Arranca torneo infantil de la Amistad 2019

Hoy viernes, se pone en marcha el 6to Torneo de Baloncesto Infantil de la Amistad, en Zihuatanejo.

A las 3:00 de la tarde, se lanzará al aire el balón de basquetbol, en las canchas techadas de la Unidad Deportiva.

Los organizadoras del evento, Diana Olea Orbe y Binicia Campos Suazo, confirmaron la participación de 40 equipos participantes y jugarán en la Unidad Deportiva, Auditorio Municipal, Cancha Municipal, Vicente Guerrero y escuela IMA.

Olea Orbe, presidenta de la Liga Ademeba, manifestó de la importancia del torneo, el cuál será de convivencia y fogueo par los jugadores infantiles.

Durante la tarde de hoy y mañana (sábado), se disputarán los juegos de grupos y después conocer a los finalistas del 6to Torneo Infantil.

Esté mismo día, a las 7:00 de la tarde, se efectuará la ceremonia y desfile de las delegaciones, en la cancha municipal.

Por separado, Binisa Campos, dio a conocer que los equipos que se proclamen campeones y subcampeón, recibirán una medalla conmemorativa de la justa.

Diana y Binisa, a través de este medio hacen la extensa invitación a toda la población para que asista a los juegos de la Amistad 2019.

Llenos de fe y pasión deportiva viajaron deportistas con Discapacidades Diferentes

El club de deportistas con discapacidades diferentes, se trasladaron a la sede de las competencias de ranqueos en sus diferentes disciplinas.

El día de ayer, los atletas que representarán a Zihuatanejo, recibieron sus respectivos uniformes de manos del director de Deportes, José Luis Ayvar Sánchez.

El funcionario municipal, felicitó a los atletas con discapacidades y dar sus máximo esfuerzo en su respectiva rama.

El promotor deportivo, Limber Vargas Meza, mencionó que sus pupilos hicieron una buena etapa de preparación de cara a los ranqueos a nivel estatal.

La justa de personas con discapacidades, se efectuará en las instalaciones de la Unidad Deportiva Acapulco (UDA).

Los jóvenes que resulten ganadores atletismo, lanzamiento de bala y disco avanzarán a la siguiente etapa nacional 2019.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Los secretos del general brigadier

Raymundo Riva Palacio

El general brigadier Luis Rodríguez Bucio, contemporáneo del general secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, recibió dos noticias de su viejo amigo. La mala es que no llegaría a general divisionario, y su carrera militar acabaría después de 45 años en las Fuerzas Armadas, al iniciar su proceso de retiro. La buena es que se haría cargo de la comandancia suprema de la Guardia Nacional, el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador de una nueva policía civil nacional, con la que espera vencer la inseguridad y derrotar a la delincuencia, así como ser la fundación del principio del fin del Ejército, siguiendo el modelo latinoamericano de Costa Rica. El presidente nombró al recomendado del general Sandoval, que ha establecido una relación de profunda cercanía profesional con López Obrador, y ungió a un hombre educado en la Escuela de Las Américas, de nefasta memoria.

El general brigadier Rodríguez Bucio tenía siete años de haber ingresado al Ejército cuando en 1980, el entonces teniente del 2º Batallón de Infantería del Cuerpo de Guardias Presidenciales, parte del extinto Estado Mayor Presidencial, que era el responsable directo de la seguridad del presidente, de Los Pinos y de todas las instalaciones estratégicas que rodeaban la vieja residencia oficial, fue despachado a Panamá. Fue a capacitarse a Fort Gullick, donde originalmente había estado el muy desconocido 8vo. Grupo de Fuerzas Especiales de Estados Unidos, que realizaba intervenciones en América Latina, y que albergó y entrenó a la unidad militar boliviana que cazó y mató a Ernesto Che Guevara en 1967.

Cuando llegó a Fort Gullick el teniente Rodríguez Bucio, ese grupo de Fuerzas Especiales ya había sido desactivado, y sus instalaciones -hoy convertidas en un Hotel Melía-, albergaban al 3er. Batallón Aerotransportado del 7º Grupo de Fuerzas Especiales, y a la Escuela de Las Américas, por donde pasaron 11 dictadores de América Latina, entre los que figuraron Jorge Rafael Videla, el jefe de la junta militar que desapareció a 35 mil argentinos, el guatemalteco Efraín Gómez Montt, clasificado como “genocida” por una comisión de la ONU, y el panameño Manuel Antonio Noriega, que trabajaba con el Cártel de Medellín y la CIA, así como Manuel Contreras, el jefe de Inteigencia de los primeros años del régimen de Augusto Pinochet, el jefe de los escuadrones de la muerte salvadoreños, Roberto  D’Abuissson, y Vladimiro Montesinos, el asesor criminal del presidente peruano Alberto Fujimori. Esa escuela estaba especializada en operaciones de contra inteligencia y técnicas de tortura.

