Los Adobados superaron la primera prueba

ALDO VALDEZ SEGURA

Los Adobados superaron la primera prueba, para ir en busca del campeonato,  ya que en la fase de cuartos de final de la liga Premier de futbol en su categoría libre derrotaron 2-0 a Marisquería Leo, escuadra que dio todo dentro del terreno de juego y se murió en la raya.

Atractivo enfrentamiento que tuvo como escenario el campo 1 de Blanco. Una primera mitad muy intensa, en donde los dos equipos metieron fuerte la pierna, desafortunadamente para Marisquería Leo se quedaría con un hombre menos, así que el esfuerzo físico lo tenían que redoblar, esto le vino bien a los Adobados.

Los Adobados supieron aprovechar su superioridad numérica y comenzaron a tocar el balón, empezaron a fabricar sus opciones de peligro hasta que acertaron, Luis Martínez puso e 1-0 y Alexis López puso el 2-0 definitivo, Marisquería Leo aunque lo intentó no encontró el gol.

Los Abogados despacharon a Restaurant Otilia

ALDO VALDEZ SEGURA

Con un contundente 4-2 la escuadra de los Abogados dejaron en el camino a Restaurant Otilia, lo anterior corresponde a encuentro de la fase de cuartos de final de la liga Premier de futbol en su categoría libre, enfrentamiento que tuvo como escenario el campo 2 de Blanco.

El balón comenzó a rodar y con ello las emociones, fue una primera mitad en donde el balón no tuvo dueño, se libró una batalla en medio sector para hacerse de la posición, conforme pasaron los minutos, fueron los Abogados quienes tuvieron el balón en su poder.

Al tener en su posición la redonda, los Abogados comenzaron a fabricar opciones de peligro, pero todavía no acertaban, estaban afinando su puntería, pero una vez que le pusieron la suficiente tiza a sus botines, los goles comenzaron a caer, Benjamín Pineda, Sergio Santos, José Sánchez e Iván Lara, fueron los anotadores, los dos goles de los “restauranteros” fueron obra de Jonathan Valle.

Notaría ganó con autoridad

ALDO VALDEZ SEGURA

Con autoridad demostrada dentro del terreno de juego y reflejado en la pizarra, el equipo de la Notaria consiguió su boleto para la siguiente fase al imponerse en los cuartos de final de la liga Premier de futbol en su categoría libre, 3-1 a Azul Grand.

Se vieron las caras en el campo 1 de Blanco. Desde que la redonda se puso en movimiento, fue Notaria quien se adueñó de la posición del esférico, ellos mandaron y tuvieron las opciones más claras, pero todavía no podían concretar, ya que la defensiva rival estuvo a la altura de las exigencias.

Notaria no dejo de insistir, tuvieron variables en sus ataques, llegaron por las bandas y fue ahí donde poco a poco fueron encontraron los espacios hasta que el invitado de honor hizo acto de presencia, Enrique Aguado hizo un doblete y uno más de Emiliano Torres, el único tanto de los “hoteleros” fue hecho por Luis Hernández.

ESTRICTAMENTE PERSONAL

Los siguientes 100 días

Raymundo Riva Palacio

Todos los análisis críticos sobre Andrés Manuel López Obrador están chocando con una coraza que se fortalece diariamente. No ha habido acción ni decisión que haya afectado su consenso para gobernar. Frente a la narrativa de López Obrador no hay nada que se le anteponga con éxito o, siquiera, como elemento de equilibrio. Tiene sentido, aunque no lo parezca. Su consigna permanente contra la corrupción es un recordatorio de lo que se ha vivido, frente a lo cual no hay absolutamente nada que justifique lo galopante que fue y la impunidad de la que gozó. Su llamado a más dinero y más trabajo para los que menos tienen, en un país donde 63 millones de personas viven debajo de los niveles de pobreza, es compartido incluso por sus adversarios más claros. Sus reivindicaciones son concretas y han encontrado la tierra fértil que promete cosechas. Pero no lo es todo.

