(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Este lunes arrancó el proceso electoral más grande de la historia de México, y que culminará el 1 de junio de 2021 con una elección masiva a la que serán convocados 95 millones de mexicanos, para elegir 21 mil cargos de elección popular.
Esa cantidad de electores incluye a 5 millones más que en la elección de 2018.
Están en disputa 500 escaños en la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas, mil 63 diputaciones en 30 congresos locales; y mil 926 ayuntamientos en 30 estados.
El proceso costará tan sólo en prerrogativas para partidos más de 7 mil millones de pesos, y aunque el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador pidió que los partidos por su propia iniciativa donen dinero para las vacunas de Covid-19, nadie le ha tomado la palabra, pues saben que en la elección que viene cada peso cuenta, pues aunque se diga que la corrupción electoral está erradicada, eso es sólo en la ley (ya se considera un delito la compra de votos), porque en la práctica veremos las mismas prácticas de mapaches, pero más sofisticadas.
Ahí tenemos como recuerdo, por ejemplo, las tarjetitas canjeables por despensas en Soriana, o bien las tarjetitas que incluían promesas de programas sociales, que eran puro plástico, pero a la gente le dijeron que era canjeables por dinero y que se distribuyeron profusamente antes de la elección.
Para costear los gastos de esta elección, el INE proyecta un presupuesto de 20 mil 464 mdp para 2021. Esto, aunque representa una disminución de 3.5% en el costo operativo por elector/a respecto a 2018, sigue siendo bastante elevado, considerando que estamos en plena austeridad por la pandemia de Covid-19.
Hace dos años, el INE gastó 89.47 pesos por cada elector. Hoy está proyectado un gasto de 86.32 pesos por cada persona inscrita en la lista nominal. Pero, ojo, ese gasto se hace, aunque la gente no vote, porque recordemos que en varias elecciones el que ha ganado es el abstencionismo.
Ahora mal, en cuanto al manejo de estos recursos, para los procesos federal y locales, solamente se necesitarán 9 mil 470 millones de pesos. El resto de los 20 mil 464 millones, se desglosa en un presupuesto base de 10 mil 992 millones, más 9 mil 470 de “proyectos institucionales”; así como 1,268 millones por concepto de “otros proyectos”.
En resumen, siempre hemos considerado que en México los procesos electorales son sumamente onerosos, y que comparados incluso con los de Estados Unidos, nos damos lujos mayores que los de países ricos.
Las críticas hacia los jugosos sueldos de los consejeros y funcionarios electorales, han sido copiosas, y aunque con la llegada de AMLO al poder se quiso poner orden en los sueldos de toda la fauna de empleados federales, quienes se adjudicaban sueldazos impropios de un país como el nuestro, hubo quienes se ampararon para que esa decisión no les tocara.
De inmediato, Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, presentó una demanda de amparo a título personal para impugnar la reducción de su salario en 2019. La demanda fue presentada el 12 de marzo, para impugnar la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos y el Manual de Remuneraciones del INE, publicado el 28 de febrero del año pasado.
En dicho Manual, las percepciones por sueldo, compensación garantizada, pago de fin de año y prima vacacional de los once consejeros bajaron de 3.7 millones de pesos brutos en 2018, a 3 millones de pesos en 2019.
Pero Córdova alegó: “Tales actos vulneran en mi perjuicio diversos derechos laborales y sociales, como son el de seguridad jurídica e irreductibilidad salarial reconocidos, entre otros, en los artículos 123, apartado B), y 127 de la Constitución”.
Este amparo, y otros promovidos por funcionarios del INE, fueron independiente de la controversia constitucional que dicho órgano presentó ante la Suprema Corte de Justicia, por la misma causa. Y aunque la suspensión les fue negada, eso no impidió que cada consejero demandara en lo particular.
Finalmente, para abril del año pasado, más de 100 consejeros y funcionarios ganaron amparos para que sus sueldos no fueran tocados, ni se les homologaran al sueldo del presidente de la República, entre ellos el mismo consejero presidente, Lorenzo Córdova.
Los consejeros electorales tienen un sueldo de 262 mil 634 pesos brutos, que tras deducciones de ley queda en 178 mil 324 pesos netos. Esto significa que ganan 70 mil pesos más que AMLO.
Luego entonces, vamos a las elecciones más grandes de la historia de México, pero también a una de las más costosas.
Mañana miércoles arranca el proceso electoral local de Guerrero. O sea, que tendremos de aquí al 6 de junio para ir conociendo los entretelones del proceso electoral.
Será un proceso intrincado por las alianzas entre partidos de varias especies, pero también muy interesante de ver y vivir.