen sentimientos, ya está demostrado-ni modo que se le diga a una mascota: ‘A ver, vete a buscar tu alimento.’ Se les tiene que dar alimento, sí, pero en la concepción neoliberal todo eso es populismo, paternalismo”.

         En realidad la frase “Si das pescado a un hombre hambriento, lo nutres durante una jornada; si le enseñas a pescar, lo nutrirás toda su vida” es anterior al neoliberalismo. Algunos se la han atribuido a Lao Tse, el legendario filósofo chino de los siglos VI al IV antes de Cristo, pero la primera aparición documentada está en un escrito de Anne Ritchie, la hija de William Thackeray, en la Inglaterra del siglo XIX. De cualquier manera es antes del neoliberalismo.

         La idea, sin embargo, es lo importante. López Obrador sostiene que la función del gobierno es “atender a la gente humilde, a la gente pobre”. Los pobres son como “animalitos” que no pueden alimentarse por sí mismos. La verdad, sin embargo, es que la caridad no acaba con la pobreza, ni siquiera la disminuye. Por lo contrario, la vuelve permanente ya que genera incentivos para su preservación.

En México hemos tenido programas sociales cada vez más amplios y generosos. En 1994 el gobierno federal gastó 15,888 millones de pesos en programas contra la pobreza; para 2012 erogó 310,302 millones (“Informe de gobierno 2013”, apéndice estadístico, p. 69), un aumento de casi 20 veces. La pobreza, sin embargo, apenas bajó de 52.4 a 52.3 por ciento de la población económicamente activa (Coneval).

Dambisa Moyo, una brillante autora originaria de Zambia, ha documentado que la ayuda internacional no solo no genera riqueza sino la inhibe. Las donaciones internacionales impiden la formación de capital privado y solo enriquecen a las élites locales. “¿Han ayudado más de un billón de dólares en ayuda en las últimas décadas a África? No, de hecho. Los receptores de ayuda están peor, mucho peor” (Dead Aid)

         Cuando López Obrador habla de los pobres como animalitos que no pueden cuidarse a sí mismos se refiere a las mascotas, que accostumbradas a vivir sin libertad no tienen efectivamente forma de alimentarse o de sobrevivir por sí mismas. Pero los animales en libertad lo hacen de manera admirable. No necesitan dueños.

         Por eso preocupa la visión de López Obrador, quien no quiere a ciudadanos con libertad y capacidad económica, sino a mascotas dependientes que tengan que permanecer toda la vida bajo la dependencia del ogro filantrópico. “Tratan de resolver el problema de la pobreza. manteniendo vivos a los pobres -escribía Oscar Wilde en El alma del hombre bajo el socialismo–. Pero esta no es una solución; es agravar la dificultad.”

Quizá el propósito político no es eliminar la pobreza sino conservarla. Si a los pobres les das dinero, como animalitos dependientes, siempre estarán agradecidos y votarán por ti. Si los haces independientes, como los animales en la selva, sentirán la libertad de votar por quien se les antoje.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Ixtapa-Zihuatanejo fue sede de la Reunión Nacional de Protección Civil, en la que se marcaron los lineamientos de prevención para la temporada de lluvias que ya comenzó en el país, y que se prolongará hasta el mes de octubre.

Asistieron titulares de Protección Civil de todas las entidades del país y de las unidades municipales, que atendieron a dicha convocatoria.

Pero las noticias fueron inquietantes: Se esperan 33 ciclones tropicales en esta temporada 2019, 6 más que los registrados como media histórica en el Océano Pacífico como en el Golfo de México.

La Comisión Nacional del Agua especificó durante el evento que espera que en esta temporada, para el Océano Pacífico, se esperan 8 tormentas tropicales, 5 huracanes categoría 1 y 2, así como 6 huracanes mayores a categoría 3.