Existe frustración en varios sectores sobre lo refractario de López Obrador, pero surge de un análisis a partir de categorías equivocadas, que pretender entenderlo en el marco de un Jefe de Estado tradicional. El presidente es todo lo contrario. Buscar explicaciones al comportamiento de López Obrador bajo esos referentes, siempre choca en incomprensiones y en críticas que, si uno empata su frecuencia y creciente beligerancia con sus muy altos índices de aprobación, puede encontrar las razones de muchos para su desilusión.

López Obrador nunca fue un político convencional, ni en su esencia ni en su actuar. Su liderazgo fue aquilatado por el PRI cuando lo hicieron presidente estatal en Tabasco en los 80’s, que le dieron prominencia nacional a mediados de los 90’s, cuando realizó marchas a la Ciudad de México. Político de tierra, jamás de aire como fue la tendencia en los últimos 20 años, se convirtió en la cabeza de la izquierda social. Su discurso era simple y consistente: primero los pobres, y contra la corrupción que los hace pobres. El enemigo principal del pueblo era la clase dominante –a la que llamó “la mafia del poder”-, y la forma de enfrentarla tenía que ser desde abajo, con la movilización del pueblo.

Esta codificación no la entendieron en su momento el gobierno de Vicente Fox, que al perseguirlo lo blindó, el PRD donde militaba, y el PAN y el PRI, que fueron incapaces de ver que el discurso teológico y binario que tenía, iba a ser imposible de vulnerar con el viejo discurso de la clase política. La clase gobernante lo soslayó cuando se construyó el Pacto por México mediante acuerdos cupulares, para producir reformas económicas profundas.

Antes que la alianza entre el PRI, el PAN y el PRD se rompiera, se le preguntó a uno de los principales colaboradores de Peña Nieto si no pensaban que forzar los acuerdos de élites, sometiendo a las militancias partidistas, podría tener un impacto negativo en el largo plazo al estar desdibujando los liderazgos de la oposición y anulándolos. El colaborador volteó a ver al periodista con ojos de perdonavidas y respondió: “¿Y no está bien?”. El 1 de julio del año pasado tuvo su respuesta. Todos ellos construyeron el ascenso de López Obrador al poder.

Nunca entendieron a López Obrador y no lo entienden. Ven su actuar como el de un iluminado. Se equivocan en parte. López Obrador sí se siente un iluminado y ha llegado a decir en privado que la derrota en las elecciones de 2006, que fue muy dolorosa para él, fue una prueba que le impuso Dios para probarlo. Tras su protesta postelectoral, López Obrador se fue a Oaxaca a caminar las comunidades y recuperar energía. Después de varios meses regresó fortalecido para las nuevas batallas. Para él, la Presidencia es el vehículo para cumplir su misión, auténticamente, transformar a México. Palacio Nacional no es el fin, sino el medio.

La transformación no es sólo una reformista, como algunos la perciben por mantener lo que observan como una contradicción: políticas populistas y disciplina macroeconómica. Menosprecian, quizás porque les parecen disparatadas como muchas de las cosas que ha dicho López Obrador, que él prefiere que toda la nación camine hacia la pobreza, revirtiendo décadas de desarrollo, si es la única opción para acabar con la corrupción. Si alguien que tiene un infante y sabe lo que significa su cuidado a padres que trabajan, es intransigente en acabar las estancias infantiles, hay que escucharlo con atención.

La destrucción de todo no es sólo discurso político. La transferencia directa de recursos a los grupos sociales desfavorecidos, el control político-electoral a través de su Coordinación de Delegados, la cruzada contra las instituciones y el pasado mediante la acusación de son producto de la corrupción, a la que combate porque su gobierno emana del pueblo y para el pueblo, plantea un cambio social que sólo puede ser realizado por las masas. Esta es la categoría de análisis que debe utilizarse con él.