Su paso por la Escuela de Las Américas no se encuentra mencionada en el currículum que difundió la Presidencia del general brigadier, pero no es la única omisión. Hay lagunas en su carrera militar, admitidas como momentos no relevantes, pero sí hay otros puntos en su hoja de servicios difundida, que tiene imprecisiones o, definitivamente, ocultamientos. Una imprecisión es que donde la Presidencia señala que fue director del área de Operaciones Especiales de la Policía Federal de 1990 a 2000, pero este cuerpo no existió hasta 2009. En realidad, como dice la hoja de servicios sin precisar fechas, de 1994 a 1999 coordinó los grupos interinstitucionales del CISEN. Sin embargo, la Presidencia dice que el cargo era en el ámbito de la seguridad pública, cuando en realidad era de seguridad nacional.

Rodríguez Bucio se especializó en grupos armados -legado de sus enseñanzas en Fort Gullick-, y narcotráfico. Antes de llegar al CISEN fue subjefe del Estado Mayor de la Fuerza de Tarea Marte, que combatía el narcotráfico y erradicaba plantíos de enervantes en el Triángulo Dorado -donde se juntan Sinaloa, Durango y Chihuahua-, cuyos detalles se mantienen secretos porque la Secretaría de la Defensa se ha negado a darlos a conocer pese a la instrucción del INAI que entregue información sobre la estrategia de combate al narcotráfico en esa zona desde 1967.

Ese mismo tipo de tareas realizó en la 4ª. Región Militar, con sede en Monterrey, de 2001 a 2013, donde estaba a cargo de operaciones contra el narcotráfico en Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí. En esos años rompió el Cártel del Golfo y Los Zetas, que se extendieron hacia el sur de Tamaulipas y San Luis Potosí, y los hermanos Beltrán Leyva, primero como parte del Cártel del Pacífico y luego como una organización independiente, controlaban Monterrey. Años después, en esa región militar también estuvo comisionado el actual secretario de la Defensa, el general Sandoval.

Durante ese periodo, como sucedió antes con el CISEN, el general brigadier tuvo otras tareas no aclaradas en el currículum de la Presidencia. De agosto de 2003 a septiembre de 2004 fue comandante del 2º Batallón de Fuerzas Especiales al mando de las operaciones contra el narcotráfico en el Triángulo Dorado, y en 2006, fue trasladado al Estado Mayor de la Defensa Nacional como jefe fundador del Grupo de Análisis e Información de Narcotráfico, que sustituyó al Centro de Inteligencia Antinarcóticos, al desaparcerlo por la infiltración del narcotráfico. Ahí remplazó al general brigadier Roberto Aguilera Olivera, quien solicitó su retiro tras una investigación interna -nunca judicializada- donde presumían vínculos con el Cártel del Pacífico, luego de que una serie de fugas de información impidieron la captura de Joaquín El Chapo Guzmán en la Sierra de Durango.

Rodríguez Bucio tenía una carrera que lo llevaba al cargo de secretario, que su amigo el general Sandoval cortó. Pero le entregó al presidente López Obrador un militar experimentado, con mando de tropa, y entrenado para cualquier eventualidad, como los fantasmas y puntos negros en su hoja de servicios lo demuestran.

Nota: Esta columna no se publicará la próxima semana. Reanudará publicación el 22 de abril.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

Mala calidad del aire

El Día Mundial de la Salud (7 de marzo) se fue dejándonos una reflexión sobre un tema realmente grave que hasta ahora no ha sido atendido por nuestras autoridades: en México más del 92 por ciento de la población respira aire contaminado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que actualmente la mala calidad del aire representa el riesgo ambiental más grande en el mundo, con impactos tremendos respecto a las muertes evitables debido a este problema. Basta ver algunos números, para el año del 2015 se estimó que (tan sólo por causa del material particulado y tomando en cuenta solamente a la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Querétaro, Toluca, Guanajuato) 33 mil 478 personas perdieron la vida debido a las altas concentraciones de este contaminante.

Recientemente se presentó el Informe Nacional de Calidad del Aire (INCA) 2017, el instrumento más importante a nivel nacional para determinar los niveles de contaminación del aire y el funcionamiento de los sistemas de monitoreo de calidad del aire existentes en nuestro país revelando que en México se sigue respirando aire contaminado, seguimos sin lograr mejoras sostenibles y significativas en cuanto a las emisiones de contaminantes.

Basta comparar el INCA del 2016 con el de 2017, en donde las ciudades que cumplieron con la Norma que regula los límites máximos de ozono fueron 3, en comparación con las 2 que la cumplieron en 2016, en material particulado PM10 tenemos la misma situación, en el 2017 solamente 3 ciudades cumplieron con la norma con respecto a las 2 que lo habían hecho en 2016 y para material particulado PM2.5 el resultado fue el mismo que en 2016, ninguna ciudad mexicana lo cumplió.

El informe también nos muestra que seguimos sin tener información válida y oportuna en la mayor parte de nuestro país, ya que más de la mitad de las estaciones de monitoreo existentes en nuestro no aportaron información para este INCA.

