Opinion

SOS COSTA GRANDE

By Despertar Redacción

August 28, 2020

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Con la llegada de las lluvias, los problemas se multiplican para gobierno y sociedad. Sabíamos que este temporal sería crítico, pero nunca imaginamos cuánto hasta que tenemos encima los cántaros de agua.

En los últimos tres días, pero sobre todo el miércoles, Guerrero vivió lo que se conoce como Vaguada Monzónica, o Convergencia Intertropical, fenómeno que consiste en que surgen depresiones tropicales, tormentas o huracanes en ambos océanos, el Pacífico y el Atlántico, y se influyen mutuamente.

Es algo similar a lo que vivimos en septiembre de 2013, con el fenómeno de la tormenta Manuel y el Huracán Ingrid. En esa ocasión, los vientos huracanados de Ingrid influyeron en Manuel, se retroalimentaron ambos fenómenos, dejando niveles de precipitaciones pluviales históricos en el país, pero sobre todo en Guerrero.

En el caso de México, esta semana, la convergencia se dio en el Istmo, que es la parte más estrecha del país, pero se dispersó el fenómeno desde el estado de Sinaloa, hasta Centroamérica.

Del lado Pacífico, había dos depresiones tropicales, que se habían formado el martes por Chiapas, y que caminaron muy lentamente a lo largo de la costa (una más cerca del continente, otra más alejada), precipitando grandes cantidades de agua casi por 24 horas ininterrumpidas.

Afortunadamente estos fenómenos se convirtieron en tormentas tropicales (Hernán y Giselle) casi al mismo tiempo, a la altura de Sinaloa, porque de otro modo la precipitación pluvial hubiese sido mayor.

Por el Golfo, el huracán Laura tocó tierra en los primeros minutos del jueves por Louisiana y Texas, con categoría 4, y vientos sostenidos de 150 millas por hora. Cientos de miles de familias fueron evacuadas, y los daños aún son incuantificables, más la muerte de una adolescente.

Como quien dice, vivimos para contarlo.

Cuando se registró el fenómeno de Manuel e Ingrid, los científicos decían que no habían visto algo parecido en México, pero también dijeron que eso sería cada vez más común en nuestro país, que está rodeado de dos océanos y un golfo que atrae recurrentemente huracanes.

Del lado del Pacífico no cantamos mal las rancheras. Por ejemplo, apenas la semana anterior cruzó por nuestras aguas continentales el huracán Genieve, pero como iba muy alejado de las costas, sus efectos fueron leves. Más bien impactó a Baja California, donde el Mar de Cortés también es un punto para atraer huracanes.

De los municipios más dañados por el exceso de precipitaciones pluviales es Petatlán, a donde ayer estuvo el gobernador Héctor Astudillo Flores, luego de haber visitado la Costa Chica, donde también hubo cortes de carreteras y daños menores.

El mandatario supervisó la atención a 1300 damnificados en el municipio petatleco, pero también recibió de parte del alcalde de Zihuatanejo, Jorge Sánchez Alec, la petición de declaratoria de desastres para este municipio, ya que los daños también son cuantiosos, y aún se están evaluando.

Afortunadamente se tuvo una atinada coordinación entre elementos policiales y de Protección Civil del Municipio, con la Marina y la Sedena, quienes estuvieron auxiliando a la población y habilitando las calles y avenidas dañadas.

En Costa Grande, sin embargo, todos sabemos que los más afectados vienen a ser los pueblos de la Sierra, donde los caminos se cortan y las redes de telefonía y de electricidad se dañan.

Las autoridades tendrán que trabajar con diligencia y rapidez para restablecer todo, porque recordemos que estamos en el inicio del ciclo escolar y los estudiantes están tomando clases a distancia, mediante la televisión o el Internet.

Tendremos que saber también que estamos en alerta por el Covid-19, y estas aguas traerán la sobrepoblación de zancudos que transmiten el dengue, la zika y la chikunguña, cuyos síntomas son parecidos a los de la infección por coronavirus.

Muchos trabajos tienen los gobiernos de todos los niveles, pero también los ciudadanos. El autocuidado de la salud es algo que comienza por la prevención. No se descuiden. Feliz fin de semana.