Su gobierno no se está construyendo a partir de la Presidencia convencional, sino mediante un gran frente de masas donde las minorías, a las que combate todas las mañanas, deben ser erradicadas para dar pie al nuevo régimen. Las cámaras, los fiscales, los sindicatos y los medios alternativos son la cabeza de playa. El frente de masas es una concepción de poder vieja –Lenin pidió “todo el poder a los soviets”- que se llega a interpretar como autoritarismo. Para quien defiende esta ideología, quien lidera este cambio es un “vanguardista”, que entiende lo que está en juego y para dónde va. Las masas no entienden de estas abstracciones, pero marchan detrás de su líder. López Obrador, hoy, es eso, indiscutiblemente.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Editorial

La bancarrota del sistema educativo

La profesión de maestro en la educación básica ha sido ubicada en el escalón más bajo del trabajo intelectual. Los educadores no son considerados como tales, sino que han sido sometidos a unas burocracias sindical y gubernamental desde donde se organiza la función educativa con una muy escasa participación del magisterio.

Las condiciones materiales de los planteles educativos se encuentran por lo regular también en la ruina. Los hay pobres y los demás son paupérrimos.

Los niveles en el aprendizaje de los educandos son bajos en comparación con los observados en otros países con desarrollo semejante al nuestro.

Para completar este deteriorado cuadro, la escuela mexicana es autoritaria y, en consecuencia, no prepara a la juventud para la democracia mediante el método de la conjunción de la teoría y la práctica.

Las y los educadores sólo intervienen mediante consejos técnicos escolares, sin tomar parte en las decisiones generales. Al carecer de parámetros educativos, maestros y maestras no cuentan con instrumentos para comparar a su propia escuela con otras y evaluar al sistema educativo en conjunto. No pueden, por tanto, hacer firmes propuestas de modificación del proceso educativo. No existen consejos académicos propiamente dichos.

Durante muchos años, la ausencia de instancias de participación académica y técnica del profesorado contribuyó al gremialismo estrecho, sectario y corrupto, hostil a la democracia y, en consecuencia, orilló a la clausura de la intervención del magisterio en la forja de la materia de su propia profesión.

Muchas autoridades educativas no han sido profesores sino burócratas. El Estado no es quien debe educar sino ser educado. El Congreso debe proveer, el gobierno debe administrar.

Tampoco se integraron suficientes contenidos regionales a los programas de estudio ni se analizaron las problemáticas de los pueblos indígenas y sus derechos políticos y culturales.

El reconocimiento de que los educadores son aquellos integrantes activos del magisterio no debería ser indispensable, pero lo es, aquí y ahora, porque se niega en los hechos el carácter profesional de las maestras y maestros.

El acceso de las y los educadores a la formación académica debería ser un derecho garantizado por el Estado mediante todo un entramado institucional: la escuela de la escuela como proceso de continuo cambio e innovación.

Como trabajadores, las maestras y maestros fueron sometidos por el charrismo sindical, lo cual generó un desgastante proceso de resistencias en muchos lugares del país. Esto, como se sabe, se agudizó a partir de la reforma educativa del sexenio pasado. En lugar de construir las bases de la nueva escuela mexicana, se abrieron exámenes punitivos y promocionales a las y los educadores. La escuela, como tal, no fue evaluada y mucho menos reformada. Así ha llegado a la bancarrota.

Se precisa, por tanto, un acuerdo político nacional para acometer una transformación que abarque la reforma de la escuela y las garantías del derecho a la educación, otorgadas de manera siempre creciente por el Estado: abrir la educación, mejorar la escuela y garantizar la permanencia y éxito de los alumnos.

