Estas últimas dos semanas he vivido la grandiosa experiencia de conocer Grecia y es algo que me gustaría compartir con ustedes.
Para empezar nunca me imaginé lo bonitas que podían ser sus islas y lo mucho que te puede contar cada una de ellas sobre su historia.
En Grecia existen alrededor de 6,000 islas, yo tuve la oportunidad de visitar 4; Amorgos, Santorini, Folegandros y Milos.
Tengo la suerte de tener una prima geóloga, al enviarle las fotos de mi viaje, me explicó cosas extraordinarias.
En Amorgos por ejemplo las piedras son muy delgadas por el desgaste de la corriente que provoca Santorini, isla en la qué hay un volcán. Amorgos me recordó muchísimo a Zihuatanejo, todas las personas se conocían, hacían todo con mucha tranquilidad y sonreían.
En Santorini se puede saber la cantidad de erupciones y la duración de cada una de ellas simplemente con ver la isla, está formada por capas de distintos tonos color café, a simple vista es hermoso pero una vez que mi prima me explico lo que significaban fue un espectáculo memorable. Las piedras que se encuentran en la playa son residuos y espuma de lava y se puede saber si son de erupciones diferentes.
Santorini guarda una historia misteriosa y hermosa, se cree que ahí existió la Atlántida, era una ciudad que 1700 años antes de Cristo ya contaba con drenaje para cada casa, pinturas e incluso hay una obra de arte “los monos azules” que hace creer a los historiadores que el comercio estaba más avanzado de lo que se pensaba. Estos orangutanes no existían en Grecia, son de Egipto así que se cree que algún comerciante los trajo en barco hasta Santorini y es ahí que se pintaron en una hermosa obra, se imaginan 1700 años antes de Cristo, el comercio ya existía entre Egipto y Grecia.
En Folegandros caminé por una hora observando piedras que brillaban como espejo sin saber que de ahí proviene el talco. Esta isla está repleta de playas preciosas pero de difícil acceso y una antigua cueva con pinturas originales de 2000 años antes de Cristo, se cree que se utilizaba para hacer rituales, desaforadamente no es posible entrar para el público general.
En Milos existe una playa preciosa con estructuras únicas que en realidad son depósitos de arena en donde se puede saber las tormentas y corrientes que hubo en el mar. En esta isla se encontró la famosa escultura “La Venus de Milo”, un campesino la encontró y la ofreció a los turcos y franceses, por lo que se creó un pequeño conflicto, finalmente Francia la compró y actualmente se expone en Paris en el museo de Louvre.
Esta obra mide casi 2 metros de alto y es conocida por la perfección de la escultura, está tallada en mármol y no tiene brazos, se cuenta que se encontró un solo brazo que sostenía una manzana pero al rescatarla entra las montañas donde se encontró este se cayo y destruyó entre los riscos.
Imagínense todos los secretos que guarda una isla, todos los conocimientos que guarda una piedra y todo lo que nos puede contar, viajar te abre un mundo te motiva y te llena de experiencias, no me refiero a hacerlo internacionalmente, solo viajar y ser curiosos.
La próxima vez que encontremos una pequeña piedra, una mezcla de colores en la naturaleza o una pirámide, imagínense cómo habrá sido la historia en ese lugar hace 2000 años, uno nunca sabe a veces la realidad supera a nuestra imaginación.
RUTH MORELOS
Instagram: Ruth Morelos