En el caso del Océano Atlántico se esperan 6 tormentas tropicales, 5 huracanes de categoría 1 y 2 así como tres de categoría superior a 3.

En total, la directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez, dio a conocer que para este 2019 se esperan 33 ciclones tropicales, seis por arriba del promedio histórico. De estos, 19 serán en el Océano Pacífico y 14 en el Atlántico; siendo probable que de 4 a 6 impacten directamente en el país.

Y ante este desastroso panorama, ¿qué procede? Bueno, como siempre, no nos queda más que afinar los protocolos de información hacia la población, para que esté enterada del curso de los meteoros, y pueda tomar medidas de precaución.

Es el clásico esquema de control de daños, que incluye actividades antes, durante y después del desastre.

La idea es que al menos las vidas humanas se salven, y los daños materiales sean menores.

El trabajo conjunto entre las diferentes dependencias de gobierno implicadas en la prevención, es vital. La Coordinación Nacional de Protección Civil, emite recomendaciones para que estos fenómenos tengan menores consecuencias, y en estados y municipios deben trabajar en consonancia.

¿Pero a qué se debe que los ciclones y tormentas sean cada vez más en número y mayores en su capacidad destructiva? Por muchos años los científicos no se ponían de acuerdo, y hasta llegaron a decir que el calentamiento global no era un factor determinante para ello, pero recientemente aceptaron que la elevación de las temperaturas de la tierra no sólo tiene relación con esas variables, sino también a que el mayor número de meteoros que antes se gestaban y desarrollaban en los océanos, sin tocar tierra, ahora invariablemente llegan a las costas de los continentes, con efectos devastadores.

Ante el calentamiento de la temperatura marítima, dicen, las depresiones tropicales invariablemente se convierten en tormentas tropicales, y éstas de manera casi inmediata se desarrollan como huracanes.

Incluso en los últimos dos años, nos ha tocado ver cosas inusitadas, como que los huracanes de un día para otro ya son categoría 5, y varios de ellos tocaron tierra con esa magnitud en el Atlántico, uno seguido de otro, sin que nadie los detuviera.

Los amantes de las teorías conspiracionistas señalan que estos ciclones son “provocados” por las élites, para exterminar al mayor número de personas, manipulando la naturaleza, e incluso para someter a gobiernos indeseables, provocando desastres. Quién sabe, el caso es que el destino nos alcanza inexorablemente.

Pero es el cambio climático la causa recurrente en este tipo de fenómenos. Valérie Masson-Delmotte, miembro del GIEC, grupo de referencia sobre el clima a nivel mundial, explica: “Cuanto mayor es la temperatura del agua y el nivel de humedad, mayor puede ser la intensidad del ciclón. Ahora bien, estos dos elementos son más intensos debido al aumento del efecto invernadero. Consideramos que hay un 7% de humedad más en la atmósfera por cada grado de calentamiento”, precisa.

Ante hechos consumados, ya poco podemos hacer más que soportar esta nueva realidad, y adaptarnos a estas nuevas condiciones climatológicas. Desde la tragedia de Ingrid y Manuel, en Guerrero, los protocolos de protección civil cambiaron radicalmente, de modo que ahora ante la presencia de una inofensiva depresión tropical se suspenden clases. Pero más vale así, a estar como estuvimos aquella noche mexicana de septiembre de 2013, cuando mientras la clase política departía después del Grito de Independencia, la entidad se inundaba, sus cerros se desgajaban y sus puentes se desplomaban.

Vale la pena que desde los municipios se incrementen los trabajos de prevención, no sólo para casos de tormentas y ciclones, sino para todo tipo de desastres. El incremento de los incendios en la entidad en las últimas dos semanas, nos remitió a la inexistencia de brigadas de voluntarios socorristas, hasta el nivel comunidad.

Ese vacío debe resolverse,  y ojalá que los gobiernos municipales hagan algo al respecto, en lugar de tener a las oficinas de Protección Civil como membrete.

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