(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
¿Qué se juega Morena en estos comicios? Mejor dicho, ¿qué se juega Andrés Manuel López Obrador? Y hay que hacer bien la diferencia porque ser morenista no equivale a ser lópezobradorista. Veamos si no el listado de candidatos a los cargos de elección popular, que de la noche a la mañana se subieron a caballo ensillado y proclamaron ser guinda de corazón, lópezobradoristas por fe, y fieles seguidores de la Cuarta Transformación. Pero obviamente, están lejos de ser lo que dicen.
Por eso en este momento gente como Sergio Montes Carrillo, Alberto López Rosas y otros muchos, están pidiendo voto “razonado” y no voto “masivo”, en la elección del 6 de junio, pues señalan que el partido debe volver a su esencia original, lo que no ocurrirá si se empodera tanto colado de todos los demás partidos políticos.
Y es que en este momento hay hombres y mujeres que hace 3 años combatieron a Morena y a sus candidatos, quienes perdieron en la mayoría de municipios, ya que en Guerrero el PRI y el PRD detentan el poder en más del 50 por ciento de los municipios.
Ahora, esos personajes chapulinearon, y de la noche a la mañana se convirtieron en morenistas y enamorados lópezobradoristas. Los perredistas, por ejemplo, alegan que se voltearon porque su partido hizo alianza con el PRI, pero esa excusa no es suficiente para transformarlos, porque la verdad lo que persiguen es cumplir su propio plan y proseguir sus carreras políticas, algo que no podrán hacer en sus partidos, mucho menos si en lo sucesivo persiste la alianza con el tricolor, más los partidos que se sumen, porque con excepción de Guerrero, el PAN también va en esta alianza en otras entidades.
Volviendo al tema, es bueno saber lo que está en riesgo para cada partido. De entrada, Morena se juega en esta elección intermedia su mayoría en la Cámara de Diputados, que es donde se deciden las reformas constitucionales necesarias para afianzar la Cuarta Transformación.
Segundo, se juega el plebiscito del próximo año, porque recuerden que el presidente AMLO hizo ley el referéndum, en el que los mexicanos podremos salir a votar para evaluar su gobierno y determinar si continúa en el poder o se va. Esto será algo nuevo para todos los mexicanos y quizás nos cueste hacer uso de ese nuevo derecho que, aunque es constitucional, era un proceso intrincado y nunca lo habíamos usado. Hoy será un proceso directo, tipo democracia participativa, como la que tendremos el 6 de junio.
Recordemos que el presidente quiso empatar el referéndum en eta elección, pero no lo permitieron los de la oposición, alegando, primero, que no ha cumplido los 3 años de gobierno. Y, segundo, porque consideraron que en realidad AMLO quería aparecer en la boleta para repetir la hazaña de 2018; por lo tanto, será el próximo año, pues la primera mitad de su gobierno se cumple en diciembre.
También está pendiente la consulta para enjuiciar a los expresidentes de la República, algo que también la oposición trata de evitar. Tampoco sabemos si servirá de algo, pero por lo menos ya nos están tomando en cuenta con eso de las consultas, pues antes se tomaban decisiones a espaldas del pueblo, como lo fue el Pacto por México y otros acuerdos que se hacían sin siquiera consultar a diputados o senadores, simplemente se les daba órdenes.
Algo bueno está dejando la alternancia, por cierto, porque al menos ya no existe eso de “acuerdos planchaditos” de parte de los opositores, sino que ya aprendieron a debatir y a defender, en lugar de sólo levantar el dedo.
Para los aliados cada vez está más claro que lo que está en juego el próximo domingo es la perpetuación del modelo presidencialista totalitario, versus un Legislativo de coalición con responsabilidades compartidas por las fuerzas políticas integradas a un frente amplio opositor al estado de cosas prevaleciente.
Pero no sólo eso, sino que esta elección marca el arranque de la elección presidencial de 2024, quiérase o no. A partir del 6 de junio, arranca la pugna por el poder ejecutivo nacional, primero al interior de todos los partidos y luego hacia fuera de ellos.
Por ahora, el senador petista Ricardo Monreal dijo que Morena perderá los estados de Chihuahua, Coahuila y Querétaro, además de que está en riesgo Baja California Sur y Nuevo León, donde al parecer el MC sería el ganador.
Monreal advirtió que la elección del 6 de junio no será pan comido para nadie, y convocó a los morenistas a cuidar los detalles de esa jornada, que estaremos viviendo en cosa de 6 días a partir de hoy.
En estos dos últimos días de la campaña, continuaremos viendo patadas bajo la mesa, esquinazos adelantados, zancadillas rancheras, pendencieros amarres de navajas, canibalismos políticos, descalificaciones inoportunas, y un largo etcétera.
Mientras tanto, la recomendación es que como ciudadanos mantengamos la mente fría, y elijamos libremente. Por quien sea que se quiera votar, pero en libertad. No venda su voto, porque ese es su poder como ciudadano. Menos venda la credencial, porque entonces es como si estuviera atado de manos.
Mente fría y corazón contento. Hacer de la elección una fiesta, y que gane el que mejor haya convencido a las mayorías.