Seguimos sin solucionar el problema de raíz, y ¿cuál es el problema? en nuestro país son las emisiones de las fuentes fijas, entiéndase el transporte automotriz. Y lejos de eso, la trayectoria parece alejarse de la solución. Los planes de movilidad y de mitigación de contaminación atmosférica siguen apostando fuertemente a políticas de restricción vehicular como la verificación y el hoy no circula, que en el caso de la Ciudad de México ya ha probado que dio resultados en un primer momento, pero no de manera sostenida, y dejando de lado el cambio en los sistemas de movilidad y la generación de opciones seguras, limpias y eficientes de transporte para la población.

Seguimos teniendo normas que permiten límites de contaminantes en el aire altísimos comparados con los que recomienda la OMS para tener un ambiente sano. Seguimos teniendo una norma que regula los monitoreos de calidad del aire ambigua y sin fortaleza técnica y metodológica, condiciones que hacen posible esta situación que nos está matando.

Es impostergable la acción de los gobiernos, tanto federales (Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) en cuestión del endurecimiento normativo de salud ambiental y de monitoreo de calidad del aire y la procuración de su cumplimiento, así como para los gobiernos locales en el desarrollo de planes de movilidad que pongan a las personas como prioridad, no a los autos.

Si bien es un problema “heredado” eso no exime a las autoridades presentes de su responsabilidad ética de ponerle un alto a esta contaminación que nos aleja del cumplimiento del derecho a la salud.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Pues bien, ya se tienen los nombramientos de quienes coordinarán las actividades de la Guardia Nacional. Son tres hombres y una mujer los anunciados ayer como coordinadores por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador: dos de la Sedena, un marino y una policía federal.

De los cuatro, la dirección recaerá en el General en proceso de retiro Luis Rodríguez Bucio. Y como miembros del Estado Mayor, se designó al general de brigada Xicoténcatl de Azolohua Núñez Márquez, como representante de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); también al contraalmirante Gabriel García Chávez, como representante de la Secretaría de Marina (Semar) y la doctora Patricia Rosalinda Trujillo, como representante de la Policía Federal (PF).

Todos sin excepción, traen las huellas de la lucha contra el narcotráfico de los últimos 13 años, pero también todos tienen perfiles envidiables. Por ejemplo, la doctora Patricia Rosalinda Trujillo cuenta con doce doctorados en diversas materias y disciplinas, y ha sido considerada por la revista Forbes como una de las mujeres más influyentes del continente.

Antes de esta nominación, la doctora Trujillo ocupaba la titularidad de la División Científica de la Policía Federal.

El resto de los miembros de la coordinación, tanto militares como el representante de la Marina, son gente experimentada en trabajo de campo y de planificación de estrategias, y no cabe duda que se hizo una selección muy acuciosa.

Pero hay un pero para los dos militares, tanto para Luis Rodríguez Bucio, como para el general de brigada Xicoténcatl de Azolohua Núñez Márquez, pues ambos son militares en proceso de retiro; pidieron su baja apenas en diciembre pasado, cuando seguramente ya se les tenía en la mira para ocupar estos cargos, y será hasta el verano cuando se liberen totalmente del servicio militar.

Esto definitivamente generará discusiones en el pleno del Senado de la República, que apenas ayer recibió los proyectos de leyes secundarias de la Guardia Nacional.

De entrada, la Junta de Coordinación Política del Senado ya avaló los perfiles del cuerpo que coordinará los trabajos de la Guardia Nacional, pero desde fuera del Congreso de la Unión hay voces que afirman que se está violando el artículo 21 Constitucional, que dice que se tendrá una fuerza policial de carácter civil.

No sólo la oposición se pronunció ayer contra Rodríguez Bucio y Núñez Márquez, sino también la Comisión Nacional de los Derechos Humanos señaló que estos nombramientos son de entrada inconstitucionales.

Pero nadie puede negar que por primera vez se tiene un cuerpo de seguridad dirigido por verdaderas lumbreras en materia de seguridad, cerebros que antes estaban bajo el mando de sus jefes, pero que hoy se encargarán directamente de combatir la inseguridad que priva en el país.

Aunque hay muchos rasgándose las vestiduras en este momento, porque se designó como director de la coordinación de la Guardia Nacional a un militar “en proceso” de retiro, el diputado federal por Guerrero, el ex gobernador René Juárez Cisneros, fue muy ecuánime al señalar que más allá de quién ocupe la coordinación, lo que importa es el trabajo que desempeñen.

“La Guardia Nacional debe tener capacitación y adiestramiento donde se privilegie el respeto total y absoluto a los derechos humanos, que más allá de la buena voluntad debe quedar plasmado en las leyes secundarias, será el trabajo que viene y debe tenerse cuidado de que así sea”, dijo.

Y por supuesto tiene razón René Juárez. Lo que importa es el trabajo que realicen, y esto será en torno a sus perfiles, pues son idóneos, no fueron elegidos por preferencias políticas ni por escalafón en la milicia, donde también opera el favoritismo de los generales, que se van heredando el poder en cada sexenio.

Aplausos por estos perfiles.

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