Opinion

SOS COSTA GRANDE

By Despertar Redacción

December 07, 2021

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Ante el fracaso anticipado de su alianza, la oposición busca opciones. Y todo parece indicar que Movimiento Ciudadano es el único que ofrece alternativas debido, precisamente, a que evitó ir en esa fritanga política, que mezcló a la izquierda con la derecha, bajo un liderazgo empresarial ominoso.

Tarde o temprano, priístas, panistas y perredistas tendrán que enviar a sus huestes a MC, que ya comienza a perfilar al hijo de Luis Donaldo Colosio, actual alcalde de Monterrey, como un prospecto para ocupar la presidencia de la República, como alternativa a cualquiera que nombre Morena.

Y, podemos adivinar desde hoy, los desencantados morenistas también agarrarán camino al partido naranja que a nivel nacional dirige Dante Delgado Rannauro, quien bien ha sabido mover sus fichas y tiene ahora dos gobernadores de MC, precisamente de los dos estados más pudientes después de la Ciudad de México y el Edomex; nos referimos a Jalisco y Monterrey.

Esto a diferencia de Los Chuchos en el PRD, quienes se fueron por el atajo de las alianzas, en lugar de recorrer el desierto de la oposición legítima.

Y para mayores datos, Delgado Rannauro ya comenzó a seducir a los ex amigos de AMLO. El domingo anterior, el ex diputado Porfirio Muñoz Ledo, considerado un decano de la izquierda y hasta hace poco fiel lópezobradorista, realizó una dura crítica al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a su autodenominada Cuarta Transformación (4T) durante una ceremonia precisamente del Partido Movimiento Ciudadano (MC), donde se le entregó la “Medalla al Mérito Ciudadano, Benito Juárez García’’, máxima condecoración de esta fuerza política. ¿Qué tal?

Momentos antes, el coordinador nacional de MC, Dante Delgado, lo anunció como su “asesor”, debido a su amplia experiencia, para que lo oriente en las elecciones estatales y federales que se avecinan.

Ante la prensa, Muñoz “Dedo” como se le mencionaba allá en los 90, criticó los altos porcentajes de aceptación que registra el presidente, pese a la pandemia y a que tiene aún muchos pendientes: “No es un prodigio de popularidad sino de organización, algo teme y lo lamento, yo creo que está sintiendo el vacío del abandono del poder, de manera que ya no es prematura”.

Y profetizo: “El nivel de concentración de poderes que existe en México no es ni heredable ni repetible…. por fuerza de la política, de la economía, de la sociedad y de las ambiciones este régimen de concentración de poderes tenderá a desgajarse en los próximos meses, antes de que se cumplan dos años”.

Pero mientras la oposición sale de su laberinto, el presidente Andrés Manuel López Obrador termina su tercer año y arranca el cuarto con niveles de popularidad por arriba del 60 por ciento, casi del 70, según diferentes encuestas.

En contraste, la oposición, que desde la derrota de 2018 no ha podido recomponerse, se mantiene estancada. Por separado, hace tres años, PAN, PRI y PRD obtuvieron 19%, 18% y 5%; es decir, el 42% de los votos. Pero tres años después bajaron al 38%, al obtener 18%, 17% y 3%, respectivamente.

Por eso el interés del empresario Claudio X González, cerebro de la Alianza va Por México, para añadir a Movimiento Ciudadano a su causa opositora, señalando que sólo de ese modo podrían parar el seguro triunfo de Morena en 2024, así como en las elecciones estatales intermedias.

Pero como buen estratega político, Dante Delgado ya olfateó que no es tiempo de retroceder. No luego de ver el evidente fracaso de la alianza. La lectura es que la mayoría de la gente está en desacuerdo y solamente están apuntalando los proyectos locales, porque en los municipios se vota por la persona, no tanto por el partido. 

Pero no así a nivel estatal y nacional, donde el partido aún cuenta, y donde las alianzas y mezclas de la izquierda con la derecha para nada han sido del agrado de las mayorías.

Al contrario, con su fallida estrategia, lo que hace la oposición es hacerle la mitad del trabajo a los morenistas, que tampoco son peras en dulce, sobre todo que por ambición se ha dado paso a ex panistas, ex priístas y ex perredistas que sólo traen el propósito de acceder al poder, pero que para nada tienen afinidad con el proyecto de la Cuarta Transformación.

Falta ver el factor Ricardo Monreal y el Partido del Trabajo, hasta ahora aliado de Morena, pero quien aspira abiertamente a ser el candidato presidencial de la Cuarta Transformación.

Tal vez por esto Muñoz Ledo augura una temprana fragmentación del lópezobradorismo, más que de Morena, partido que por ser el que detenta el poder se está institucionalizando demasiado temprano, relegando a los fundadores y sobrellevado una estrategia de crecimiento que al mismo tiempo es un arma de doble filo.

En nuestra personal opinión, amable lector, la oposición que sigue viva en la Coalición va por México, que conforman el PAN, el PRI y PRD, además del Partido Movimiento Ciudadano (MC), que compitió en solitario.

En la reciente elección, el PAN incrementó 33 sus diputados y hoy son 113 (considerando una renuncia la semana pasada); el PRI aumentó a 71 (24 más). El PRD perdió 5 diputados y MC otros 5, pero este último ganó la gubernatura de Nuevo León.

frente a Morena y sus aliados, el PT y PVEM, que sumaron 42.76% de los votos de la pasada elección de junio, fueron más los ciudadanos que apoyaron a otras fuerzas políticas, en total 53.60% de los votos, aunque esta cifra se logra sumando cuatro partidos opositores y a otros tres que ya perdieron el registro.

Por lo tanto, la unidad para estos es la clave.

Aún así, ¿por qué no logran repuntar? Porque no se olvidan sus malos gobiernos. Ese mal recuerdo prevalecerá otro tanto y por eso van a perder en 2024. De hecho, a eso le apuesta Morena. Al tiempo.