Jaime Ojendiz Realeño
Las contingencias de salud a nivel internacional han causado estragos en la llegada de turistas, ante el brote de coronavirus, turisteros están en incertidumbre por una posible disminución de visitantes.
De acuerdo con el turistero Antonio Rauda, el bajón de turismo internacional se hizo más notorio a partir de 2008 con la crisis inmobiliaria en Estados Unidos.
Luego en 2009, México activo medidas para contener el virus de la influenza AH1N1, y se declaró una emergencia nacional, situación que también mermó la llegada de extranjeros.
A las contingencias de salud, se sumó que en 2009 llegó a las costa el fenómeno de la niña, que corre de norte a sur del Pacífico, “trajo tiburones y se dio un ataque a un extranjero y murió un americano, además otros dos quedaron heridos, vino el pánico y nadie quería tocar el agua”.
Con el cambio de gobierno, añade Rauda, entró el panista Felipe Calderón Hinojosa que declara la guerra al narco, lo que generó que con la violencia que se propagó por todo el país, el turismo internacional se fue de Ixtapa Zihuatanejo, situación que ocasionó que los hoteleros dejarán de invertir en el destino.
Ahora, con el brote de coronavirus, de nuevo podemos sufrir como destino, “si llega a México, eso en automático nos va afectar como ocurrió con la influenza, y es algo en lo que nosotros no podemos incidir”.
Abundó que no es una situación que afecte solo a Zihuatanejo, sino a todos los destinos, “el problema es que nosotros apenas nos estamos recuperando de las crisis pasadas, se habla de una recuperación de vuelos internacionales y si la enfermedad alcanza a México somos un destino que sí sentirá el impacto”.
Rauda, señala que en pláticas con empresarios, sostienen que en lo local no se puede hacer nada, “solo esperar que no nos toque y aplicar todas las medidas preventivas que se nos sugieren”.
En ese sentido, pide que las autoridades de turismo no bajen la promoción en el extranjero “que no dejen de atacar los mercados internacionales porque son los que dan movilidad económica al destino”.