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SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los gobernadores priístas, entre ellos Héctor Astudillo Flores, se reunieron ayer con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien respaldaron por la crisis diplomática con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, crisis que podría derivar en una gran catástrofe económica para nuestro país.

Y no es para menos. Cada uno de los estados de la República tiene en las exportaciones un nicho importante de su economía, y los aranceles de 5 por ciento que pretende imponer el presidente Trump a partir del próximo lunes 10 de junio, amenazan a todos.

En Guerrero, por ejemplo, las exportaciones representan el 1.15 por ciento del PIB estatal, siendo la plata, el mango, el mezcal y el coco los productos que más se exportan principalmente a los Estados Unidos y Canadá, por lo que la imposición de aranceles sería un duro golpe para la economía local.

Además, terrible sería si los representantes de los estados miembros de la República trabajan por su lado, y dejan solo al presidente en esta lucha que tiene tintes xenofóbicos y de control imperialista.

Imposible que Estados Unidos le facture a México todos sus problemas: Por un lado, debemos controlar el tráfico de drogas. Por otro, el tráfico de personas, mientras que ellos para nada controlar el tráfico de armas, que viene a alimentar a los cárteles que asedian en este país.

Desde luego, todos los mandatarios del mundo no pasan por alto que Donald Trump está tomando de nuevo a México como campo de batalla, para sacar fuera de su país la guerra electoral que se le avecina con los demócratas, que pretenden recuperar la presidencia en 2020. Así lo dijo la primera ministra de Inglaterra, Nancy Pelosi, tras la reunión que los mandatarios de varias naciones del planeta tuvieron para conmemorar los 75 años del Día D en Normandía, que marcó el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Es tan grave este asunto, que ni los republicanos lo apoyan en su guerra comercial con México, pues aunque reconocen que nuestro país debe hacer algo más para controlar la oleada de migrantes que atraviesan el territorio nacional con la intención de internarse en los Estados Unidos, tampoco están de acuerdo que eso se logre a un costo tan grande, como el de la imposición de aranceles.

Y es que los legisladores del vecino país saben que si la frontera norte se nos cierra, en el oriente está el gran dragón rojo esperando una oportunidad para tragarse nuestro mercado, y nadie quiere que la nación que colinda con los Estados Unidos quede en manos del enemigo comercial número 1 de Washington.

Para Trump, sin embargo, es el todo o nada. Ayer tuiteó y dijo que no está conforme con lo que México ofrece, de modo que no hubo acuerdos entre la comisión diplomática de Estados Unidos y la de México, y este jueves volverán a reunirse para tratar de frenar la imposición de aranceles.

Ayer, los gobernadores priístas –como hace ocho días lo hicieron los gobernadores panistas- se reunieron en Palacio Nacional con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Y a diferencia de la semana pasada, en que el mandatario les propuso una alianza para alcanzar 4 objetivos principales de su gobierno, entre ellos la paz, el desarrollo, la seguridad y el combate a la pobreza, a los priístas les tocó abordar el caso de los aranceles.

El gobernador Astudillo, por su parte, también expuso el problema del reparto del fertilizante en Guerrero, que se retrasó a causa de la saturación de los padrones de beneficiarios, a fin de que se acelere lo más posible el reparto.

En la Cámara de Diputados, por cierto, también la oposición expuso su respaldo a la comisión diplomática de México, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, en la negociación con sus homólogos de Estados Unidos.

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