Opinion

SOS COSTA GRANDE

By Despertar Redacción

November 13, 2020

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Es el senador Félix Salgado Macedonio víctima de fuego amigo y enemigo? ¿Existe la denuncia por violación de una mujer casada, ex empleada del periódico La Jornada Guerrero, en contra del legislador? ¿Está Félix fuera de la pelea por la gubernatura? ¿Lograron bajar al mejor posicionado?

Son muchas preguntas que desde el pasado miércoles se han venido exponiendo en diversos foros y medios. Y aunque ayer varios opinadores dijeron que esa denuncia por violación era el fin de su carrera política y lo daban por muerto, el conocido Toro sin Cerca de Guerrero reapareció ayer, sano y salvo, en una reunión con el líder del Partido del Trabajo, Victoriano Wences Real, con quien “charló” teniendo como testigo al diputado costagrandeño, Osciel Pacheco.

No se dijo de qué trató la “charla”, pero se adivina: La candidatura por el gobierno de Guerrero, de la alianza Morena-PT-Verde.

Si a esto  le agregamos que fue el senador Ricardo Monreal, coordinador de la bandada de Morena en el Senado de la República, y quien abiertamente se ha pronunciado a favor de la candidatura de Salgado Macedonio, a quien conoce desde 1988, siendo él diputado priísta por Zacatecas, y Félix por el Frente Democrático Nacional que se formó en torno a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

¿Qué dijo Monreal en su mensaje a través de Facebook? Que la denuncia contra Félix Salgado no existe. Que él personalmente solicitó información a la Fiscalía General del Estado de Guerrero, acerca de este asunto, y la dependencia a cargo de Jorge Zuriel de los Santos Barilla, contestó que no existe ninguna denuncia en contra del senador de origen calentano. Monreal mostró el documento certificado de la Fiscalía.

De hecho, Monreal considera que todo este borlote se debe a que Félix es el mejor posicionado para encabezar la candidatura de la alianza lópezobradorista.

Luego entonces, de ser así, el fuego en contra de Salgado Macedonio vendría de su mismo partido, de sus compañeros morenistas que quieren “tumbarlo” y sacarlo de la jugada.

¡Wow! Pues se atreven a mucho.

De la casa de enfrente se asoman a ver qué pasa del otro lado, y critican que los morenistas están como perros y gatos por el poder. Bueno, así es la lucha por el poder, pero se olvidan que en el tricolor se han dado hasta magnicicios, siendo el más reciente el de Luis Donaldo Colosio, y luego el crimen del ex gobernador de Guerrero, quien era el secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, como parte de un entramado tan oscuro y mal oliente, que hasta la fecha ambos casos está irresueltos.

Las guerras por el poder no son nada nuevo bajo el sol en este México desolado. Y como dijera un sabio de este asunto: “En política no hay amigos, hay intereses”. La política hace bueno al malo, y malo al bueno, cada que es conveniente. La política, sobre todo cuando la ejercen hombres y mujeres con dinero, es mucho más sucia que de costumbre porque suma dos poderes. Y si ya uno solo es difícil de manejar, imaginemos qué ocurre cuando el que buscaba el poder encuentra también el dinero, pero no como una añadidura, lo cual sería bueno, sino como el fin de todo su esfuerzo. La lucha del poder por el poder.

Pero no hay crimen perfecto. Suelen decir las brujas y brujos, cuando recetan a sus clientes, que el que les hizo el mal de ojo será el primero en llegar a su casa para ver cómo está. Revisemos quiénes fueron los primeros en llegar al velorio político de Félix Salgado para ir encontrando la mano que mece la cuna de esa nueva y a la vez muy vieja historieta por el poder.

El fiscal de Guerrero no ha hablado respecto del caso Félix, porque nadie le ha preguntado. El mismo Félix no lo ha hecho, sino que le está dando cuerda a sus adversarios, para que se enreden en sus propios dichos.

Para los felixistas, además, es un alivio la noticia del senador Ricardo Monreal y no se dan por muerto.

Pero, bueno, al fin y al cabo Félix se ha reconocido a sí mismo como “mujeriego, parrandero y jugador”, y dado que él mismo acepta sus defectos, por eso dice que es incalumniable, “porque todo lo que digan es cierto”.

Los dejo con parte de una entrevista que le hicieron en 2017: “Yo tengo más negativos que positivos. Yo sé que no estoy compitiendo para Cardenal, ni tampoco soy santo. Cuando me dicen: Oye hay que fortalecer aquí porque andas bajo, la fama es mala, muy mala, mujeriego, parrandero, jugador, borracho, todos los vicios de Gabino Barrera y de Simón Blanco me los juntaron”. 

-¿Y sí los tiene?

– Sí. E insistió: “Cuando me dicen: Oye hay que corregir eso, y yo les digo: ¡Ay no manchen!, ¿ahora a mis 60 años me quieren quitar todo eso? No pus no, yo ya estoy viejo, árbol que crece torcido jamás su tronco endereza”.

 Luego, Salgado Macedonio se autodefinió. “Yo así soy, soy incorregible, soy impredecible, soy incalumniable, todo lo que digan de mí es cierto”. ¿Qué tal?