(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
No quisiera dejar pasar la ocasión para compartir con usted, amable lector, una reflexión acerca de la reciente visita que hicieron los líderes de la Alianza por México a Washington, para denunciar nada más y nada menos que un problema que es harto añejo y que, obviamente, también les atañe.
Los 3 cochinitos, como se les apoda en redes sociales; o los 3 mosqueteros: Alito, Markos y Zambrano, se retrataron orondos con Luis Almagro, titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), a donde ya se había presentado el gobernador perredista de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, para denunciar que México es un “narco-gobierno”, y que las elecciones del 6 de junio son ilegítimas, por decir lo menos.
“Alito” Moreno, Markito Cortés y el Chucho Zambrano deben haber salido de la cita con la boca sangrante, porque seguramente se tuvieron que dar con la piedra en la boca, al criticar lo que ellos mismos construyeron: una sociedad subyugada por gobiernos harto oscuros, y como prueba tenemos nada más y nada menos que a Genaro García Luna, funcionario de los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, preso en Estados Unidos como trofeo de la DEA, cuyo expediente no se ha podido desahogar de tan extenso que es, y cuyos secuaces ya están cayendo también en el país, entre ellos un tal Cárdenas Palomino, que de palomita no tiene más que el segundo apellido, y que junto con García Luna manejaban la Secretaría de Seguridad Pública federal y su policía.
Tampoco dijeron nada sobre la guerra que emprendió Felipe Calderón en contra de los cárteles del narcotráfico o algunos de ellos, que al final fue un rotundo fracaso porque sólo desató más violencia en nuestro país, y así hasta el infinito.
Por ejemplo, con qué carota se presentó “Alito” Moreno, ex gobernador de Campeche y presidente nacional del PRI, para decir que en las elecciones del 6 de junio pasado hubo evidencias de la participación de grupos delincuenciales a favor de Morena, cuando pasó por alto que el PRI llevó a la gubernatura de Nayarit a Roberto Sandoval, que está en el frescobote en la cárcel El Altiplano, precisamente por sus negras relaciones además de su evidente enriquecimiento ilícito.
No es que no se deban denunciar cosas de esta naturaleza, pero la verdad, por supuesto que se debe; pero como siempre lo he sostenido en este espacio, los impulsores del Pacto por México son los menos indicados para hacerlo, ya que México está viviendo las terribles consecuencias de sus decisiones.
¿Dónde estaban Alito, Markitos y Zambrano cuando García Luna trabajaba para uno de los cárteles de este país mientras combatía a otros? ¿Dónde estaban cuando García Luna entregaba a sus mismos policías en manos de sus “amigos”, como sucedió en una de las más cruentas emboscadas contra policías federales en Michoacán? ¿O qué hacían para contener el cochinero de Felipe Calderón y el macabro entramado de la Iniciativa Mérida, que se firmó para agarrar dinero de Estados Unidos con el pretexto de combatir al narco, dinero que realmente se ha manejado de manera muy opaca, y que para nada incidió en la pacificación del país?
A otro perro con ese hueso. Los 3 cochinitos no se convencen ni ellos mismos. Como dijera el líder de Frenna, todos los mexicanos andamos en busca de verdaderos líderes opositores que, desafortunadamente no los hay, porque todos están hasta las cachas de embarrados.
Con razón se burla de ellos el presidente de la República, y hasta los invitó a que se preparen para echarlo fuera de la presidencia en marzo próximo, cuando se haga la revocación de mandato, consulta que ahora los 3 cochilocos no quieren que se realice, porque para ellos sería como una “reelección”, ya que la gente seguramente votará por la ratificación, como en la consulta del 1 de agosto votaron a favor del encarcelamiento de los expresidentes; y aunque no votaron los 37 millones de mexicanos que se requerían para hacer la consulta vinculante, los 7 u 8 millones de votos que se emitieron no son nada despreciables, y finalmente lo que cuenta es que la inmensa mayoría de estos votantes lo hicieron por el SI.
Los 3 cochilocos, decíamos, han prometido también de una alianza legislativa pero seguramente en las primeras de cambio cada quien trazará por su lado, porque dicen que con dinero baila el perro. Sean serios, señores, hagan oposición con imaginación, con propuestas si es que quieren frenar realmente las posturas autoritarias de la 4T que tanto les molestan.