Opinion

SOS COSTA GRANDE

By Despertar Redacción

May 31, 2021

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Flaco favor le hizo Irma Lilia Garzón Bernal, candidata del PAN a la gubernatura del estado de Guerrero, al candidato de la alianza PRI-PRD, Mario Moreno Arcos, al viajar con todo y huevos a Ometepec para sumarse a su campaña.

Primero, porque lo hizo a título personal, no fue una decisión de su partido.  Segundo, porque al tomar una decisión por su cuenta, no garantiza que el voto panista se vaya a sumar a la alianza. Si acaso, el de Irma Lilia y su familia.

Tercero, porque Irma Lilia no renunció a su candidatura primeramente, lo cual hubiese sido más decoroso, porque eso le daría al partido la oportunidad de nombrar a un candidato sustituto, mientras ella hubiese tenido la oportunidad de operar desde antes por Mario Moreno Arcos.

Al hacer lo que hizo faltando ocho días para las elecciones y sin albur, podemos preguntarnos ¿qué le aporta Imar Lilia Garzón Bernal a la campaña de Mario Moreno Arcos, aparte del escándalo en su propio partido? Bueno, la respuesta es harto simple: lo que aportó es un kilo de huevos, que mostró en una bolsa luego de leer un mensaje escrito, diciendo que había tomado esa decisión por amor al Guerrero, y recordando la célebre frase de Vicente Guerrero cuando su padre lo llamó a deponer las armas: “Mi patria es Primero”.

La gente se quedó con la idea que el Partido Acción Nacional se sumaba de facto a una alianza con el PRI-PRD. No es así, lamentablemente para la candidata que tomó una decisión unipersonal, reuniéndose primero con el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, acompañada del ex diputado local por el distrito de Ometepec, Iván Pachuca Domínguez.

Hasta ahí todo estaba bien, pues el mensaje que se envió es que no sólo Irma Lilia se sumaría a Mario Moreno, sino también el candidato del PT, Pedro Segura.

Hubo mucha especulación al respecto durante el fin de semana, pero lo peor que le pudo pasar a Irma Lilia, es que menos de 24 horas después de su acto patriótico en Ometepec, el líder de su partido, Eloy Salmerón Díaz, la estuviera desmintiendo que sea una decisión de partido, y anunciando que se estaba preparando todo la la expulsión del PAN. 

Eloy Salmerón fue claro al decir que la declinación de Lilia a favor de Mario Moreno no tiene el aval del comité estatal y mucho menos de la dirigencia nacional. Señaló que los estatutos del Oartido Acción Nacional dicen claramente que cuando un militante decide apoyar la candidatura de otro partido es motivo de expulsión. “Irma Lilia Garzón se puso en ese supuesto y serán los órganos del partido los que procesarán la expulsión inmediata. Por nuestra parte, es obligación nuestra buscar los mecanismos legales para sustituirla como candidata para seguir abanderando los intereses de los guerrerenses, esa es la postura de Acción Nacional”, dijo.

Además, que otros candidatos a cargos de elección popular, como la candidata a presidenta municipal de Acapulco, también llegó a una conferencia de prensa con una bolsa de huevos en la mano, diciendo que esos son los arrestos que le faltaron a Irma Lilia para terminar la campaña por la gubernatura.

O sea, ¿como de qué sirvió la adhesión de Irma Lilia, de no ser para vergüenza y para hacer el ridículo? No pues, así no Lilia. Sea seria, señora.

Bueno, y agregar que hasta el ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, se alegró porque Irma Lilia tomó esa decisión, y mediante redes sociales la puso como ejemplo de lo que deben hacer otros candidatos a gobernadores por el PAN en entidades donde tienen segura la derrota, que son la mayoría, salvo Chihuahua y Querétaro, donde el voto blanquiazul todavía persiste.

Pero de nada sirve si se trata de una decisión personalísima, como sucedió con la candidata panista de Guerrero, y no una decisión de partido. Lo primero no aporta votos, señores. Lo segundo sí.

Recordemos que ya sucedió en la elección de enero de 2011, cuando Gustavo A. Madero, el líder del PAN nacional, vino a Guerrero a bajar de la candidatura a Marcos Efrén Parra Gómez, para aliarse públicamente al proyecto de Ángel Aguirre Rivero, en el que ya estaban aliados el PRD, MC y PT. Fue una alianza de facto, y la gente de la base se resintió, pero dado que era una decisión del partido la tuvieron que acatar.

La señora de los huevos hizo un mal cálculo. Lástima, porque sus huevos no son de oro.