(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
El ambiente político en Guerrero gira en torno a Morena y la nominación de su candidato. Priístas y perredistas andan en precampaña, pero muy en segundo plano. Emecistas y petistas todavía ni comienzan, mucho menos los partidos emergentes suenan en algo.
Todo Guerrero está inmerso, aun sin querer, en este proceso que ha acaparado las redes sociales, y que ha sido ocasión para que los seguidores de los cuatro punteros se desgañiten en redes sociales por sus favoritos, y en contra de los adversarios.
Aunque legalmente el partido tiene como plazo el lunes siguiente para anunciar al candidato en Guerrero, con base en las encuestas que finalizaron el día 14, eso podría suceder en cualquier momento, y los 4 punteros no pierden ocasión en anunciar que van ganando.
Basta abrir el Facebook, por ejemplo, para entender que nadie acepta la nota de que su candidato está abajo en las encuestas.
Para bien o para mal, todos los candidatos crecieron más en las últimas dos semanas, tiempo de definiciones, que en los meses anteriores.
Fueron muy notorias las diferencias entre las precampañas, pues mientras los que venían de menos a más se esforzaron por crecer, sin lograrlo, el que desde hace dos años está como puntero en las encuestas ni se tibió. Félix Salgado Macedonio no recorrió el estado, si acaso algunas reuniones de petite comité. Tampoco pagó nada en medios de comunicación, y si emitió 2 o 3 boletines fue mucho.
Cuando se vino lo más álgido de la precampaña, que fue cuando le sacaron asuntos legales en su contra, tampoco se inmutó. Se quedó en Acapulco y salía de vez en vez en sus redes sociales, solamente diciendo “Hay toro”.
Por un momento se pensó en que se desinflaría, pero no fue así. Al contrario, sus adversarios no pudieron ni siquiera alcanzarlo, menos superarlo.
Anoche, luego de que sus seguidores tienen 2 días organizando caravanas de apoyo a su candidatura, Félix Salgado publicó en su red de Facebook una fotografía con el senador Salmón Jara, delegado del partido para Guerrero, y nada más y nada menos que el ex delegado de programas sociales, Félix Salgado Macedonio.
Eso de inmediato hizo correr un rumor en dos sentidos. El primero, que Félix ya había negociado y aceptado su derrota, para dar paso a la candidatura de Pablo Amílcar. El segundo, que Félix era ya el candidato de Morena en Guerrero.
Los analistas seguramente también se rascaban la cabeza. ¿Cómo lograría conciliar el partido estas dos posiciones tan encontradas, sin recurrir a un tercero o a una tercera en discordia?
De hecho, esa era la apuesta, que Morena tendría que recurrir a un tercero para salvar el conflicto que desde hace tiempo hay entre felixistas y amilcaristas.
De bote pronto, para este simple opinador, queda la encuesta como referencia. Si como hasta ayer se decía Amílcar estaba en cuarto lugar, luego entonces el que cedió fue él, aceptando reconocer a Félix como candidato, a cambio de posiciones para su gente en distritos y municipios.
Pero si en cambio Félix no logró solucionar su problema legal (en caso de que exista porque hasta la fecha la Fiscalía nada ha informado al respecto), entonces el que declinó fue el Toro. Espero me explique con este trabalenguas.
Lo de la negociación de candidaturas se desprende de uno de los comentarios que emitió Sergio Montes Carrillo, ex representante de Morena ante el IEPC, al referirse a las candidaturas para alcaldes y diputados. Palabras más, palabra menos, Montes Carrillo señaló que ninguna candidatura se pactaría en la mesa. Que si eso sucediera, estarían prontos a actuar para evitar esos atropellos. Y remató: “El que quiera azul celeste, que se encueste”.
Es decir, que el mismo modelo que se utilizó para elegir al candidato a gobernador, se tendrá que hacer con los candidatos a diputados y alcaldes, sin descontar que tendrán que cumplir con la paridad de género.
Si ya hay acuerdos, sea quien sea el candidato, es bueno saberlo. No creo que el partido haya aguantado hasta enero para dar a conocer al ganador de la encuesta, pues corre el riesgo de desbandadas. En la oposición, de hecho, ya estaban esperando los petistas y sus aliados los verde ecologistas a Félix Salgado Macedonio como agua de mayo.