El magisterio y el alumnado deben ser los dos grandes protagonistas de la nueva escuela mexicana en un marco democrático y participativo.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

A propósito del Día Internacional de la Mujer, que por un lado trata de visibilizar a las féminas y sus derechos, así como de denunciar la violencia de género; por otro, trata de meter en la agenda pública temas como el aborto, considerando que el sacarse hijos del vientre es un derecho, cuando en realidad es un crimen.

En el Senado de la República, la semana pasada, miembros de la bancada de Morena se enfrentaron a causa de la agenda abortiva, cuando alguien por ahí puso en las curules de los senadores el pañuelo verde, que es símbolo del movimiento abortivo internacional.

No es de extrañarse esto, la verdad, desde el momento en que el coordinador de la campaña lópezobradorista fue Marcelo Ebrard Casaubón, quien durante su paso como jefe de gobierno de la Ciudad de México impulsó la legalización del aborto, de modo que en la capital del país esto es legal desde hace mucho tiempo.

Las estadísticas de la práctica de abortos en los centros hospitalarios acreditados son espeluznantes. Estos centros se anuncian por redes sociales como cualquier otro servicio médico. Basta entrar a Internet y teclear aborto para que te aparezcan estos mensajes: “El aborto en la Ciudad de México es legal hasta las 12 semanas. Te ayudamos a encontrar clínicas acreditadas para la Interrupción Legal del Embarazo”. Incluso reciben gente de otras entidades, pues no es requisito ser residente de la Ciudad de México.

En la capital, el aborto se puede interrumpir hasta los 3 meses, sin penalización, a pesar de los riesgos que esto implica. En el resto del país, se autoriza la interrupción el embarazo a las 8 semanas y sólo por razones médicas o judiciales.

Pues bien, este debate tarde o temprano aparecerá de nuevo en la escena pública, dado que las mujeres líderes del movimiento feminista tienen tiempo impulsando esta agenda (como ya ha sucedido en otros países, sobre todo Estados Unidos, Canadá y Europa), haciendo ver ante la pasiva sociedad mexicana que el aborto es un derecho, y que pueden usarlo como si fuera un método anticonceptivo más, cuando no lo es.

No se puede comparar el uso de un condón, de una píldora anticonceptiva, del dispositivo DIU o de la pastilla del día siguiente, entre otros, con el uso de la píldora abortiva para interrumpir un embarazo, que a todas luces es un multimillonario negocio que están impulsando los laboratorios internacionales, para controlar la natalidad.

México está a punto de entrar en esa oscura noche del aborto, cuando ya otros países están queriendo salir, pues definitivamente un asesinato de esta naturaleza va creando ambientes psicológicos y emocionales bastante dañinos, haciendo a la sociedad cada vez más fría y cruel.

Lilly Téllez, Senadora por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), anunció ante la osadía de Morena que presentará una reforma constitucional para que el Estado proteja a cualquier individuo desde la concepción. Eso obligaría a la Ciudad de México a reformar su Constitución.

“Presentaré una iniciativa para que se proteja a todo individuo desde la concepción. Una mujer que aborta es una criminal. El aborto es un asesinato y debe castigarse”, dijo la sonorense en entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.

Lilly Téllez será de las voces que se levanten contra el aborto en México, pero seguramente la izquierda de este país, que ha confundido su papel en el desarrollo nacional, y se está confabulando con los intereses más mezquinos que se mueven en el planeta, la tildarán de lo peor.

Y es que la mente y el corazón humanos se ha desviado tanto, que se ha vuelto réprobo. A lo bueno, le llamamos malo. Y a lo malo, le llamamos bueno. Ya no sabemos distinguir entre el bien y la maldad, y ahora vemos mujeres sacándose hijos, pero llorando por un gato o un perro abandonado.

El coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, anunció que el tema del aborto será aplazado por la bancada. No cancelado, sólo aplazado y por razones políticas, ya que esto los podría dividir.

 “Hay cosas más importantes en las que tenemos que concentrarnos en la discusión y aprobación”, explicó Monreal. Sí, por el momento.

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