Agencias
Chilpancingo, Gro. – Jesús de la Cruz, reportero con tan solo un año de experiencia en el periodismo, se enfrenta a una nueva realidad tras ser víctima de un ataque a balazos el pasado 28 de noviembre en Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero.
El incidente ocurrió después de que Jesús y otros tres colegas, Víctor Mateo, Jesús Nava, Óscar Guerrero y Héctor Camacho, cubrieran el homicidio de un transportista. Ahora, mientras sus compañeros se recuperan, de la Cruz asume con valentía que vivirá con una bala en su cuerpo, a solo unos centímetros de la espina dorsal.
Actualmente refugiándose en otra ciudad para continuar su recuperación, Jesús de la Cruz relató su experiencia durante una llamada telefónica a los reporteros que participaron en una marcha para exigir justicia. Agradeció las muestras de cariño y los buenos deseos, declarando: “No dejaré de hacer lo que me gusta, que es seguir trabajando como reportero”.
Víctor Mateo, colaborador de Quadratín Guerrero, es el único que permanece hospitalizado. Se espera que sea sometido a una intervención quirúrgica este viernes debido a una herida cerca de la mandíbula, aunque su estado ya fue declarado fuera de peligro.
Durante su estancia en el hospital, De la Cruz compartió una experiencia peculiar. Habló de un médico que siempre estaba a su lado, describiendo su imagen como resplandeciente. Atribuyó esta presencia a una especie de figura divina que lo cuidaba, ya que después de su recuperación, nunca volvió a ver al misterioso médico.
De la Cruz insiste en que el ataque a balazos no estaba dirigido específicamente a él, ya que no tiene problemas con ninguna persona. La investigación sobre el incidente está en marcha, mientras la comunidad periodística y la sociedad en general exigen respuestas y justicia para los reporteros agredidos.