Ruth Tamayo Hernández
Empleo a la gente, para
que México se serene
Mis
estimados, los dirigentes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), andan
furiosos con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a causa del cambio de
las Secretarías de Estado a las entidades federativas, ya que los líderes
empresariales aseguran que esos cambios no garantizan la descentralización en
la toma de decisiones. Y tal vez tengan razón, pues ellos dicen que la
descentralización consiste en trasladar facultades de las oficinas centrales a
los estados y en trasladar responsabilidades de la federación a los estados y
municipios.
El
presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, señaló que el cambio de oficinas
del gobierno federal es simplemente un error. No están de acuerdo los líderes
empresariales en que se cambien las dependencias federales de las capitales a
los estados, pues dicen que mover a tantas familias es una decisión compleja. Otros
empresarios le lloran al dinero, señalan que se gastará mucho dinero y que no
va funcionar.
Sin
embargo, el mandatario federal, desde principio de su gobierno anunció el
cambio de las Secretarías de Estado a distintas entidades; incluso, cuando vino
a Guerrero confirmó que la Secretaría de Salud se instalaría en el puerto de
Acapulco, sólo que no dijo cuándo se haría esa transferencia, como sí indicó de
la Secretaría de Turismo Federal. De ésta dijo que en 40 días la dependencia
federal se mudará a Quintana Roo, concretamente en la bella localidad de
Chetumal, un lugar precioso pero muy lejano para varios alcaldes que gobiernan
municipios con vocación turística y con necesidades agravantes, incluso de
pobreza extrema.
El
presidente AMLO presentó la Estrategia Nacional de Turismo, plan que contempla
reforzar la seguridad en sitios turísticos del país. También destacó otro punto
que siempre trae a colación en sus discursos cuando habla de temas turísticos,
y es mejorar los servicios básicos y generar empleo en entidades que rodean a
los complejos turísticos, temas fundamentales para que México se serene y al
mismo tiempo haya paz, para que siga viniendo turistas a los destinos turísticos.
Eso
lo dijo el mandatario en Quintana Roo, donde la violencia está más agresiva,
tal vez peor que en el estado de Guerrero. Sin embargo, pisó firme en su tierra
natal y sin miramientos dijo que su gobierno dará especial atención al Sureste
del país, pues esa región quedó marginada y abandonada. ¿Y Guerrero, apá?
La
entidad sureña está más jodida que todos los demás estados, y no hay un
proyecto por parte de la Federación en materia turística destinado para la
entidad. No obstante, vamos a esperar que al menos se concrete el cambio de la
Secretaría de Salud al municipio de Acapulco, pues eso pondrá en otro lugar el
estado.
Seguimos
con la Estrategia Nacional de Turismo, ya que el secretario del ramo, Miguel
Torruco Marqués, se voló la barda y volvió con sus promesas de campaña
política. Señaló un plan que parece un sueño guajiro, y dividió una estrategia
en cinco macro proyectos.
Primero,
el Tren Maya, ¿pero para cuándo canijos estará terminado ese canijo tren? Puro
cuento de los funcionarios. Segundo, fortalecer los destinos turísticos, y para
ello dividió en ocho regiones el país. Tercer proyecto, fortalecer el mercado
interno y para eso busca que los mexicanos recorran el país a través de
distintos programas que, asegura el funcionario, se aplicaron en la Ciudad de
México con éxito; como ejemplo Sonrisas por México y Disfruta México, que
incluyen paquetes y boletos de avión baratos; o sea, le cambiaron el nombre al
programa de Peña Nieto, “Moviendo a México”. Valió barriga de pato.
El
quinto punto es más simpático que hasta el mismísimo “me canso ganso” de López
Obrador, pues lo titula “Toca Puertas”. Esto consiste en que las embajadas,
tanto árabes, como de Europa, Japón y China, atraigan turistas a nuestros
destinos turísticos.
Les
dije que era cariñosa la idea del secretario de Turismo, pero esto es un cuento
ruso. Jamás va a funcionar; y no soy negativa, simplemente que es una realidad
que el turismo que visita nuestro México lindo y querido es el estadunidense y
canadiense, y este turismo sí promueve los destinos de playa mexicanos, aunque
estén teñidos en sangre.
Lo
que sí aplaudo es que parte del plan del secretario va dirigido a mejorar las
condiciones de vida de las personas que viven en destinos de playa, y que están
en extrema pobreza. Este tema es imposible discutir, ya que el mismo presidente
AMLO, en sus discursos, ha dicho que es vergonzoso que haya personas viviendo
en colonias sin servicios básicos, mientras a lado existen extraordinarias
zonas hoteleras.
Mis
estimados, lo que dice el presidente López Obrador es cierto, pero también es
verdad que con discursos y estrategias de turismo no se resuelve nada, pues muchas
de esas personas viven en esas colonias alejadas, en la punta del cerro, donde
es imposible que el gobierno local les dé los servicios básicos, pues subirlos
a ese punto es sumamente costoso.
Esas
personas viven en esos lugares con una preciosa vista al mar tan envidiable,
que ya la quisieran los empresarios hoteleros, pero esa gentes vive en pobreza
extrema y jamás van a mejora su forma de vida, porque es imposible meter
tubería para el agua potable o drenaje. No se pueden hacer milagros.
El
presidente AMLO pidió que los gobernantes mejoren las condiciones de vida de
los trabajadores que se emplean en el sector turístico, que no es posible que
existan extraordinarias zonas hoteleras, y hay colonias sin servicios básicos.
Claro, es muy bonito hablar en discursos, pero la realidad es otra y la vemos
diariamente los ciudadanos que vivimos en puertos; son cientos de almas que
viven en pobreza extrema, pues han de saber, mis estimados, que las personas
que no cuentan con servicios básicos en sus hogares son situados en pobreza
extrema. Por eso el INEGI coloca a los municipios de Acapulco y Zihuatanejo,
que son puertos turísticos, con un gran sector de personas viviendo en extrema
pobreza.
Y
eso es real, no es cuento chino. Por eso digo que una cosa son los discursos y
otra es que cumplan.
Claro
que no es congruente que un destino de playa como Acapulco sea el municipio con
más pobres en su urbe; eso es inadecuado, pero es cierto. Sin embargo, no es
con discursos como se va a cambiar la manera de vida de las personas y menos
con programas sociales, regalándoles dinero. Ese enfoque no ha dado resultados
en ningún país. Tienen que enseñar a pescar a la gente. No terminarán con la
violencia de la forma en que piensan los gobernantes, tienen que obligar a
trabajar a la juventud, que los muchachos elijan lo que les guste hacer y si
prefieren el arte, futbol, basquetbol, volibol, la música, el cine, la actuación
en eso que se enfoquen, pero que se apliquen con disciplina y responsabilidad.
Por
otro lado, que se establezcan talleres en donde las personas aprendan un oficio
para que después se empleen y obtengan un salario que ganen con el sudor de su
frente; y cuando seamos responsables de nuestras familias, veremos el cambio
que tanto anhelamos los mexicanos. ¡Feliz día, mis estimados!