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SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Apenas trece días después de la cerrada elección del pasado domingo 6 de junio, la gobernadora electa, La Torita Evelyn Salgado Pineda, está anunciando su gira de agradecimiento por las siete regiones del Estado de Guerrero, iniciando el sábado 19, hacia el medio día, por la región más pobre de la entidad, la Montaña, donde visitará las cabeceras municipales de Cochoapa el Grande, Metlatónoc y Tlapa.
La gira continua el domingo 20 en la región de la Costa Chica, en Ometepec, en el Bello Nido que le inspiró el sello de su campaña, la alegría y el folclor; el Bello Nido que le marcó su imagen ganadora, una imagen que fusionó dos tradiciones: el sombrero calentando y el huipil Amuzgo; el Bello Nido que la marcó un parteaguas a su campaña, el inicio intempestivo de la campaña tardía y la continuidad alegre de un sabor a victoria; el Bello nido donde por primera vez José Manuel Zamacona se atrevió a profetizarle a los adversarios de La Torita que les pedía perdón por sus lagrimas de su inminente derrota.
Evelyn Salgado Pineda regresa, como lo prometió, a todas las regiones de Guerrero trayendo consigo sus primeras acciones de gobernadora electa, además de agradecer el voto, La Torita viene a informar que ya firmó su compromiso para impulsar la cuarta transformación en el Estado de Guerrero, y aunque se cierne sobre los resultados de las elecciones el fantasma de la impugnación, como dice Pepe Ramos: Ya lo dijo el cardenal en Roma y el Capellán en Bolivia… Ya lo dijo Andrés Manuel López Obrador y Héctor Astudillo Flores, se tiene que anteponer el interés del pueblo por encima del interés personal para consolidar el desarrollo del Estado, y los resultados, sin bien es cierto que no fueron marcados por una escandalosa diferencia, no hubo disturbios que justifiquen una coacción del voto por la vía del fraude o la violencia.
Con estas sendas declaraciones, tanto de AMLO como de Astudillo, La Torita tiene allanado el proceso de transición que ya inició con su gira de agradecimiento e informes de sus primeras actividades de gobernadora electa.
En este contexto Evelyn Salgado recorrerá el próximo lunes 21 el puerto de Acapulco; el martes 22 estará en la Costa Grande (Zihuatanejo, Atoyac y Coyuca de Benítez); el miércoles 23 recorrerá la zona centro (Tixtla y Chilpancingo); el jueves 22 la zona norte (Huitzuco, Taxco e Iguala) y rematará en la madre patria: Tierra Caliente (Zirándaro, Coyuca de Catalán y Ciudad Altamirano).
Para una mente simplista, este recorrido de agradecimiento representa a simple vista representa la satisfacción del ego, representa la oportunidad de escuchar sin ningún tipo de incertidumbre los vítores de la campaña y las gratificantes arengas de “si se pudo”; sin embargo, para una mente estadista, este segundo recorrido significa dos posibilidades: la de seguir recogiendo los inquietudes y necesidades de cada región; pero, sobre todo, observar de cerca los resultados electorales y los responsables de obtenerlos.
Para contextualizar esta premisa valga la pena analizar los primeros jaloneos que ya comenzaron a darse en el Congreso de la Unión, donde los diputados federales del PT, esos mismos que a nivel federal y antes de las elecciones dijeron que iban en alianza con el Morena para aprobar las reformas de la 4T impulsadas por AMLO, ahora, pasadas las elecciones y obtenida la victoria, se están reservando el derecho de votar a favor de la desaparición de las diputaciones pluris.
En este contexto, Evelyn Salgado Pineda debe de demostrar que estará a la altura de las circunstancias de Guerrero, y para ello tiene que detectar quienes fueron los escandalosos y pragmáticos que sólo se montaron en la ola ganadora del Morena y quienes fueron los que se disciplinaron y trabajaron, aunque no fueron favorecidos, a favor del cambio hacia la verdadera izquierda en Guerrero.
Dice un dicho popular: “Señor, cuídame de mis amigos, porque yo me puedo encargar de mis enemigos”.
El que tenga ojos, que lea y el que tenga mente, que interprete.
Esperamos desde este espacio que, una vez pasada la fiesta electoral, no se derive en borrachera y que una vez consolidado el cambio de gobierno, los guerrerenses orgullosamente podamos seguir diciendo: “Hay Tora”.

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